miércoles, 28 de septiembre de 2011

Guatemala y El Salvador: Simposio sobre Memoria Histórica

San Salvador: última semana de septiembre 2011 en Nuestra América

Guatemala: ¿Cultura de la resignación….o aún hay esperanzas?

Elecciones en Guatemala: un laboratorio para pensar la situación de Latinoamérica

Marcelo Colussi
mmcolussi@gmail.com

Un análisis de las recientes elecciones en Guatemala publicado en esta página generó algunos comentarios de los que querría retomar uno en particular. Se trata de algunas preguntas que nos hace llegar nuestro amigo Juan Gaudenzi, desde México. Comenzamos por citarlo literalmente:

“Brillante análisis de coyuntura y del contexto económico-social y político nacional. El gran interrogante para el que me hubiese gustado encontrar una respuesta más desarrollada es ¿por qué en un país con una población de aproximadamente un 60 por ciento indígena, el electorado (mayoritariamente indígena) concurre masivamente a las urnas para elegir entre una gama de blancos de derecha (racistas, discriminadores, excluyentes, etc.)?
Esta aberración supera con creces al proletariado eligiendo periódicamente al explotador capitalista que le romperá el c. en los siguientes años (la democracia liberal).
¿Por qué la única candidata indígena (de izquierda) consigue apenas el 3 por ciento de los votos?
¿Por qué los indígenas guatemaltecos no consideran que uno de ellos, de su propia sangre y cultura, puede gobernar el país, como en Bolivia?
¡A qué punto ha llegado la alienación de los pueblos nativos que han perdido toda confianza en sí mismos!
Creo que la gran tarea de la izquierda de aquí en más es contribuir a que recuperen esa confianza. Si para las grandes masas la lucha de clases ha perdido todo atractivo, Guatemala es el país ideal (ausencia de mestizaje) para plantearla en términos de etnicidad y cultura.
Con lo único que no estoy muy de acuerdo con tu texto es que consideras positivo el fin de la guerra. Para mí, pese a todas las atrocidades, mientras había tiros había una cuota de esperanza”.

El planteamiento que nos deja Gaudenzi va mucho más allá de la situación puntual de la nación centroamericana, abriendo un debate que toca a todos los países de Latinoamérica. Y más aún: deja preguntas válidas para la izquierda en su conjunto.

No vamos a responder una a una las preguntas como si se tratara de un interrogatorio periodístico (que, por cierto, no lo es), sino que inspirándonos en estos comentarios, intentaremos profundizar algunas líneas de análisis, permitiéndonos incluso alguna digresión.

Partiría de una frase clave: “la gran tarea de la izquierda de aquí en más es contribuir a que recuperen esa confianza”. Agregaría ante todo: no sólo que los pueblos indígenas recuperen la confianza en propuestas indígenas sino, quizá con un sentido más general, que las grandes mayorías recuperemos la confianza en la posibilidad del cambio. Para decirlo de un modo provocativo: pareciera que hoy esto del cambio social está “pasado de moda”. ¿Por qué?

Sin dudas el resultado electoral del Frente Amplio, la única fuerza de izquierda con la premio Nobel Rigoberta Menchú como candidata presidencial, abre interrogantes. Su 3.27% de caudal de votos, tres diputados en el Congreso entre 158 y sólo cinco alcaldías sobre 325 municipios debe llamar a una autocrítica para la izquierda: ¿da lo obtenido en estas elecciones la posibilidad de trabajar por un cambio de estructuras? ¿Sí o no? ¿De qué manera? ¿Se están acumulando fuerzas para el cambio, o se están perdiendo las fuerzas con que se contaba? ¿Vale la pena el trabajo en la estructura misma de las democracias formales o, retomando el último comentario de nuestro amigo, las esperanzas sólo existían en la medida en que había movimientos armados en acción?

Esas antiguas guerrillas, hoy día recicladas y convertidas en partidos políticos incorporados a la legalidad democrática del sistema, han tenido distinta suerte en los diferentes países del continente. Pero donde sea que se hayan presentado a elecciones, incluso habiendo ganado –en alianza con otras fuerzas y con candidatos extra-organización, como por ejemplo en El Salvador, o extremando las cosas, en Nicaragua, donde vestigios de lo que fuera un movimiento armado gobierna hoy día, pudiendo reelegirse muy prontamente– sus propuestas ya no consideran en primer término las transformaciones revolucionarias levantadas antaño. Si ello sigue haciendo parte de su ideario y su proyecto estratégico, al menos en lo que concierne a su presentación oficial, hoy ha desaparecido. ¿Desapareció entonces la idea de revolución?

En Latinoamérica, en estas últimas décadas post Guerra Fría, ha habido ya varios gobiernos que, en términos generales, se pueden ubicar en la izquierda política (Lula en Brasil, Bachelet en Chile, los Kirchner en Argentina, etc., etc.) Extremando las cosas, se podría decir que la actual administración en Guatemala, con Álvaro Colom a la cabeza, tiene –o pretendió tener– un perfil socialdemócrata (de ahí el encono visceral de la derecha tradicional del país contra su gobierno, con virtual golpe de Estado en algún momento –el caso Rosenberg– y la negativa a continuar ese esquema no permitiendo la inscripción de su esposa Sandra Torres como candidata presidencial en el 2011). Ahora bien: más allá de esa fabulosa reacción de las derechas tradicionales, furiosamente anticomunistas como en los más álgidos tiempos de la Guerra Fría, ninguno de estos planteos de las izquierdas recicladas logró 1) ni cambios sustantivos en la situación de las poblaciones cuando esa izquierda fue gobierno, ni 2) acciones de organización y movilización que trajeran propuestas de cambio trabajando desde el llano. Se podría preguntar entonces: ¿en qué anda la izquierda? El 3.27% de votos recién obtenidos en Guatemala (sexta fuerza electoral entre diez candidaturas presidenciales) da un principio de respuesta: ¡estuvo cerca de la extinción como partido legal!

