sábado, 27 de octubre de 2012

Caso Malala: ¡basta ya de manoseo!



Marcelo Colussi

El pasado 9 de octubre, en el valle del río Swat, en el noroeste de Pakistán, un grupo de fundamentalistas talibanes, varones, disparó en la cabeza a la joven Malala Yousafzai, de 14 años de edad, con la intención de matarla. El motivo: la negativa de la joven a dejar de asistir a la escuela pese a la prohibición establecida por los talibanes en ese sentido desde el 2009 en la región que manejan entre Pakistán y Afganistán.

Providencialmente Malala no murió, pero quedó malherida. Ya anteriormente se había constituido en blanco de ataque del grupo talibán por defender sus derechos como mujer, motivo por el que el gobierno pakistaní la había condecorado con el primer Premio Nacional de la Paz, habiendo recibido igualmente varios galardones infantiles internacionales. Ahora salvó su vida; la bala no llegó a ningún órgano vital, destruyéndole por el contrario la mandíbula y alojándose en el cuello, dejándola temporalmente sin habla. Pero los talibanes dijeron que volverán a intentar asesinarla. Malala fue sacada de su país y trasladada a Gran Bretaña, donde en estos momentos se recupera en un hospital de Birminghan luego de complicadas intervenciones médicas.

Matando a Malala el grupo talibán pretendía enviar un claro mensaje de advertencia: desde hace años controla la región del valle del Swat, donde han impuesto un clima de intolerancia y machismo acorde a su integrismo religioso; por tanto, prohibió a todas las mujeres asistir a escuelas, en el entendido que las mismas no pueden estudiar. De hecho, en estos años en que controlan la zona, han destruido gran cantidad de centros educativos, y el ejército pakistaní, pese a haberlo intentado en reiteradas ocasiones, no los ha logrado desalojar de ese territorio. Luego del atentado, los talibanes afirmaron que el ataque había sido contra una “espía” que trabajaba a favor de Occidente. “La hemos atacado porque había hablado contra los talibán mientras se sentaba con los desvergonzados extranjeros e idealizaba al mayor enemigo del Islam, Barack Obama”, dijeron en un comunicado. “La sharia (la ley islámica) dice que se debe matar incluso a los niños si hacen propaganda contra el Islam”, concluyeron desafiantes.

“Casualmente”, dos días después del atentado contra Malala, el 11 de octubre, se celebraría por vez primera el Día Internacional de la Niña, instaurado por Naciones Unidas. “Todos los estudios demuestran que invertir en la niña es una de las mejores inversiones para reducir la pobreza, mejorar la salud, la educación y avanzar en igualdad. Cuando desperdiciamos el coraje, la creatividad y el potencial de las niñas, perdemos como sociedad”, decía la ONU un par de días después del atentado en un comunicado.

Encomillar el “casualmente” tiene sentido, y es lo que inaugura nuestra reflexión. Ello se complementa perfectamente con la protesta levantada días después por “la reina del pop”, la estadounidense Madonna, quien se tatuó la espalda con el nombre de la joven baleada en acto de protesta, mostrándose después en público con esa inscripción.

“Tengo derecho a la educación, derecho a jugar, derecho a cantar, derecho a que se oiga mi voz”, había dicho Malala antes de recibir el balazo en su cabeza. Absolutamente de acuerdo. En términos objetivos, lo dicho y hecho por la joven es una bandera de lucha que no podemos dejar de levantar todas y todos. La fecha instaurada por Naciones Unidas va en ese sentido. ¿Quién podría oponerse a la reivindicación femenina en un mundo cruzado ignominiosamente por el más despreciable machismo? ¿Quién podría dejar de condenar un acto tan abominable como el realizado por los talibanes? Todo eso está fuera de discusión. Incluso ¿quién no dejaría de aplaudir el traslado de la joven a un centro asistencial en Inglaterra para que recibiera la mejor de las atenciones? Seguramente: nadie.

