lunes, 30 de noviembre de 2009

Las elecciones ilegales en Honduras y la hipocresía de Washington

Las elecciones ilegales en Honduras y la hipocresía de Washington

Eva Golinger
Rebelión


“¿Qué vamos a hacer?, ¿quedarnos sentados durante cuatro años y simplemente condenar el golpe?” –declaraciones de un alto oficial del Departamento de Estado en Washington ayer.

Las verdaderas divisiones en América Latina –entre la justicia y la injusticia, democracia y dictadura, derechos humanos y derechos de corporaciones, poder popular y dominación imperial– nunca han sido tan visibles como hoy. Los movimientos de los pueblos por toda la región para transformar sistemas corruptos y desiguales que han aislado y excluido a la mayoría de las naciones latinoamericanas, hoy están tomando con éxito el poder de forma democrática y construyendo nuevos modelos basados en la justicia económica y la justicia social. Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Ecuador están en la vanguardia de estos movimientos, mientras que otras naciones, como Uruguay y Argentina, se están moviendo a paso un poco más lento hacia el cambio.

Históricamente, la región ha estado plagada de una injerencia brutal de Estados Unidos, la cual ha buscado a toda costa dominar y controlar los recursos estratégicos y naturales de este territorio abundante. Con la excepción de la desafiante revolución cubana, Washington logró instalar regímenes títeres por toda América Latina a finales del siglo XX. Cuando Hugo Chávez ganó la presidencia en 1998 y la revolución bolivariana comenzó a florecer, el balance del poder y el control imperial sobre la región se debilitaban. Ocho años del gobierno de George W. Bush trajeron de nuevo los golpes de Estado a la región, en Venezuela en 2002 contra el Presidente Chávez y en Haití en 2004 contra el Presidente Aristide. El primero fue derrotado por una insurrección popular masiva del pueblo, y el segundo logró secuestrar y derrocar a un presidente que ya no convenía a los intereses de Washington.

A pesar de los esfuerzos de la administración de Bush para neutralizar la expansión de revolución en América Latina por medio de golpes, sabotajes económicos, guerra mediática, operaciones psicológicas, intervención electoral y un incremento en la presencia militar, naciones justo a la frontera estadounidense, como Honduras, El Salvador y Guatemala eligieron presidentes con tendencias izquierdistas. La integración latinoamericana se consolidó con UNASUR y ALBA, y las garras del poder de Washington comenzaron a desaparecer.

Henry Kissinger dijo en los años setenta: “si no podemos controlar a América Latina, ¿cómo vamos a dominar al mundo?”. Esta visión imperialista está muy vigente hoy. La presencia de Obama en la Casa Blanca fue vista de forma errónea por muchos en la región como un señal de un final a la agresión estadounidense en el mundo, y especialmente aquí, en América Latina. Por lo menos, muchos pensaban que Obama disminuiría las crecientes tensiones con sus vecinos en el sur. Por cierto, el mismo, el nuevo presidente de Estados Unidos, hizo alusiones a tales cambios.

Pero ahora, la estrategia del “Smart Power” (poder inteligente) de la administración de Obama ha sido desenmascarada. Los abrazos, intercambios de manos, sonrisas, regalos y promesas de “no más intervención” y “una nueva era” realizadas por el Presidente Obama mismo ante los líderes de las naciones latinoamericanas durante la Cumbre de las Américas en Trinidad en abril pasado, se han convertido en cínicos gestos de hipocresía. Cuando Obama llegó al poder, la reputación de Washington estaba decayendo. Los intentos débiles de “cambiar” la relación Norte-Sur en las Américas han resultado en una situación peor, reafirmando que la visión de Kissinger sobre la importancia de controlar ésta región es una política de estado de Washington que no depende de ningún partido o jefe de estado.