Todo lo cual debe llevarnos a interrogar: ¿qué está pasando con las ideas de cambio? Ese es el sentido de las preguntas de Gaudenzi, y debería ser el horizonte autocrítico de toda la izquierda. ¿Por qué lo más a que se puede aspirar hoy, pensándolo desde el campo de la izquierda, es a participar en elecciones? ¿No caben ya las ideas de transformación revolucionaria? El peso fenomenal de la ideología dominante, de las corrientes mediáticas hegemónicas, de las tendencias académicas en boga, han quitado la idea de revolución y de lucha de clases del léxico cotidiano ¡y de las izquierdas! La aspiración a la democracia (que no es sino democracia formal, representativa, esta que se elige cada cierto período de tiempo pero que no cambia nada sustancial) pareciera la meta final. ¿Cómo entender todo eso?

No es sino a la luz de la historia que puede tenerse una dimensión de lo que está sucediendo. La paliza recibida por las distintas izquierdas en todo el continente en estas últimas décadas a manos de la derecha (represión militar furiosa) y los terribles golpazos al campo popular en el plano económico a partir del capitalismo salvaje de estos años, eufemísticamente llamado “neoliberalismo”, dan la clave. Sobre los miles y miles de muertos, desaparecidos y torturados que las recientes dictaduras se cansaron de producir, se erigieron las políticas de achicamiento del Estado y super explotación que aún están en boga, incluso con todos los gobiernos de izquierda de la actualidad. Esa es la matriz desde donde entender cómo estamos.

¿Acaso pasó de moda la necesidad de transformar un mundo terriblemente injusto donde unos pocos deciden la vida de millones? Obviamente no; pero el espíritu de protesta, la llama de la rebeldía transformadora, hoy por hoy quedó apagada. No extinguida, sin dudas, pero sí dañada. En Guatemala en concreto, con 245.000 víctimas producto de la guerra interna que se vivió recientemente (sangrienta expresión de la lucha de clases ¡que no ha desaparecido!), teniendo en su haber el nada honroso título de ser el país del mundo con mayor número de desaparecidos per capita (49% de las desapariciones forzadas del continente están aquí), levantar la voz aún puede ser muy peligroso. Si a eso se suma una virtual “guerra” criminal cotidiana con niveles de asesinatos no tan distintos a los del conflicto armado de años atrás, el terror generado en la población perfectamente puede dar como resultado la creencia en que una propuesta de “mano dura” contra la delincuencia puede ser la solución. De todos modos –¡y esto sí refuerza la idea de esperanza que aún sobrevive pese a todo!– debe tenerse en cuenta que no toda la población votó por esa opción sino sólo un 36%, mucho menos de lo que nos decían las encuestas previas (aquí conviene recordar aquello de que hay tres tipos de mentiras: las culposas, las piadosas… y las encuestas).

Para la segunda vuelta no sería raro esperar que la propuesta de un quinceavo sueldo realizada por el candidato Manuel Baldizón trepe mucho en la opción de voto, no siendo así totalmente seguro el triunfo del ex militar Otto Pérez Molina. Tal vez la pobreza generalizada pese más que el miedo a la delincuencia, fantasma azuzado hasta el cansancio por los medios de comunicación y por el Partido Patriota. Esto lleva a recordar una encuesta realizada por Naciones Unidas unos años atrás a nivel de toda Latinoamérica donde la población mayoritariamente preferiría un gobernante que le asegure un mejor pasar económico aunque ello significara la pérdida de garantías democráticas. El bolsillo manda, sin dudas, y nadie termina de creerse mucho la pregonada “democracia” como solución a los problemas cotidianos.

¿Qué podemos extraer de esto: que la gente se “derechiza”? Juan Gaudenzi nos hablaba de “aberraciones”: población indígena votando por “blancos de derecha (racistas, discriminadores, excluyentes)”, o “proletariado eligiendo periódicamente al explotador capitalista que le romperá el c. en los siguientes años”. En esa línea de las aberraciones, cabría plantear también si es cierto que “para las grandes masas la lucha de clases ha perdido todo atractivo”. Sin dudas todas esas provocadoras interrogantes deben alimentar el debate en la izquierda. Pongamos como marco general del análisis una frase de cuño hegeliano para entender por dónde va la cosa: el esclavo piensa con la cabeza del amo. Lo cual no significa que la historia está escrita y que alguna vez ese esclavo no pueda rebelarse. ¿Qué otra cosa fue si no el 36% del Partido Patriota cuando se daba por ganador cómodo en la primera vuelta? Más allá de la pedagogía del terror que 36 años de guerra interna y una actual explosión de violencia cotidiana que inunda todos los espacios han impuesto, la gente reaccionó. Si queremos decirlo con un tono más épico: ¡no todo está perdido! Esto no significa que en la segunda vuelta del 6 de noviembre se imponga una propuesta popular, transformadora. No, definitivamente, dado que los dos candidatos no son sino expresión de las mismas fuerzas de derecha, y para las grandes mayorías populares no hay mucha alternativa. Pero la gente, pese a todo, se expresó contra la maquinaria de derecha más conservadora.