Pero de todos modos, más allá de tan nobles propósitos en juego, es necesario plantearse algunos interrogantes: ¿no es excesivo el tratamiento que la prensa ha dado al caso? ¿No comienza a sonar un tanto llamativo tamaña preocupación? ¿Madonna clamando por esto?

Aún a riesgo de pasar por un paranoico que ve confabulaciones de la CIA detrás de cada acto –no estamos diciendo que ese sea el caso, por supuesto– toda esta explosión de interés mediático en el caso de la jovencita baleada puede despertar sospechas. Pakistán es un país pobre, con un índice de desarrollo humano bajo, con más del 20% de su población por debajo de la línea de pobreza trazada por la ONU y alrededor de un 35% de analfabetismo abierto, con una renta mensual per capita que ronda los 90 dólares y una desnutrición infantil crónica de 42%. Desde que comenzara la “guerra contra el terrorismo” por parte del gobierno de Estados Unidos en el 2001, su región noroeste, limítrofe con Afganistán, ha sido campo de batalla permanente contra los grupos talibanes. De hecho esta región, que es donde tuvo lugar la ilegal operación que permitió “cazar” a Osama Bin Laden, es una zona elegida por el Departamento de Estado para la utilización de los drones, los aviones no tripulados, que ya llevan causados varios miles de muertos en sus más de 130 incursiones. ¿Alguien levanta la voz por todas estas muertes, o por las ocasionadas por el hambre crónico?

¡Pobre Malala!, sin dudas. Pero ¿cuántas Malalas, cuántas jovencitas, niñas y niños mueren silenciosamente a diario en estas regiones golpeadas por la “lucha contra el terrorismo”? ¿Acaso todo esos niños, niñas y jóvenes no tienen derecho también a que se los atienda de la mejor manera posible si son heridos, aunque no sean activistas políticos?

En Washington se viene hablando insistentemente de una guerra abierta con Pakistán como una estrategia que llevaría a la desintegración del país aprovechando las líneas étnicas de Punjab, Sindh, Baluchistán y Pushtunistán. El objetivo geopolítico tras la maniobra sería destruir el potencial de Pakistán de convertirse en el corredor energético entre Irán y China, teniendo la neutralización del gigante asiático como la verdadera causa final. Colocar al integrismo islámico de los talibanes como parte de la jugada mostrando su faceta descarnada –baleando jovencitas, por ejemplo– puede ser un pieza más de un complicado rompecabezas. Lo cierto es que resulta, como mínimo, muy significativo tanta “preocupación” de la prensa mundial por la suerte corrida por Malala.

En el manejo de la geopolítica sabemos que todo es posible, lo más bajo y abyecto también. O más aún: eso precisamente es lo que la define. La manipulación mediática de la gran masa planetaria es, hoy por hoy, un elemento imprescindible en esas estrategias (“guerra de cuarta generación” la llaman los estrategas del Pentágono). Los talibanes sin ningún lugar a duda son unos asesinos; dispararle a quemarropa a una jovencita que se resiste a seguir sus irracionales medidas religiosas lo prueba. Pero no dejemos de recordar cómo se maneja todo esto.

“No empujamos a los rusos para intervenir [en Afganistán], sino que consideramos que esa operación secreta era una idea excelente. Tenía el efecto de hacer caer a los soviéticos dentro de la trampa afgana. El día que cruzaron oficialmente la frontera, tuvimos la oportunidad de dar a la Unión Soviética su propia guerra de Vietnam gracias a estos fundamentalistas”, dijo sin la menor vergüenza Zbigniew Brzezinski, Consejero de Seguridad Nacional del Presidente James Carter, describiendo la política de su país en una entrevista con el periódico francés “Le Nouvel Observateur” en 1998 hablando de operaciones encubiertas. Cuando se le preguntó si lamentaba haber ayudado a crear un movimiento que cometía actos de terrorismo por todo el mundo, desestimó la pregunta y declaró: “¿Qué es lo más importante para la historia mundial, los talibanes o el colapso del imperio soviético? ¿Varios musulmanes fanáticos o la liberación de Europa Central y el fin de la Guerra Fría?”.