El papel de Washington en el golpe en Honduras contra el Presidente Zelaya ha sido evidente desde el primer día. El financiamiento continua a los golpistas, la presencia militar del Pentágono en Soto Cano, las constantes reuniones entre funcionarios del Departamento de Estado y el embajador de EEUU en Honduras, Hugo Llorens, con los golpistas, y los intentos cínicos de forzar una “mediación” y “negociación” entre los golpistas y el gobierno legítimo de Honduras, son evidencias contundentes sobre las intenciones de Washington de consolidar esta nueva forma de “golpe inteligente”. La insistencia pública inicial del gobierno de Obama sobre la legitimidad de Zelaya como presidente de Honduras rápidamente desapareció luego de las primeras semanas del golpe. Los llamados para la “restitución del órden democrático y constitucional” en Honduras fueron cambiadas por cuchicheos débiles repetidos por las voces monótonas de los voceros del Departamento de Estado.

La imposición del presidente de Costa Rica, Oscar Árias – una ficha de Washington – para “mediar” la “negociación” ordenada por Washington entre los golpistas y el Presidente Zelaya fue un circo. Del primer momento, era obvio que el Departamento de Estado estaba promoviendo una estrategia de “ganar tiempo” para consolidar el golpe en Honduras. La falta de sinceridad de Árias y su complicidad en el golpe fue evidente desde la misma mañana del violento secuestro y el exilio forzado de Zelaya. Altos funcionarios del Pentágono, el Departamento de Estado y la CIA presentes en la base de Soto Cano, controlada por Washington, arreglaron el transporte de Zelaya a Costa Rica. Árias había ya expresado su disposición, de forma servil, para refugiar al presidente ilegamente exiliado y de no detener a los secuestradores que pilotearon el avión que –en violación del derecho internacional– llegó al territorio costarricense.

Hoy, Óscar Arias ha hecho un llamado a todas las naciones del mundo para “reconocer” a las elecciones ilegales e ilegítimas que están tomando lugar en Honduras. ¿Por qué no?, ha dicho Árias, si no hay fraude o irregularidades, ¿por qué no reconocer a un nuevo presidente? El Departamento de Estado y hasta el propio presidente Obama han dicho lo mismo y están llamando –presionando – a sus aliados de reconocer a un nuevo régimen en Honduras, elegido bajo una dictadura. El fraude y las irregularidades ya están presentes, considerando que hoy, ninguna democracia existe en Honduras que permitiría las condiciones adecuadas para un proceso electoral. Y el Departamento de Estado admitió hace dos semanas que están financiando activamente el proceso electoral y las campañas electorales en Honduras desde hace tiempo. Y los “observadores internacionales” enviados para dar credibilidad al proceso ilegal en Honduras son todas agencias y agentes del imperio. El Instituto Republicano Internacional (IRI), y el Instituto Demócrata Nacional (NDI), dos agencias creadas para filtrar el financiamiento de la USAID y la NED a partidos políticos en el exterior para promover la agenda estadounidense, no solamente financiaron a los grupos involucrados en el golpe de estado en Honduras sino ahora están “observando” las elecciones. Grupos terroristas como UnoAmerica, dirigido por el golpista venezolano Alejando Peña Esclusa, también han enviado “observadores” a Honduras. Y el terrorista criminal miamero-cubano Adolfo Franco, antiguo director de la USAID, es otro “pesado” en la lista de los observadores electorales hoy en Honduras.

Pero la Organización de Estados Americanos (OEA) y el Centro Carter, que no son entidades “izquierdistas”, han condenado al proceso electoral en Honduras como ilegítimo y rechazaron enviar observadores. Lo mismo lo han hecho las Naciones Unidas y la Unión Europea, tanto como la UNASUR y el ALBA.