Por supuesto que llama la atención cómo es posible que el país de toda Latinoamérica con mayor porcentaje de población indígena no opte por una candidata de su sangre, de sus raíces, la maya-quiché candidata presidencial ya en dos oportunidades, como sí sucedió por ejemplo en Bolivia con un candidato de origen aymará, Evo Morales, ganador ya dos veces de la presidencia. No es fácil dar una explicación a eso, y mucho menos, plantearse las alternativas políticas del caso. ¿Por qué Rigoberta Menchú, en dos elecciones, queda tan atrás? Una vez más: las democracias formales, democracias de “baja intensidad” –como correctamente se las ha caracterizado– no son una salida real para los principales problemas de la gente. Si no, recordemos la encuesta a la que hacíamos alusión. Por eso la población indígena puede apostar por estos “blancos”, uno de ellos incluso ligado a la represión contrainsurgente de años atrás. Pero eso fenómeno (¿síndrome de Estocolmo?), que se repite en distintos lugares y en diferentes momentos, no es nada nuevo en la psicología colectiva. No se trata de “estupidez” de la gente, sino de complejos procesos donde se entremezclan miedos provocados, necesidad de triunfalismo, manipulación de las conciencias, respuestas viscerales más que racionales: en Estados Unidos la gente en una segunda elección optó por Bush hijo pese a saberse que en la primera había habido fraude, y otras tantas veces la población italiana eligió a un mafioso como Berlusconi, o en Bolivia, años atrás, se eligió democráticamente al verdugo general Hugo Banzer, al igual que la población de la provincia de Tucumán, en Argentina, optó por el declarado asesino general Bussi como gobernador. ¿Y qué decir de la población alemana que, en su inmensa mayoría, buscó alegremente la figura del Führer como modelo para sentirse “raza superior”? ¿Por qué en los países europeos, con históricos Estados de bienestar, en estos últimos años se votó por candidatos neoliberales y conservadores que desarmaron esos avances sociales? Hay que entender todos estos procesos como algo más que “aberraciones”; en todo caso, se juega ahí un enrevesado entrecruzamiento de discursos políticos y subjetivos que tal vez una lectura desde la Psicología Social puede permitir descifrar. Pero de todos modos, la gente no es simplemente “tonta”, o “culpable” del giro a la derecha. Los procesos sociales son infinitamente complejos, y así como se puede aplaudir al propio verdugo (¿no hay casos de mujeres torturadas que se casan con su torturador?) también hay reacción. De hecho, Pérez Molina no ganó, y no es tan seguro que se imponga en la segunda vuelta.

En Guatemala por supuesto que sorprende que una candidata indígena tenga una aceptación tan baja, pero ello tiene historia. La población indígena del país por siglos estuvo desunida, excluida, reprimida. Y no se podría asegurar sin críticas que la figura de Rigoberta Menchú sea hoy la más absolutamente genuina expresión de los pueblos mayas. Hay algo de manipulación de su figura por cierto. Los indígenas lo saben, y seguramente eso se reflejó en las urnas. Al respecto puede ser interesante citar palabras del ecuatoriano Pablo Dávalos: “Cuando los indios emergen en el 90 empieza también la cooperación para el desarrollo. Las ONG del desarrollo aterrizan en el corazón del movimiento. (...) La cooperación rompe las solidaridades e inaugura rivalidades entre las comunidades con la creación de organizaciones de segundo grado que empiezan a disputar los recursos de la cooperación”.

Pero la organización de los pueblos mayas, más allá de esa cooperación internacional que la coopta (o de las estrategias de exterminio que el genocidio vivido durante la guerra trajo) sigue viva. Ahí es donde decimos que, pese al posible derrotismo que expresábamos más arriba, la esperanza continúa estando presente. Las izquierdas tradicionales de Latinoamérica en países con alta composición de pueblos originarios –en general inspiradas en cosmovisiones europeizantes de marxismo ortodoxo, salvo chispazos alternativos como José Mariátegui en Perú o Carlos Guzmán Böckler en Guatemala, que han propuesto nuevas interpretaciones de la cuestión indígena, siempre como marxistas, pero entendiendo de otro modo el fenómeno– han tenido muchas reticencias para aceptar teórica y prácticamente el hecho de una “movilización política indígena” como una entidad propia, y de hecho su accionar político siempre se ha encaminado a integrar los movimientos indígenas en la lógica de lucha campesina. Como claramente lo expresa el pensador guatemalteco Guzmán Böckler, en la izquierda latinoamericana por años se esperó “la proletarización que exigían los pensadores estalinistas de las izquierdas ortodoxas para limpiar el camino que conduciría a la revolución”. El “problema indígena” fue para la izquierda en muy buena medida justamente eso: un problema. No encajaba en la teoría, era un “obstáculo” para la revolución proletaria. Como bien lo expresa Gaudenzi, “si para las grandes masas la lucha de clases ha perdido todo atractivo, Guatemala es el país ideal para plantearla en términos de etnicidad y cultura”. Hay ahí un reto abierto. ¿Perdió “atractivo” la lucha de clases, o se ha sacado el tema de circulación por otros motivos? Las 245.000 víctimas de la guerra civil de Guatemala, ¿no se deben a la lucha de clases?