Ahora, ante esta nueva brutalidad del grupo ultra ortodoxo y la desmedida montaña de “preocupación” por Malala cabe preguntarse: ¿nos siguen agarrando de estúpidos?

Guatemala: Cursos de Psicoanálisis


viernes, 12 de octubre de 2012

La homosexualidad como enfermedad: ¡seguimos en el Medioevo!

 


Marcelo Colussi


“No es que Dios no quiere a los homosexuales; Dios no quiere el pecado”.


Declaraciones de un “terapeuta de homosexuales”



 
Hace ya casi un cuarto de siglo, el 17 de mayo de 1990, la Organización Mundial de la Salud -OMS- quitó de la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades la homosexualidad como una entidad gnosográfica, como una patología. Es por eso que esa fecha, el 17 de mayo, ha quedado instaurada como “Día Mundial contra la homofobia, la lesbofobia y la transfobia”.


Podríamos estar tentados de pensar que la tolerancia sexual está instalándose. Pero no necesariamente es así. La homofobia sigue recorriendo nuestra sociedad planetaria. Con diferencias, con matices a veces muy marcados, pero que a la larga no difieren en lo sustancial, la discriminación a partir de la identidad sexual sigue siendo algo común, cotidiano, más allá de avances significativos que al respecto se puedan haber conseguido estos últimos años.


Aunque aparentemente no sea quizá el tema “principalísimo” del momento, cuando estamos ante la infausta posibilidad de una nueva guerra mundial tal vez con el uso de armas nucleares, levantar la voz ante la homofobia no deja de ser importante. En definitiva, también es un grito de lucha. Lucha, incluso, en un doble sentido: para hacer ver la intolerancia sexual y los valores machistas, por tanto homofóbicos, que siguen rigiendo nuestro imaginario social (para muestra, las recientes mezquinas declaraciones de un ministro español que -¡felizmente!- le costaran el puesto: “las leyes son como las mujeres: están hechas para violarse”). Y lucha también contra la mercantilización de toda actividad imaginable (hoy, pese al “avance” moral de la sociedad, se siguen vendiendo terapias para curar la homosexualidad, y según esa lógica puede esperarse que en cualquier momento alguna casa farmacéutica patente la medicina ad hoc).


La lucha por un mundo mejor, más equitativo y solidario, implica levantar la voz ante toda injusticia. Las “psicoterapias” que hoy se ofrecen para “curar” esta supuesta patología constituyen una flagrante violación de los derechos personales así como un negocio de cuestionable solvencia ética. En Estados Unidos, país que sin dudas ha dado pasos muy importantes en la lucha contra la discriminación sexual, al mismo tiempo de esos avances existen también ofertas de tratamientos, en sintonía con una sociedad donde todo puede ser mercadería para consumir. Así, aunque ya hacía algunos años que habían desaparecido, el NARTH (sigla en inglés por National Association for Research and Therapy of Homosexuality) está ofreciendo seminarios de “Restauración Emocional, Relacional y Sexual: compasión y esperanza para los quebrantados” para “tratar la homosexualidad indeseada y el lesbianismo indeseado y otras formas de quebranto sexual y relacional”.


“Estos tratamientos no son inocuos; son muy dañinos para la salud mental individual y colectiva: individual, porque fuerzan modificaciones subjetivas imposibles e innecesarias que generan culpabilidad y sufrimiento, y colectiva, porque profundizan procesos colectivos de prejuicios y discriminación”, manifestó recientemente Leonardo Gorbacz, diputado autor de la Ley Nacional de Salud Mental de Argentina, y psicólogo de profesión.