Washington está sólo, junto a sus regímenes títeres en Colombia, Panamá, Perú, Costa Rica e Israel, como las únicas naciones que públicamente han indicado su reconocimiento del proceso electoral en Honduras. Un alto funcionario del Departamento de Estado declaró ayer al Washington Post: "¿Qué vamos a hacer, quedarnos sentados durante cuatro años y simplemente condenar al golpe?". Bueno, Washington se ha quedado sentado durante 50 años rechazando reconocer al gobierno cubano. Pero eso es porque el gobierno de Cuba no le conviene a Washington. Y el régimen dictatorial en Honduras sí le conviene.
El movimiento de resistencia en Honduras está boicoteando las elecciones, llamando para la abstención masiva del proceso ilegal. Las calles de Honduras han sido tomadas por miles de militares, bajo el control del Pentágono. Con armas avanzadas de Israel, el régimen golpista está preparado para reprimir y brutalizar de forma masiva a los que resisten el proceso electoral. Debemos mantener nuestra vigilancia y solidaridad con el pueblo de Honduras frente al peligro inmenso que lo rodea. Las elecciones de hoy en Honduras constituyen un segundo golpe de estado contra el pueblo hondureño, esta vez abiertamente diseñado, promovido, financiado y apoyado por Washington. Sin importar el resultado de las elecciones, no habrá justicia para Honduras hasta que cese la injerencia imperial.


http://www.rebelion.org/noticia.php?id=96131

A punta de fusil votaron en elecciones ilegitimas de Honduras

Tegucigalpa, 29 nov. 2009, Tribuna Popular TP.- La imposición de un ilegitimo y antidemocrático proceso electoral amañado por los golpistas, los llevó a realizarlo a punta de fusil, con manifestaciones de la resistencia reprimidas y se informa de varios dirigentes detenidos y hasta ahora desaparecidos.
A pesar que las autoridades electorales dictatoriales intenta dar a conocer un proceso masivo, lo que las televisoras mostraron fue lo contrario, lo que obligó al ente a prorrogar el plazo de cierre de las urnas.
Solo quienes están en contra de la democracia y de la participación popular pueden reconocer este inédito proceso que se parece al desarrollado en 1980, bajo la dictadura de Pinochet, cuando aprobaron la ilegitima Constitución que rige hasta ahora.
No hay duda que la lucha contra el Golpe de Estado fue la que ganó en esta jornada, ya que no se podrá ocultar la militarización de todo el país, para intentar aplacar las protestas populares, donde si hubo gente, en contra de los locales de votación casi vacios, con excepción de las zonas oligarcas del país.
El llamado al “Toque de Queda” hecho por el Frente de la Resistencia contra el Golpe de Estado, fue acatado mayoritariamente en el país, aunque no se pudo evitar que manifestantes salieran a la calle, para rechazar la falsa derechista que fueron fuertemente reprimidos.
Los países con gobierno derechistas, como Estados Unidos, Costa Rica, Panamá y Perú, han anunciado que si reconocerán la falsa electoral, el resto de los gobiernos del mundo han manifestado que no serán reconocidos.
Ejército hondureño reprime manifestación pacífica en San Pedro Sula Miembros del Ejército y de la policía de Honduras reprimen este domingo a manifestantes de la resistencia que de forma pacífica marchan en San Pedro Sula como medida de protesta contra el proceso electoral que se desarrolla en la nación convocado por las autoridades de facto.
En contacto telefónico con teleSUR la periodista hondureña Daisy Bonilla reportó que las fuerzas militares usan bombas lacrimógenas y palos para arremeter contra la marcha que ha insistido en su carácter pacífico.
"Se está viviendo un caos (...) las represiones provienen de la fuerza militar y policial, es un clima de intolerancia estamos practicamente militarizados, los policías están con palos y con armas de reglamento, acordonan el centro y revisan a la gente que pasa por el lugar", reportó Bonilla.
Así mismo, la periodista informó que miembros del Ejército acordonaron los centros de votación "revisan vehículos, interrogan a las personas, si es como observador internacional, si es como votantes y si son votantes les revisan los documentos de indentidad", dijo a teleSUR.
San Pedro Sula, segunda ciudad en importancia en Honduras, ha sido militarizada según Bonilla, tanquetas, gases lacrimógenos y helicópteros están sobrevolando la zona.
Por su parte, el miembro del Frente de la Resistencia contra el golpe de Estado, Jorge Alberto Zelaya, denunció este domingo, que las manifestaciones pacíficas en contra de las cuestionadas elecciones presidenciales hondureñas están siendo reprimidas por la Policía Preventiva.
En entrevista exclusiva para teleSUR, el representante del Frente dijo: "compañeros periodistas de España, Ecuador y Panamá, fuimos atacados por la Policía Preventiva con bombas lacrimógenas, por la ballena, gases, agua, tiros vivo y balas verdaderas".
Indicó que los manifestantes marcharon hasta la Catedral de San Pedro Sula, donde cantaron el Himno Nacional y las personas llevaban cruces de metal como símbolo de los fallecidos por causas directas o indirectas del gobierno de Facto, pero "reprimió la Policía Preventiva", agregó el miembro de la Resistencia.
En el acto se encontraban unas "mil o mil 200 personas, la gente estaba sentada y acostada en la calle, cantando y diciéndole no a la policía", pero ésta "empezó a atacar con bombas lacrimógenas" y se rompió la concentración, detalló Jorge Zelaya.
Detalló que los hondureños "no están yendo a votar, las urnas están completamente vacias" e insistió que la restitución del "orden constitucional tiene que darse".
Además criticó que Estados Unidos (EE.UU.) sea uno de los países que reconocerá los resultados de los comicios electorales, tan cuestionados por la comunidad internacional, en Honduras.
Denuncias que han llegado a la redacción de teleSUR, sobre la situación que se vive en Honduras, revelan que en la comunidad Isla Zacate Grande (sur), los pobladores han sido obligados a votar por grupos armados, vestidos de civiles, y al menos 24 dirigentes de la comunidad están siendo perseguidos por el Ejército. Además, los ciudadanos también han sido víctimas de allanamiento de sus viviendas.
En la región de Gualala municipio del Departamento de Santa Bárbara, se persigue y hostiga a opositores del Gobierno de facto. Leonel Arturo Enamorado, Carlos Antonio Bulnes, Kelin Dario Trejo y Alexander Trejo, son quienes se encuentran huyendo de las fuerzas represoras que los persigue sin razón justificada. Este sábado, allanaron sus hogares y amenazaron a sus familias, según las denuncias de organizaciones sociales.
Otra acusación hecha por miembros de la Resistencia es que, en el municipio de Magdalena, departamento de Intibucá, fronterizo con El Salvador están entrando partidarios del partido de derecha Arena a sufragar.