En este contexto puede ser pertinente recordar la Declaración de Quito, de julio de 1990, preparatoria de la contra-cumbre de celebraciones que tuvo lugar con motivo del encuentro (¿o encontronazo?) de dos mundos en 1492: “los pueblos indios, además de nuestros problemas específicos, tenemos problemas en común con otras clases y sectores populares tales como la pobreza, la marginación, la discriminación, la opresión y explotación, todo ello producto del dominio neocolonial del imperialismo y de las clases dominantes de cada país”.

Sin dudas que la izquierda está en crisis. ¡Y no sólo en Guatemala! Que el próximo 23 de octubre pueda imponerse Cristina Fernández viuda de Kirchner en las urnas de Argentina, o el 6 de noviembre Daniel Ortega en las de Nicaragua, no significa que se impongan proyectos revolucionarios, que la derecha tiemble porque se viene el poder popular y las expropiaciones, que el imperialismo asista a nuevas Cubas en el continente. Hoy día esas ideas “revolucionarias” parecieran haberse esfumado; o, al menos, no están presentes en la cotidianeidad de la práctica política, han perdido fuerza. O peor aún: han perdido credibilidad. Pero los movimientos sociales (los pueblos indígenas, los desocupados urbanos, los grupos de mujeres organizadas, los piqueteros, los sin-tierra, los jóvenes sin futuro, los desamparados de toda laya), quizá sin decirse de izquierda en sentido estricto, siguen vivos y en pie de lucha. Si en Bolivia hoy gobierna un indígena, es porque esos movimientos populares llevaron a Evo Morales a la presidencia. ¿Por qué no sucede eso en Guatemala? Son situaciones diferentes, sin dudas, y explicar el caso centroamericano no es para justificar el rendimiento de la izquierda en las pasadas elecciones. De lo que no caben dudas es que las propuestas de izquierda no están en alza; pero el descontento sigue estando ahí, como volcán listo para reventar.

¿Será que el camino para transformar algo anda por el lado de los movimientos sociales? Muy probablemente. Ello no significa que allí radique la fórmula mágica, pero sin dudas –tomando las provocadoras preguntas de Gaudenzi– hay que abrir el debate en torno a todo esto. Lo importante a rescatar es la esperanza. Si la misma nace de los tiros que vuelan por ahí o de la organización de base, es lo que está en discusión. Hoy los movimientos armados no están en crecimiento; pero nada dice que quizá no retornen. No lo estamos asegurando, y mucho menos estamos haciendo un llamado a ello. Pero la realidad política nos muestra que ello no deja de ser posible. Lo que sí es palmario es que las propuestas de izquierda electoral no alcanzan para transformar de raíz los agudos problemas de las sociedades latinoamericanas. El caso del bolivarianismo en Venezuela es una pregunta abierta: después de varias elecciones ganadas por Hugo Chávez, ¿se transformó realmente la situación de las grandes mayorías populares, o no se ha ido más allá de un discurso reformador que no cambia las estructuras de fondo? La invitación es seguir profundizando el tema.

Por supuesto que los movimientos indígenas siguen siendo una esperanza de cambio. Como dijo el portugués Boaventura de Sousa Santos refiriéndose al caso colombiano en particular y latinoamericano en general, “la verdadera amenaza no son las FARC. Son las fuerzas progresistas y, en especial, los movimientos indígenas y campesinos. La mayor amenaza [para la estrategia hegemónica de Estados Unidos y para el gran capital local] proviene de aquellos que invocan derechos ancestrales sobre los territorios donde se encuentran estos recursos [biodiversidad, agua dulce, petróleo, riquezas minerales], o sea, de los pueblos indígenas”.

Que en la segunda vuelta electoral en Guatemala el próximo 6 de noviembre los pueblos mayas, mayoritarios en el país, junto a los pobres no-mayas ubicados básicamente en las áreas urbanas y en el oriente, tengan que optar por dos candidatos que no los representan en absoluto, no significa que la gente se “derechizó”, sea tonta o no tenga conciencia política. Indica, en todo caso, que el discurso del cambio hoy por hoy lo tiene secuestrado la derecha. Pero los problemas están ahí, y la población sigue resistiendo como puede, desde el llano, desde la cotidianeidad. Lo cual lleva a plantearse autocríticamente cómo hace el pensamiento de izquierda para retomar el terreno perdido. La gran tarea de la izquierda hoy, retomando a nuestro amigo que nos provoca desde México es, después del desprestigio en que ha caído todo lo que suene a contestatario –y luego de la represión feroz de la que fue objeto, al igual que los movimientos populares– ¿cómo hacer para recuperar la confianza en que el cambio sí es posible? Es decir: ¿cómo levantar banderas contra la resignación?

sábado, 24 de septiembre de 2011

Guatemala: COMUNICADO DE PRENSA ante las elecciones





LA UNION SINDICAL DE TRABAJADORES DE GUATEMALA

UNSITRAGUA

Ante la Opinión Pública Nacional e Internacional



MANIFIESTA



FRAUDE ELECTORAL EN LA SEGUNDA VUELTA PRESIDENCIAL
Tribunal Supremo Electoral inepto y con voluntad parcializada.



Guatemala, 23 de septiembre de 2011.  La elecciones generales 2011 celebradas en Guatemala el 11 de septiembre presentaron resultados fraudulentos, miles de ciudadanos fueron acarreados de otros municipios, para votar por determinadas planillas a integrar corporaciones municipales a cambio de un pago dinerario u otro tipo de dádiva,  los partidos políticos: Patriota, Lider, UNE-GANA, UCN; son señalados seriamente por observadores nacionales y internacionales debidamente acreditados de haber hecho uso de esta práctica.