La lista de países en que se estarán promocionado próximamente estas iniciativas es amplia: Australia, Reino Unido, Finlandia, Lituania, Países Bajos, Filipinas, Suiza y Estados Unidos. La homosexualidad, según esta propuesta, es una “desviación de la personalidad” que se puede “corregir” a través del “perdón y la fe religiosa, conseguidos por medio del castigo y la tortura física y psicológica”. ¿Quién dijo que terminó la Edad Media? Ya no se usan los cinturones de castidad, pero…


Con motivo de la anexión de Austria por los nazis al inicio de la Segunda Guerra Mundial, Sigmund Freud, judío al que, por su celebridad, se le perdonó la vida permitiéndosele marchar al exilio, dijo en el momento de abandonar su tierra natal: “En el Medioevo me hubieran quemado a mí; hoy queman mis libros. ¡Hemos progresado!”.

Luchar por un mundo menos primitivo, más solidario e incluyente, implica también luchar contra los prejuicios. Y como dijo otro judío famoso también (Einstein): “es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio”.

domingo, 7 de octubre de 2012

Guatemala: Se busca por ejecución extrajudicial




Así es, eso es producto de la impunidad si en aquél entonces el sistema de justicia no hubiera estado gobernado por ellos mismos, tanto mucho mas que ahora y la ejecusión de estos jóvenes hubiera sido juzgado ahora no fuera ni presidente ni hubieran muerto estos señores de Toto.
 