http://www.pcv-venezuela.org/index.php?option=com_content&task=view&id=6076&Itemid=1

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Cientos de candidatos en Honduras renuncian y rechazan elecciones fraudulentas

Tegucigalpa, 24 Nov. ABN.- Este martes centenares de candidatos hondureños a distintos cargos públicos presentaron su renuncia a participar en las elecciones, por la ilegitimidad y el desconocimiento internacional del proceso bajo el golpe de Estado.

En la lista figuran aspirantes a la presidencia y la vicepresidencia del país y a otros cargos como diputados, alcaldes y regidores, reporta PL.

Entre los casos más recientes se encuentran el postulado a la alcaldía de la ciudad de San Pedro Sula por el Partido Unificación Democrática (UD), Samuel Madrid, y el aspirante a legislador por Innovación y Unidad Socialdemócrata (PINU), Gustavo Matute.

'No es prudente, ni ético participar en el proceso sin haber restituido al presidente Manuel Zelaya', dijo Madrid y añadió que en estos momentos es necesario deponer el interés personal y pensar en la nación.

Madrid expresó su solidaridad con el pueblo, en especial con los caídos en esta lucha contra el golpe de Estado y por el retorno a la institucionalidad.

Además, renunciaron a la contienda el candidato independiente a la presidencia, Carlos H. Reyes, y la aspirante a la vicepresidencia por el Partido Liberal (PL), Margarita Elvir.

En el Partido Liberal, al cual pertenecen tanto el presidente legítimo de Honduras, Manuel Zelaya, como el jefe del régimen de facto, Roberto Micheletti, han desistido ya 55 postulados a distintos puestos.