El Tribunal Supremo Electoral en el año 2001 y 2002, emitió acuerdos para excluir a ciudadanos legítimamente inscritos en el Padrón Electoral a quienes asignó "Status Excluido por no Recoger su Constancia de Inscripción" mecanismo que pudo ser utilizado para que simpatizantes de determinado partido política no emitieran su voto, además del Acuerdo donde crearon la "Residencia Electoral", para que vecinos de otros municipios puedan votar en otros municipios donde supuestamente residen, la declaración de la nueva dirección
se hace bajo juramento de Ley, pero el TSE no verifica que las personas efectivamente residan en el municipio, lo que deja la puerta abierta para que políticos mafiosos sin ninguna moral y que regularmente se enriquecen de los erarios públicos, acarreen personas de otros municipios a cambio de un pago (finalmente es una inversión), desde que se implementó la "Residencia Electoral" a partir de las elecciones 2003 se ha hecho señalamientos, pero el TSE ha puesto oídos sordos a las denuncias y ya en este proceso electoral los acarreos fueron extremos, abusivos y por lo tanto, contundentes en los resultados, así tenemos para los próximos 4 años autoridades ediles y legislativas que fueron electos ilegítimamente, aunque el TSE quiera tapar el sol con un dedo, desestimando el 75% de las 107 denuncias presentadas. 



El ACUERDO DE RESIDENCIA ELECTORAL ES NULO; TODA VEZ ESTÄ EN OPOSICION AL CODIGO MUNICIPAL; que manda que la persona se avecinde si tiene un año de residir en el municipio con el ánimo de residir permanentemente o el asiento principal de su patrimonio; SI NO LLENA ESTE REQUISITO, NO ES VECINO Y NO DEBERIA ELEGIR ALCALDE DE ESE MUNICIPIO; QUE ES UN DERECHO INHERENTE A LOS VECINOS.



Además el TSE no inscribió candidaturas de varios ciudadanos, aduciendo errores de forma y no de fondo que igualmente no fueron consignados en las hojas de enmiendas oportunamente en Organizaciones Políticas de esa Institución. 



 Se obstaculizó la inscripción de algunos partidos políticos, se permitió la campaña anticipada y no se controló los "techos de campaña", por lo que la UNION SINDICAL
DE TRABAJADORES DE GUATEMALA  -UNSITRAGUA-.



NO RECONOCE LOS RESULTADOS DE LAS ACTUALES ELECCIONES Y LAS
PRONUNCIA FRAUDULENTAS, pues luego de transcurridos los plazos para que las Juntas Departamentales resolvieran conforme a derecho, todo fue elevado al TSE, donde se guarda silencio sepulcral, pues están  buscando la fórmula de validar el fraude, y pues finalmente es lo único que hacen esos Magistrados y le cuesta al pueblo cientos de millones de quetzales.  Por lo que, los candidatos que van a segunda vuelta son producto del fraude de la primera vuelta, por lo tanto, también es fraude.



Además UNSITRAGUA DEMANDA de los Magistrados del TSE por el bien de Guatemala deben de RENUNCIAR de los cargos, toda vez que sus malas prácticas y falta de ética no contribuyen a la construcción de la democracia real y participativa.

martes, 20 de septiembre de 2011

HONDURAS.- ¿Por qué el PSOCA no participó en la Asamblea de la discusión de los Estatutos del Frente Amplio Electoral (FARP)?


Por Maximiliano Fuentes
El sábado 17 de septiembre,  tuvo lugar la asamblea del Frente Amplio Electoral realizada en las instalaciones del Instituto Central Vicente Cáceres, en la ciudad de Tegucigalpa. El motivo de la Asamblea era discutir el proyecto de Estatutos de la organización política que participará en el próximo proceso electoral.
Al evento asistieron una diversidad de organizaciones sociales y políticas, por cierto, todas ellas conformaran la plataforma del proyecto político de José Manuel Zelaya Rosales. Desde luego, de forma muy cordial, a nuestra organización política se le invito para que participara de dicha discusión, sin embargo, frente a la desnaturalización del FNRP como organismo de lucha y su disolución como corriente dentro del Frente Amplio Electoral que lidera Zelaya, decidimos no participar en dicha discusión. Las razones son varias, creemos que se hace necesario explicarlas, en aras de hacer valer las mismas, ante las distintas organizaciones que desean emprender transformaciones sociales.