 
Artículo 132Bis.— Ejecución extrajudicial. Comete el delito de ejecución extrajudicial, quien por orden, con autorización, apoyo o aquiescencia de auto­ridades del Estado, privare, en cualquier forma, de la vida a una o más personas, por mo...
tivos políticos; en igual forma comete dicho delito el funcionario o em­pleado público, perteneciente o no a los cuerpos de seguridad del Estado, que ordene, autorice, apoye o dé la aquiescencia para la comisión de tales acciones.
Constituye delito de ejecución extrajudicial, la privación de la vida de una o más personas, aún cuando no medie móvil político, cuando se cometa por ele­men­tos de los cuerpos de seguridad del Estado, estando en ejercicio de su cargo, cuando actúen arbitrariamente o actúen con abuso o exceso de fuerza. Igualmen­te cometen delito de ejecución extrajudicial, los miembros o integrantes de gru­pos o bandas organizadas con fines terroristas, insurgentes, subversivos o con cual­quier otro fin delictivo, cuando como resultado de su accionar resultare la muerte de una o más personas.
El reo de ejecución extrajudicial será sancionado con prisión de veinticinco a treinta años.
Se impondrá la pena de muerte en lugar de máximo de prisión, en cualesquie­ra de los siguientes casos:
a) Cuando la víctima sea menor de doce años de edad o persona mayor de sesenta años.
b) Cuando por circunstancias del hecho o de la ocasión, la manera de realizarlo y los móviles determinantes, se revelare una mayor peligrosidad del agente.
Ver más
Foto: Artículo 132Bis.— Ejecución extrajudicial. Comete el delito de ejecución extrajudicial, quien por orden, con autorización, apoyo o aquiescencia de auto­ridades del Estado, privare, en cualquier forma, de la vida a una o más personas, por motivos políticos; en igual forma comete dicho delito el funcionario o em­pleado público, perteneciente o no a los cuerpos de seguridad del Estado, que ordene, autorice, apoye o dé la aquiescencia para la comisión de tales acciones.
Constituye delito de ejecución extrajudicial, la privación de la vida de una o más personas, aún cuando no
 medie móvil político, cuando se cometa por ele­men­tos de los cuerpos de seguridad del Estado, estando en ejercicio de su cargo, cuando actúen arbitrariamente o actúen con abuso o exceso de fuerza. Igualmen­te cometen delito de ejecución extrajudicial, los miembros o integrantes de gru­pos o bandas organizadas con fines terroristas, insurgentes, subversivos o con cual­quier otro fin delictivo, cuando como resultado de su accionar resultare la muerte de una o más personas.
El reo de ejecución extrajudicial será sancionado con prisión de veinticinco a treinta años.
Se impondrá la pena de muerte en lugar de máximo de prisión, en cualesquie­ra de los siguientes casos:
a) Cuando la víctima sea menor de doce años de edad o persona mayor de sesenta años.
b) Cuando por circunstancias del hecho o de la ocasión, la manera de realizarlo y los móviles determinantes, se revelare una mayor peligrosidad
 del agente.
Foto: Artículo 132Bis.— Ejecución extrajudicial. Comete el delito de ejecución extrajudicial, quien por orden, con autorización, apoyo o aquiescencia de auto­ridades del Estado, privare, en cualquier forma, de la
 vida a una o más personas, por motivos políticos; en igual forma comete dicho delito el funcionario o em­pleado público, perteneciente o no a los cuerpos de seguridad del Estado, que ordene, autorice, apoye o dé la aquiescencia para la comisión de tales acciones.
Constituye delito de ejecución extrajudicial, la privación de la vida de una o más personas, aún cuando no medie móvil político, cuando se cometa por ele­men­tos de los cuerpos de seguridad del Estado, estando en ejercicio de su cargo, cuando actúen arbitrariamente o actúen con abuso o exceso de fuerza. Igualmen­te cometen delito de ejecución extrajudicial, los miembros o integrantes de gru­pos o bandas organizadas con fines terroristas, insurgentes, subversivos o con cual­quier otro fin delictivo, cuando como resultado de su accionar resultare la muerte de una o más personas.
El reo de ejecución extrajudicial será sancionado con prisión de
 veinticinco a treinta años.
Se impondrá la pena de muerte en lugar de máximo de prisión, en cualesquie­ra de los siguientes casos:
a) Cuando la víctima sea menor de doce años de edad o persona mayor de sesenta años.
b) Cuando por circunstancias del hecho o de la ocasión, la manera de realizarlo y los móviles determinantes, se revelare una mayor peligrosidad del agente.
Foto: Artículo 132Bis.— Ejecución extrajudicial. Comete el delito de ejecución extrajudicial, quien por orden, con autorización, apoyo o aquiescencia de auto­ridades del Estado, privare, en cualquier forma, de la vida a una o más personas, por motivos políticos; en igual forma comete dicho delito el funcionario o em­pleado público, perteneciente o no a los cuerpos de seguridad del Estado, que ordene, autorice, apoye o dé la aquiescencia para la comisión de tales acciones.
Constituye delito de ejecución extrajudicial, la privación de la vida de una o más personas, aún cuando
 no medie móvil político, cuando se cometa por ele­men­tos de los cuerpos de seguridad del Estado, estando en ejercicio de su cargo, cuando actúen arbitrariamente o actúen con abuso o exceso de fuerza. Igualmen­te cometen delito de ejecución extrajudicial, los miembros o integrantes de gru­pos o bandas organizadas con fines terroristas, insurgentes, subversivos o con cual­quier otro fin delictivo, cuando como resultado de su accionar resultare la muerte de una o más personas.
El reo de ejecución extrajudicial será sancionado con prisión de veinticinco a treinta años.
Se impondrá la pena de muerte en lugar de máximo de prisión, en cualesquie­ra de los siguientes casos:
a) Cuando la víctima sea menor de doce años de edad o persona mayor de sesenta años.
b) Cuando por circunstancias del hecho o de la ocasión, la manera de realizarlo y los móviles determinantes, se revelare una mayor
 peligrosidad del agente.
 
  • Tanto la PNC como el ejército son insituciones verticales, es decir "las ordenes se cumplen y no se discuten" en tiempos de guerra a un soldado razo oponerse a una orden de jefe inmediato superior puede significar su muerte en el acto, así a sido en las guerras, así que la mayor responsabilidad radica en el mando y en l comandante general del ejército
 