Ante el Tribunal Supremo Electoral también presentaron su dimisión decenas de miembros de UD y 57 del PINU, informó el aspirante a diputado por Cortés, Efraín Aguilar.

'La renuncia colectiva implica elementos claros de una profunda crisis y una burda elección, con poca capacidad de legitimarse', expresó el embajador de Honduras en Venezuela, Germán Espinal.

Además del presidente y vicepresidente, en los comicios impulsados por el dictador Micheletti se elegirán 128 escaños al Congreso Nacional, 289 alcaldes y 20 legisladores al Parlamento Centroamericano.

El Frente Nacional contra el Golpe de Estado, que agrupa a campesinos, sindicalistas, mujeres, políticos progresistas y representantes de otros sectores, expresó su reconocimiento a quienes renunciaron a la farsa electoral del 29 de noviembre.

Reiteró el frente que el único camino para volver al orden institucional es a través de la restitución de Zelaya y la instalación de una Asamblea Nacional Constituyente.

http://www.abn.info.ve/noticia.php?articulo=208755&lee=16

martes, 24 de noviembre de 2009

Comunicado de la: COORDINADORA SALVADOREÑA DE SOLIDARIDAD POR CUBA

Comunicado de la:

COORDINADORA SALVADOREÑA DE SOLIDARIDAD POR CUBA

CSSC

Reciban todos los miembros/as de la solidaridad por Cuba, un fraterno saludo, deseando elevar nuestra práctica a la coherencia de los principios de la solidaridad.

Antes de empezar, el presente comunicado; Emular las acciones, de los diferentes, colectivos y comités de solidaridad, como también las acciones de personas particulares que han abonado el esfuerzo de la brigada: SALVADOREÑA-CUBANA; MONSEÑOR ROMERO, operación San Vicente.

Diversos comités, se han articulado y han dando cuota desinteresada y valiosa: Cs San Vicente, Cs Roque Dalton, Cs Mejicanos, Cs Antiguo Cuzcatlan, Cs, Santa Tecla, Cs San Miguel/rojo-rojito, Cs Apopa. emulamos a los cros, que también desde el principio no han dejado día a día de apoyar las acciones de la Brigada Médica.

Se resalta además, que la labor Humanitaria ha estado sin distingos políticos partidarios, en tal sentido, el apoyo del Ministerio de Salud, Gobernación, Cancillería, el Hospital Departamental, y el Gobierno Municipal, han estado a disposición del la brigada Médica.

En tal sentido comunicarles que el trabajo aun no está concluido, sino mas bien entra en otra fase; la fase de la continuidad de apoyo, tanto de insumos objetivos como de insumos de difusión de la Brigada Salvadoreña Cubana; Monseñor Romero.

Por ello; comunicarles que es necesario tabular visitas de al menos tres compañeros por comité, en los días de consulta médica, para que apoyen a la brigada Médica, como también la incorporación de medios que faciliten la estancia de los médicos Cubanos y de los de la ELAM, es decir AYUDEMOS A LOS QUE NOS AYUDAN.

Estos últimos, médicos desempleados están brindando la labor que el mismo pueblo Cubano, ha formado para ello. En tal sentido necesitan también de nuestro apoyo.

Es por ello, que es necesario que el contacto de la jefatura de la brigada y con el excelentísimo embajador, sopesemos que insumos puedan serles útiles para TODA LA “BRIGADA SALVADOREÑA-CUBANA; MOSEÑOR ROMERO”, MEDICOS CUBANOS Y SALVADOREÑOS, ACOGIDOS POR LA NACIONALIDAD UNIVERSAL: QUE PATRIA ES HUMANIDAD.

En tal sentido, esperamos que todos los miembros de la Coordinadora, los no miembros, y los amigos en general de Cuba, atiendan este llamado de solidaridad, que lleva el más alto sentido de HUMANIDAD Y SOLIDARIDAD. Quedamos en Uds. Depositados las esperanzas, que se atienda el llamado.