¿Qué es el FARP?
El Frente Amplio Electoral de la Resistencia Popular (FARP) no es una creación novedosa, se trata de la resurrección de la política de creación e implementación del clásico “Frente Popular”, es decir, una política impulsada por los partidos stalinistas durante la década de los años 30 del siglo pasado, que consistía en implementar una política de alianzas y subordinación de los sectores obreros y populares en relación con sectores empresariales de “izquierda”,  a los que catalogaban como “progresivos” o “revolucionarios”.
El FARP se nos presenta ahora como una nueva organización política donde convergen distintas organizaciones sociales, políticas, gremiales y populares, hasta sectores burgueses “progresivos”, como el representado por Zelaya y los distintos liberales que comparten su visión.
El FARP se define como un movimiento "abierto a la incorporación de nuevas fuerzas y por lo tanto acogerá en su seno a otras organizaciones y movimientos políticos y en general a las y los ciudadanos que comparten su misma concepción".
También "garantiza la unidad en la diversidad del movimiento popular y político en resistencia, respetando la pluralidad ideológica y su autonomía organizativa y procurando la incorporación de los sectores progresistas y democráticos", añaden los estatutos del FARP, compuesto por sectores de diferentes ideologías.”[1]
Los socialistas centroamericanos no hemos opuesto a esta amalgama ideológica y de programas, evidentemente por ser el FARP una organización que diluye las tareas centrales de la clase obrera y contribuye al fortalecimiento del Estado capitalista. Por otro lado, la política de los “frente populares” diluyen con su práctica los ejes centrales de lucha de la clase, tan solo para anteponer el ejercicio electoral como uno de los únicos métodos de la toma del poder.
La desnaturalización del FNRP
Una de las mayores conquistas de la lucha contra el golpe de Estado, fue la constitución de un organismo amplio, democrático y de lucha. La revolución que se gestaba en Honduras terminó siendo derrotada de forma pacífica por la claudicación política de Zelaya, que privilegió la negociación política con el gobierno de Lobo, y por el colaboracionismo de la mayoría de la dirección del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP).
Sin embargo, esa gran conquista política y organizativa fue disuelta a partir de las intenciones de Zelaya y de los sectores oportunistas que dirigen el FNRP, los Acuerdos de Cartagena marcaron la nueva dinámica de este organismo que surgió originalmente como una respuesta de lucha unitaria contra la violación del orden democrático el pasado 28 de junio de 2009.
Sin duda el FNRP recogió el interés de distintos sectores de la sociedad hondureña, que aspiran en buena medida, la transformación y la democratización de Honduras. Pero todas estas aspiraciones con el giro político que Zelaya le imprimió al frente, la traición quedo consumada cuando se entregaron las banderas de lucha y se jerarquizó lo electoral por encima de las luchas contra el ajuste capitalista. Con la nueva orientación política, aplicada a raíz del retorno de Zelaya a Honduras, todos los objetivos planteados para la transformación quedaron suprimidos al convertir al FNRP en un partido político más del antidemocrático régimen hondureño.
Aunque el FNRP sigue existiendo como una organización formalmente independiente, el FARP, como la crisálida hambrienta ha devorado todas las estructuras del FNRP, dejando un cascaron vacío ante el nacimiento de la nueva organización que tiene una clara orientación electorera y de colaboración de clases.
Las consecuencias del giro político
Este giro en la política del FNRP ha tenido consecuencias directas. Por un lado, permitió  que el gobierno ilegitimo fuera reconocido por la comunidad internacional, y de esa manera blanquear el golpe de Estado y darle una cara democrática al gobierno de Lobo Sosa. Por otro lado, se ha dejado el camino libre para que el actual gobierno aplique sin oposición alguna sus planes de ajuste y de miseria.
Durante su periodo de gobierno, Porfirio Lobo y Juan Orlando Hernández han aplicado su política económica sin oposición alguna, en ese sentido se han atacado algunas conquistas sociales del magisterio, y aún mantiene intervenido el Instituto Nacional de Previsión del Magisterio. Esta política de ajuste, se ha llevado a las distintas áreas sociales, en ese sentido el gobierno ha pretendido aprobar una Ley de Educación que lesiona fuertemente la escuela pública, siendo los estudiantes quienes con su lucha han detenido provisionalmente la arremetida. Así mismo se han aplicado una serie de medidas a nivel económico que han elevado los costos de los productos de primera necesidad, a saber la liberación del dólar y el aumento constante de los combustibles, factor que ha aumentado la inflación en el país.
La inflación en Honduras creció en un 0,7 por ciento en julio pasado y acumuló en los primeros siete meses del año una tasa de 4,8 por ciento, según informes del Banco Central. Alimentos, agua y electricidad sufrieron fuertes aumentos en los primeros seis meses del 2011. El resultado de julio llevó a la tasa interanual de inflación hasta el 7,8 por ciento. “La inflación promedio de 12 meses se situó en 6,5 por ciento y la acumulada del año alcanzo 4,8 por ciento”, indicó el Banco Central de Honduras (BCH) en su informe mensual sobre el índice de precios al consumidor (IPC).”
Pese al recrudecimiento de las políticas fiscales y los trancazos aplicados con una serie de gravámenes y paquetazos, “La administración central espera cerrar 2011 con un déficit fiscal neto de 11.275 millones de lempiras (US$585,9 millones). Esa cantidad es menor a los 13.972 millones (US$726 millones) del año anterior. La reducción en valores nominales sería de 19,3%. En términos porcentuales bajaría de 4,8% a 3,5% del PIB en el periodo analizado. Para el secretario de Finanzas, William Chong Wong, esa meta está sujeta a la disciplina del gasto corriente, principalmente salarios, y a la mejoría de las recaudaciones tributarias. Agrega que cada funcionario tiene las indicaciones para sujetarse a las disposiciones presupuestarias aprobadas por el Congreso Nacional, por ejemplo medidas para respetar el techo salarial en cada institución. Chong Wong subraya que no debe perderse la disciplina con que se cerró el año anterior, ya que el gobierno está obligado a demostrarle a la comunidad internacional el compromiso que tiene para sanear las finanzas públicas.”[2]
Ante los ataques del gobierno, hemos observado que la Coordinación General del FNRP ni siquiera ha aplicado una política de defensa del derecho de la vida. Es más, fuerzas oscuras siguen atacando los derechos fundamentales y asesinando a dirigentes gremiales y sindicales a través del sicariato, y la conducción del FNRP no ha planteado nada para detener la persecución política y los asesinatos.
La destrucción del Espacio Refundacional
El giro del ex presidente Zelaya no ha tenido un contrapeso al interior del FNRP, el único organismo que ha cuestionado la desviación política del proyecto original del FNRP y los mecanismos antidemocráticos de la Coordinación General, ha sido el Espacio Refundacional, aunque al pasar los días y acercarse las elecciones hemos observado que algunos sectores han empezado a establecer relaciones con el FARP, tal como quedó evidenciado en la asamblea del día sábado 17 de septiembre, donde asistieron algunos de los dirigentes de organizaciones refundacionales, avalando y legitimando con su presencia la reconversión del FNRP en FARP, aunque las siglas del FNRP continúen existiendo formalmente.
Al parecer, la borrachera electoral ha seducido anticipadamente a algunas de las organizaciones participantes del Espacio Refundacional, debilitando a esta instancia unitaria de la izquierda de Honduras. Lamentablemente, Zelaya ha impuesto su agenda y dinámica al interior de los organismos del FNRP. Uno de los grandes errores de la mayoría de la izquierda ha sido permitirle a Zelaya que moldee el futuro político de los menos beneficiados.
Reeditemos la experiencia de las candidaturas independientes
Frente este panorama, desde el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) sostenemos que se debe de luchar por el rescate del proyecto original del FNRP y desarrollar un profundo debate a manera de salvaguardar la democracia interna.
El ex presidente Zelaya ha utilizado todo su prestigio político para imponer a su retorno de exilio, sin mayor discusión de las bases de la resistencia, y violentado lo resuelto en la Asamblea Nacional del 26 de Febrero del 2011, la conversión del FNRP en un partido electoral, llamado FARP.
Los socialistas centroamericanos no nos oponemos a librar la batalla en el terreno electoral, pero para ello se requiere discutir programas, políticas, y formas de elección de los candidatos. La forma desesperada de convertir al FARP en un nuevo partido político, comenzando a discutir Estatutos, en vez de un programa de lucha para instaurar la Asamblea Nacional Constituyente, no presagia nada bueno.
En vez de reeditar la experiencia de las Candidaturas Independientes, y convocar a todo el movimiento obrero y popular a decidir cómo encarar la próxima contienda electoral, de antemano el ex presidente Zelaya, a la cabeza de corrientes burguesas como Liberales en Resistencia, está forzando al amplio movimiento social de la Resistencia a tomar el camino del FARP, sin discutir el programa, ni las políticas, ni los métodos de elecciones de los candidatos.
Este es el debate que todavía no inicia, por eso no fuimos a la Asamblea de la discusión de los Estatutos del FARP.
Estamos a tiempo de corregir el rumbo equivocado, llamamos a nuestros hermanos del Espacio Refundacional a cerrar filas en defensa del proyecto original del FNRP, y a discutir cómo implementar una política electoral revolucionaria.