viernes, 5 de octubre de 2012

Guatemala: MANO DURA Y CRIMINAL CONTRA EL PUEBLO

Es evidente, Barillas fue el primer hecho. Hoy es Totonicapán. Este gobierno gobierna para los ricos (transnacionales de electricidad, empresas mineras, agronegocios, finqueros, caciferos, etc.) y al pueblo, cuando levanta sus demandas y reivindicaciones, le ofrece garrote, gases, balas.
Este es un gobierno que opera los intereses del capital, en este caso, de DEORSA y DEOCSA (Energuate), en el caso del servicio de energía eléctrica, cuyos cobros son la continuidad histórica del expolio español; que ejecuta política neoliberales en el caso de la reforma a la formación del magisterio, beneficiando al capital local y transnacional, pues privatiza la educación, la diseña para reproducir sus intereses y desmontar cualquier posibilidad de formación de ciudadanos libres; y de sus propios intereses y los intereses de la clase dominante, en el caso de las reformas constitucionales que pretende, que son una regresión absoluta en dirección de lograr democracia, desarrollo, justicia. Estos fueron los temas que las autoridades k’iche’s de Totonicapán pretendieron conversar con el gobernante el día de ayer y que éste ignoró. Y lo hicieron a partir de la toma de carreteras, porque de otra forma no se les atiende y no hay posibilidades de que “el diálogo” se convierta en una negociación a favor de las comunidades y millones de guatemaltecos y guatemaltecas ignorados por el poder formal y real de este país.
Hechos como los acontecidos no se registrarían, si estuviéramos ante un Estado y un gobierno que gestiona los intereses de las grandes mayorías. No se darían estos hechos si el gobierno, en lugar de reprimir, se orientara a resolver y transformar los conflictos generados por las injusticias, por las opresiones, por las exclusiones, etc., resolviéndolas de raíz.
Son evidentes las contradicciones y las malas intenciones de los ministros y el gobierno al impulsar una campaña de desinformación con relación a los hechos. Lo cierto hasta el momento es que van 7 muertos por arma de fuego y cerca de 40 heridos, la mayoría de los cuales también por arma de fuego, todos pertenecientes a comunidades k’iche’s, movilizados a partir del consenso que se generó en la estructura de los 48 Cantones de Totonicapán.
Lo cierto es que las fuerzas de seguridad del Estado sí portaban armas de fuego; que las fuerzas de seguridad reprimieron con el uso de la fuerza a los ciudadanos manifestantes. Lo cierto es que ha habido violación de Derechos Humanos y que las autoridades correspondientes (Ministerio Público) deben investigar y procesar a los responsables materiales e intelectuales. Ya el Procurador de los Derechos Humanos ha calificado el hecho como asesinato, cometido contra personas desarmadas, contrario a lo que difundió el gobierno.
Ha sido evidente la incapacidad, mala fe y el carácter represivo de los ministros de gobernación y de defensa. Bien conocido es que el pueblo de K’iche’, a través de su forma de organización, autoridad y representación, siempre ha defendido los intereses mayoritarios y siempre han procedido con el mayor cuidado para evitar estos hechos. Y esta no fue la excepción.
Manifestamos nuestra solidaridad a las familias, comunidades y a este valeroso y digno pueblo, que hoy vive el dolor de haber perdido a siete de sus hijos.
Nuestra condena antes estos hechos represivos que enlutan a todo nuestro pueblo.
Nuestra condena a la militarización, criminalización, persecución y represión que el gobierno de Otto Pérez ha implementado contra la protesta social legítima de nuestro pueblo.
Nos sumamos a la exigencia de renuncia o destitución del ministro de gobernación y el ministro de defensa, pues son funcionarios que atentan contra los ciudadanos indefensos.
Manifestamos nuestra disposición para acuerpar la movilización y lucha que estos actos represivos requieren de las organizaciones sociales y políticas consecuentes con nuestros pueblos.
NO MÁS REPRESIÓN CONTRA EL PUEBLO
NUESTRA CONDENA A LA MANO DURA
FRENTE POPULAR
Soberanía, Dignidad, Solidaridad
¡Vamos Patria, la lucha continúa!
Guatemala, 5 de octubre de 2012.