“la solidaridad es la ternura entre los pueblos”, Jose Martí.

El Salvador, 23 de noviembre de 2009

Gobierno de facto prepara represión en el preámbulo de ilegítimas elecciones


Gobierno de facto prepara represión en el preámbulo de ilegítimas elecciones

Actualizado
23 noviembre 2009

El Cofadeh advierte sobre un plan que el gobierno de facto prepara para arreciar la represión en contra del pueblo hondureño y que estaría gestándose los días previos al desarrollo de las ilegítimas y fraudulentas elecciones del 29 de noviembre.

Mediante la divulgación de una alerta, el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), a la comunidad nacional e internacional expresa su preocupación por el deterioro de la situación de los derechos humanos en Honduras que día a día se profundiza y adquiere nuevos visos.

Alerta Número 1

El Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), a la comunidad nacional e internacional expresa su preocupación por el deterioro de la situación de los derechos humanos en Honduras que día a día se profundiza y adquiere nuevos visos. La nueva oleada de amenazas a muerte, persecución política, detenciones ilegales, torturas, militarización de algunos sectores de las principales ciudades y la incursión de carros sin placas con vidrios polarizados conducidos por sujetos fuertemente armados, cubiertos sus rostro con pasamontañas en los barrios y colonias identificados con la Resistencia Contra el Golpe declarados libres de propaganda política, aunado al levantamiento de información de los líderes de la resistencia ordenada por militares y políticos.

Ambiente represivo y de incertidumbre, que se refuerza con el oficio emitido el día 16 de noviembre de 2009, por la Subsecretaría de Redes de Servicios del Ministerio de Salud Pública que ordena preparar un PLAN DE CONTINGENCIAS de cobertura de los servicios de Salud, las veinticuatro horas del día, aplicable desde el día 19 de noviembre al 04 de diciembre de 2009.

De acuerdo con el oficio No. 1055-09-SSRDS, el Plan debe de incluir, Altas Anticipadas sin poner en riesgo la salud de los pacientes, Reprogramación de Cirugías selectivas que comprenden estas fechas y solicitar la dotación de medicamentos e insumos médicos para dicho plan.

Medidas que parecen estar relacionadas con la realización del ilegitimo proceso electoral del próximo 29 de noviembre, estructurado de una forma inusual que refleja la militarización y paramilitarización expresada en la incorporación de la reserva militar para auxiliar a las Fuerzas Armadas en la custodia de las mesas electorales que ya contaba con 16,000 efectivos militares y 14,000 agentes policiales.

En los departamentos occidentales del país los reservistas del Ejército distribuyen hojas volantes para intimidar a la población en resistencia, en las que califican de delincuentes irracionales a los miembros de la resistencia, y descalifican las marchas y plantones definiéndolas como formas inhumanas y no aptas de personas civilizadas, como lo hicieron los comunistas en los años ochenta.

El control militar progresa y se ratifica, en tanto y en cuanto el rostro bufón de los poderes Golpistas anuncia un descanso estratégico del 25 de noviembre al 02 de diciembre. Las fuerzas de seguridad se equipan con nuevas herramientas de represión, un vehículo totalmente blindado ha sido incorporado a la Secretaría de Seguridad para disolver manifestaciones, la unidad antimotines está equipada de cámaras filmadoras, y un cañón de agua con gran capacidad en su fuerza de presión, además de un mecanismo para marcar por 48 horas al que reciba una descarga de agua.

Mientras las Fuerzas Armadas han iniciado selectivos registros en las carreteras del país, al mismo tiempo la incursión de aeronaves en los departamentos de la zona Atlántica de Honduras. El Cofadeh manifiesta a las estructuras de Protección de los Derechos Humanos y a la comunidad internacional su preocupación por la seguridad de los activistas sociales que luchan por el restablecimiento del orden democrático. El Cofadeh solicita a la Comunidad Internacional mantenerse alerta sobre la situación de derechos humanos y exigir al Estado de Honduras garantizar la vida e integridad de la población hondureña y extranjeros residentes del país.