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[1] “Aprueban los estatutos del partido popular que promueve el Ex Presidente Zelaya”
http://www.google.com/hostednews/epa/article/ALeqM5g5WrXR-05E-
pgi7hzHdMW75fMnDQ?docId=1609763
(Con acceso el 18/09/11)
[2] http://www.americaeconomia.com/economia-mercados/finanzas/honduras-cerrari
a-con-deficit-fiscal-de-us5859m-en-2011(Con
acceso el 18/09/11)

jueves, 15 de septiembre de 2011

De la CSSC a Obama




 Sr. Obama, Nuevamente nuestro movimiento salvadoreño de solidaridad por Cuba, se dirige a su persona y a su gobierno, por una de las causas que resuena en todos los continentes: la causa de los 5 antiterroristas cubanos y la dignidad de Cuba como del resto del mundo que lucha por su autodeterminación; Nuestra exigencia Sr. Presidente de los Estados Unidos y Nobel de la paz, este 12 de septiembre se puntualiza, en lo que hoy le manifestamos:



 I.- Es  inconcebible para nosotros, que hoy se cumplan trece años del injusto encarcelamiento de Antonio, Fernando, Gerardo, René y Ramón. Los cuales dicha injusticia para su país, debe de convertirse, en una de  las vergüenzas más grandes de su sistema judicial, el cual denota que puede más el cinismo de un grupúsculo, que el clamor de justicia y de estado de Derecho de todas las voces del mundo, que  le exigen JUSTICIA PARA ESTOS 5 ANTI-TERRORISTAS CUBANOS PRESOS EN SU TERRITORIO. De igual forma, cínicamente, usted, mediante su administración, apoya grupos, que claramente han patrocinado el terrorismo, como lo son, los grupos de extrema derecha de Miami, los cuales, cínicamente, a través de su sistema judicial protege y encubre en su territorio, a terroristas como Luis Posada Carriles, entre otros. Nosotros le preguntamos ¿qué sería de aquellos países que encubrieran a los autores de los atentados del 11-Septiembre, según su propia política de cruzada contra el terrorismo?, de igual forma le preguntamos, ¿qué piensa usted, de que su territorio sea refugio del autor de la voladura de un avión, en el que viajaban civiles y una selección de esgrima? Sr. Obama, la impunidad del terrorista Posada Carriles y de sus cómplices, y el injusto encarcelamiento de los 5, son un monumento a la impunidad y menosprecio del valor de la vida humana. En ese sentido Sr. Obama, queremos señalarle sobre el mismo caso, el papel de su sistema carcelario, en el caso de los parientes de los 5 Anti terroristas: lejos de ser modelo ejemplar de humanidad les castiga  coartándoles, la posibilidad de un acercamiento civilizado a sus parientes. SEÑOR OBAMA, USTED ESTA LLAMADO  A INDULTAR A ESTOS 5 PATRIOTAS CUBANOS, CUYO UNICO DELITO ES PREVENIR ACCIONES TERRORISTAS CONTRA CIUDADANOS ESTADOUNIDENSES Y SU PROPIA NACION.NO SE ESPERARIA MENOS DE UN NOBEL DE LA PAZ.



