martes, 22 de diciembre de 2009

¿Cuándo se justifica la Violencia?

Hola queridos y queridas centroamericanistas, he de contarles en estas líneas, la trágica historia de la que fui protagonista el día de ayer –tipo Mujer, Casos de la Vida Real-, y que mejor medio que hacerlo que a través de este blog combativo, cuyo blogósfero sueña con una realidad diferente.

Resulta que andaba yo, en un caber café, en mi municipio, Mejicanos, Departamento de San Salvador, actualizando el blog, revisando mi Eh-Mael, y haciendo otras cosas, resulta que en el mismo había una pareja de novios, el muchacho de unos 25 años, moreno, regordete, entradas pronunciadas, veía las visitas de su facebook, mientras su novia, Berenice le consentía, al son de besitos de piquito. Ella le hablaba en inglés, tan cachimbón era su acento, que no pude resistir la tentación de decirle: “disculpa, que chivo tu acento” a lo que ella respondió “gracias” pasados unos 20 minutos y en una muy amena conversación ya sabíamos el uno del otro…

Ella trabaja en Transactel, un call center ubicado en una zona industrial llamado Santa Elena, de tan solo veinte años, trabajadora social, y con técnico en call center, y yo con más de seis meses de no pronunciar una palabra en inglés, queriéndolo practicar y sin alguien con quien hacerlo, pues el otro año me voy a Guatemala, a estudiar y tendré que trabajar, y qué mejor que un call center para morir ahí, le conté que conocía las oficinas principales de Transactel, en Ciudad de Guatemala, en el Grand Tikal Futura, Berenice me contó que trabajaba en una cuenta de electricidad, que sus clientes le llamaban “very upset”.

Cuando se retiraron, me dijo que tenía que irse, a lo que respondí, “que te vaya bien, salú” seguí en mi rollo, en Gmail, cuando repentinamente, ella volvió para decirme que por favor no le hablara nunca más en la vida, y cuando le cuestioné ¿por qué? Con una actitud muy extrañada de mi parte, simplemente respondió “No me gustó la conversación que tuvimos”, y le dije “ok, está bien” Ella por supuesto con un nerviosismo evidente, sus manos temblaban, su semblante muy expresivo, su novio estaba celoso, y le había reclamado afuera del caber café. Al decirle “ok, está bien” su novio entró, y sin mediar palabra me dio un derechazo, no fue muy fuerte, pero si indignante, el tipo me dijo “¿por qué molestaste a mi novia?” me quedé en shock, no supe que decirle, he sido víctima de violencia y nunca aprendí a defenderme, simplemente bajé la cabeza y volví a ver a la computadora, él salió primero no sin antes ser abordado por su novia, ¿por qué lo hiciste? ¡¡Ya estuvo!! ¿Qué te pasa? Me pidió disculpas, diciendo “lo siento, de verdad, estoy muy apenada”…. Posteriormente el muchacho regresó, a decirme que me había pegado porque había molestado a su novia.

De todo esto, quiero reflexionar un poco, sin conocer a la pareja me doy cuenta, que el hombre es muy posesivo, es esclavizante y celoso compulsivo, inseguro, con baja autoestima, poca confianza en sí mismo, y en su pareja, que la mujer es complaciente, de carácter débil e insegura; este tipo de relaciones sentimentales no es muy sano tenerlas que se diga, porque son dañinas tanto para uno como para otro.

Al muchacho le pregunto: ¿Para resolver los problemas, es necesario usar la violencia, o esta se usa como último recurso en legítima defensa? Hasta donde yo sé, sólo los animales usan la violencia para conseguir su objetivo, por cierto lo hacen por instinto, para conseguir alimento, y para aparearse también, le aclaro al muchacho que no pretendía aparearme con su novia. Le recomiendo tomar un par de talleres de masculinidad para cambiar y dejar de ser tan machista, no todos los hombres que nos acercamos a su novia, lo hacemos para aparearnos con ella.

A Berenice, te recomiendo, terminar con esa relación, tú vales mucho como para seguir con ese tipo de relación, vales mucho como para desperdiciar tu vida, que con tus 20 abriles, apenas empieza, búscate a alguien que te sepa valorar, que te respete y te dé tu lugar como mujer no como mercancía, como una laptod, a la que cuidas celosamente, como un super celular, que cuidas como la niña de tus ojos. Te recomiendo te avoques a alguna organización feminista, en la que te asesoren sobre cuando una relación amorosa se puede volver peligrosa, para tu integridad física, emocional, psicológica.

Si ahora que son novios, te grita por hablar con otro hombre, vaya que cuando se casen, te molerá a machetazos, por voltear a ver a tu vecino el del taxi, al muchacho que vende pan en la esquina, al cobrador de la coaster de la 44, al señor de la tienda, al presentador de la televisión, al cantante del punchis punchis, a cuanto hombre habido y por haber.

De manera que la violencia, no se justifica NUNCA!

Con cariño centroamericanista para “el muchacho” y Berenice,

René Franco

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