MANO DURA Y CRIMINAL CONTRA EL PUEBLO

Es evidente, Barillas fue el primer hecho. Hoy es Totonicapán. Este gobierno gobierna para los ricos (transnacionales de electricidad, empresas mineras, agronegocios, finqueros, caciferos, etc.) y al pueblo, cuando levanta sus demandas y reivindicaciones, le ofrece garrote, gases, balas.
Este es un gobierno que opera los intereses del capital, en este caso, de DEORSA y DEOCSA (Energuate), en el caso del servicio de energía eléctrica, cuyos cobros son la continuidad histórica del expolio español; que ejecuta política neoliberales en el caso de la reforma a la formación del magisterio, beneficiando al capital local y transnacional, pues privatiza la educación, la diseña para reproducir sus intereses y desmontar cualquier posibilidad de formación de ciudadanos libres; y de sus propios intereses y los intereses de la clase dominante, en el caso de las reformas constitucionales que pretende, que son una regresión absoluta en dirección de lograr democracia, desarrollo, justicia. Estos fueron los temas que las autoridades k’iche’s de Totonicapán pretendieron conversar con el gobernante el día de ayer y que éste ignoró. Y lo hicieron a partir de la toma de carreteras, porque de otra forma no se les atiende y no hay posibilidades de que “el diálogo” se convierta en una negociación a favor de las comunidades y millones de guatemaltecos y guatemaltecas ignorados por el poder formal y real de este país.
Hechos como los acontecidos no se registrarían, si estuviéramos ante un Estado y un gobierno que gestiona los intereses de las grandes mayorías. No se darían estos hechos si el gobierno, en lugar de reprimir, se orientara a resolver y transformar los conflictos generados por las injusticias, por las opresiones, por las exclusiones, etc., resolviéndolas de raíz.
Son evidentes las contradicciones y las malas intenciones de los ministros y el gobierno al impulsar una campaña de desinformación con relación a los hechos. Lo cierto hasta el momento es que van 7 muertos por arma de fuego y cerca de 40 heridos, la mayoría de los cuales también por arma de fuego, todos pertenecientes a comunidades k’iche’s, movilizados a partir del consenso que se generó en la estructura de los 48 Cantones de Totonicapán.
Lo cierto es que las fuerzas de seguridad del Estado sí portaban armas de fuego; que las fuerzas de seguridad reprimieron con el uso de la fuerza a los ciudadanos manifestantes. Lo cierto es que ha habido violación de Derechos Humanos y que las autoridades correspondientes (Ministerio Público) deben investigar y procesar a los responsables materiales e intelectuales. Ya el Procurador de los Derechos Humanos ha calificado el hecho como asesinato, cometido contra personas desarmadas, contrario a lo que difundió el gobierno.
Ha sido evidente la incapacidad, mala fe y el carácter represivo de los ministros de gobernación y de defensa. Bien conocido es que el pueblo de K’iche’, a través de su forma de organización, autoridad y representación, siempre ha defendido los intereses mayoritarios y siempre han procedido con el mayor cuidado para evitar estos hechos. Y esta no fue la excepción.
Manifestamos nuestra solidaridad a las familias, comunidades y a este valeroso y digno pueblo, que hoy vive el dolor de haber perdido a siete de sus hijos.
Nuestra condena antes estos hechos represivos que enlutan a todo nuestro pueblo.
Nuestra condena a la militarización, criminalización, persecución y represión que el gobierno de Otto Pérez ha implementado contra la protesta social legítima de nuestro pueblo.
Nos sumamos a la exigencia de renuncia o destitución del ministro de gobernación y el ministro de defensa, pues son funcionarios que atentan contra los ciudadanos indefensos.
Manifestamos nuestra disposición para acuerpar la movilización y lucha que estos actos represivos requieren de las organizaciones sociales y políticas consecuentes con nuestros pueblos.
NO MÁS REPRESIÓN CONTRA EL PUEBLO
NUESTRA CONDENA A LA MANO DURA
FRENTE POPULAR
Soberanía, Dignidad, Solidaridad
¡Vamos Patria, la lucha continúa!
Guatemala, 5 de octubre de 2012.