 II.- Queremos preguntarle además Sr. Obama, ya que su gobierno año con año se da a la tarea de difundir listas de países, “que apoyan el terrorismo” o “países que violan derechos humanos” ¿Por qué su país es el  principal exponente de guerras a nivel planetario? ¿Qué autoridad moral posee su administración de tratarnos de imponer guerras preventivas o guerras para la democracia?, Ud. como nobel  y Presidente, con el poder que ostenta, debería de ser un auténtico pacifista, como lo fue para su nación Martin Luther King, pero su gobierno aplica en el medio oriente y del norte de África, la guerra y la injerencia más que la mediación política y diplomática, dichas intervenciones, terminan en la muerte masiva de personas civiles e indefensas como en el caos y saqueo de los recursos naturales y energéticos.  LE EXIGIMOS, CESEN LOS BOMBARDEOS Y LA INVACION ENCUBIERTA DE SU PAIS Y LA OTAN, EN LIBIA como en todos los países.



 III.- Exigimos, Por otro lado señor Obama, que su país desista, en la implementa de una política constate y conspirativa contra los procesos soberanos y pueblos, que construyen su propia autodeterminación y resistencia: CUBA, VENEZUELA, HONDURAS, NICARAGUA, ECUADOR, BOLIVA, NUESTRO PAIS: EL SALVADOR, Y EL RESTO DE AMERICA LATINA.  HARAN FRACASAR, sus operaciones encubiertas y campañas mediáticas. En nuestro caso, las presiones de su gobierno llevaron al presidente Funes a mandar tropas a Afganistán. Mejor le sugerimos a usted y al presidente Funes, mandar MEDICOS Y ALIMENTOS  A HAITI Y SOMALIA, LO QUE LES LLEVARIA A SER UN MODELO AUTENTICO DE ORDEN HUMANITARIO INTERNACIONAL.



 Sr. Obama, nos despedimos, no sin antes solidarizarnos, con las víctimas de los atentados del 11 de septiembre del 2001 de su nación, como también de las víctimas del 11 de septiembre de 1973 en Chile, Finalmente reiteramos LA SOLICITUD DE LIBERTAD PARA LOS 5, CESE EL BLOQUEO A CUBA Y TODAS SUS AGRESIONES, CESEN LA INJERENCIA E INTERVENCION CONTRA  TODOS LOS PAISES DE AMERICA LATINA Y EL MUNDO.



  COORDINADORA SALVADOREÑA DE SOLIDARIDAD POR CUBA  CSSC



 ANTIGUO CUSCATLAN, EL SALVADOR,

                                            12 DE SEPTIEMBRE DE 2011




Del Comité Argentino a Obama

                                                                            Buenos Aires, 11 de septiembre  del 2011



Señora:

Embajadora de los EEUU

en la República Argentina

Sra. Vilma Martínez

Presente





Señor Embajadora:



                             Regresamos a esta representación diplomática para reiterar nuestro reclamo por el injusto cautiverio a que están  sometidos, desde hace ya 13 años,  Gerardo Hernández Nordelo, Ramón Labañino Salazar, Antonio Guerrero Rodríguez, Fernando González Llort y René González Sehwerert.



                            Las autoridades estadounidenses saben perfectamente  que estos cinco ciudadanos cubanos son  inocentes de los cargos que se les impusieron, puesto que  funcionarios del FBI recibieron las pruebas pertinentes  de manos del propio gobierno cubano, en una reunión  realizada en La Habana en junio de 1998. La veracidad de nuestra afirmación también se desprende de las propias actas del juicio que obran en poder del gobierno de su país.



                            En relación a René González, quien cumplirá su condena en octubre próximo, solicitamos sea inmediatamente repatriado a Cuba, por razones humanitarias.



                            Asimismo pedimos que cese el hostigamiento contra Gerardo Hernández quien en estos momentos se halla tramitando una presentación de hábeas corpus. Gerardo cumple actualmente una doble cadena perpetua por habérsele atribuido falsamente responsabilidad en el derribo de dos avionetas de Hermanos al Rescate ocurrido el 24 de febrero de 1996 y en la muerte de 4 pilotos, mientras sobrevolaban la Habana, violando el espacio aéreo cubano,  hechos cuyo mayor y único  responsable es José Basulto, dirigente de la organización terrorista Brothers to the Rescue.



                             Le rogamos  que traslade nuestra preocupación a su gobierno y, por su intermedio, solicitamos  al Presidente Barack Obama que ponga fin a esta enorme injusticia y utilice los atributos que su cargo le confiere para disponer la liberación inmediata de Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero, Fernando González y René González.

  



                                         Atentamente,

               

 Comité Argentino por la Libertad de los Cinco