Guatemala: PRONUNCIAMIENTO EN REPUDIO A LA REPRESIÓN OCURRIDA CONTRA EL PUEBLO K'ICHE'



El grupo de personas y organizaciones que esta tarde asistimos al foro sobre conflictividad agraria en Guatemala, indignados por la represión ocurrida hoy en Cuatro Caminos, manifestamos nuestro repudio por la muerte de 4 personas y 32 heridos en el desalojo realizado por parte del ejército. Los manifestantes reprimidos son pobladores maya k’iche’ guatemaltecos que pertenecen a los 48 cantones de Totonicapán, quienes en defensa de sus territorios ancestrales se rechazan los planes de privatización de la educación y el rechazo al incremento de la energía eléctrica.

Exigimos se deduzcan las responsabilidades de las autoridades de gobernación y el ejército. Rechazamos la política represora del Gobierno de Otto Pérez Molina, por el uso de armas de agresión contra la población que defiende sus derechos y sus territorios. Repudiamos las políticas de muerte impulsadas a través de la imposición de proyectos, leyes y reglamentos contrarios a la vida y las acciones violentas contra la población civil desarmada. Desde ya, responsabilizamos a las autoridades, y al Presidente de la república de las acciones represoras ejecutadas el día de hoy y de las consecuencias que esto pudiera traer, la criminalización de las luchas sociales incluidas.

Centro histórico de la ciudad de Guatemala, 04 de octubre de 2012

Centro de Estudios Rurales Ixim (CER-Ixim)
Frente Popular
Alianza de Mujeres Rurales
Asociación Mujeres Madre Tierra
Red de jóvenes voluntarios por los derechos humanos (REJOVI)
Colectiva Feminista de Mujeres de Izquierda
Colectivo Albedrio Guatemala
Instituto para el Desarrollo Rural (IDR)
Asociación de Jóvenes para el Desarrollo y Rescate Social (AJODER)
Servicios Jurídicos y Sociales (SERJUS)
Red de Educadoras y Educadores Populares (REDK’AT)
Grupo Monseñor Romero
Y 33 hombres y 30 mujeres asistentes al foro que se suman al comunicado

Guatemala: Otro golpe al pueblo maya, al estilo mano dura


Por la Asamblea de pueblos de Huehuetenango por la Defensa del Territorio, ADH - Huehuetenango, 5 de octubre de 2012

La asamblea de pueblos de Huehuetenango –ADH-; a la opinan pública nacional e internacional; MANIFIESTA.

Nuestra profunda indignación por los actos violentos sucedidos y lamentamos el fallecimiento de 3 hermanos y 32 heridos y condenamos una vez más la respuesta represiva del gobierno de Guatemala hacia la manifestación pacífica y legitima de los pueblos.
El ataque del gobierno militar de Otto Pérez Molina hacia la lucha de los pueblos es sistemático. Hoy fue el pueblo maya Kiche de Totonicapán, los que sufren la represión del Estado.

La concentración pacífica convocada por las autoridades de Totonicapán desde un principio fue descalificada y amenazada de ser desalojada por el gobierno de Guatemala y efectivamente así sucedió; los gases lacrimógenos, la presencia policial y militar no se hicieron esperar, fue planificada.

Hacemos un llamado a los lideres y lideresas comunitarios de todo el país; mantenernos en vigilancia permanente; hoy más que nunca debemos unir nuestras voces y nuestras fuerzas. Estos ataques son dirigidos a los pueblos organizados; que luchan por la vida, ayer fue el pueblo Qanjobal de Barillas, ahora el pueblo Kiche de Totonicapan.
Llamamos a la solidaridad internacional que se pronuncie para que el gobierno ponga fin a la imposición y represión a las justas demandas de los pueblos; porque la historia de opresión se repite y se profundiza.

ASAMBLEA DE PUEBLOS DE HUEHUETENANGO POR LA DEFENSA DEL TERRITORIO –ADH