De los Hechos y los Hechores
Ni Olvido, Ni perdón

Tegucigalpa, M.D.C., 21 de noviembre de 2009


http://www.cofadeh.org/html/noticias/gobierno_de_facto_prepara_represion.html

Participa en la Caravana Conmemorativa del 25 de Noviembre 2009

Participa en la Caravana Conmemorativa del 25 de Noviembre 2009


Hora de salida: 8:30
Recorrido:
Saldrá desde la Plaza Italia, frente a la Municipalidad de Guatemala, recorre la 6ta. Ave. Zona 1 hasta llegar al Parque Central frente al palacio Nacional de la cultura.

Llevar ropa color lila o azul, gorgoritos, chinchines, mariposas y mensajes creativos a favor del derecho de las mujeres a una vida libre de violencia.



Las mujeres NO esperamos.

Acabemos con la violencia contra las mujeres y el VIH... YA!


-IUMUSAC-
"Por la equidad de género en la educación superior"


¡Infórmate y participa!
sintoniza "Mujeres y Universidad"
Radio Universidad 92.1 Martes 10:00 a 11:00
Nueva sede: 10a. calle 9-59 "A" zona 1
Telefonos: 22303941 y Fax 22303886
www.usac.edu.gt/iumusac
www.iumusac.usac.edu.gt

sábado, 21 de noviembre de 2009

El Doi Moi vietnamita y la encrucijada de la revolución cubana

El Doi Moi vietnamita y la encrucijada de la revolución cubana

Escrito por: Samuel Santibáñez

¿Cuál es el origen real del giro hacia el capitalismo en Vietnam? ¿Realmente las medidas del Doi Moi conducen a Vietnam al socialismo? ¿Qué es el socialismo? ¿Qué consecuencias sociales están pagando la clase obrera y los campesinos con las medidas del Doi Moi? ¿Adónde va Vietnam? ¿En vez del modelo Doi Moi, qué alternativa hay para la revolución cubana? Sectores en Cuba ven al Doi Moi como una fuente de inspiración. La vuelta al capitalismo en China es el modelo que está siguiendo Vietnam con el Doi Moi, China a su vez se basó en la contrarrevolución capitalista en la ex Unión Soviética. Pero está claro el significado real del Doi Moi para la clase obrera vietnamita, que se levanta como un espejo a lo que esperaría a los cubanos con el posible escenario de la reinstauración capitalista.

El objetivo del presente trabajo, es aportar un análisis marxista en la respuesta a éstas y otras incógnitas, a fin de contribuir en la construcción de una alternativa revolucionaria internacional. Así, buscamos que éste no sea exclusivamente un análisis de escritorio, ya que pretende ser también una herramienta que pueda considerar a “la teoría como una guía para la acción”. Desde la Fundación Federico Engels-México, saludamos a los diversos sectores del movimiento obrero y juvenil, tanto de Vietnam como de Cuba, y les invitamos a establecer un debate al respecto de las ideas aquí plasmadas.

Haz click aquí para desplegar el texto completo.

http://www.militante.org/doi-moi-vietnamita-y-encrucijada-revolucion-cubana

Editorial YSUCA, 20 de Noviembre

Editorial YSUCA




El actual Ministro de Defensa, General Munguía Payés, ha declarado recientemente al Diario de Hoy: “La Fuerza Armada está dispuesta a pedir perdón por los errores que cometió, pero también todas aquellas instituciones, actores políticos, actores nacionales e internacionales que participaron en la guerra y que también cometieron errores, porque también cometieron crímenes, deben pedir perdón, no sólo nosotros”. Es una la primera vez en El Salvador que un Ministro de Defensa, y General del Ejército, da este tipo de declaración. Y es más, aunque inicialmente habla de errores, aclara posteriormente que esos errores son crímenes.

Casi al mismo tiempo el general Corado, también ex-ministro de Defensa, afirmaba en una entrevista televisiva que el Ejército actuó bien defendiendo la patria y que no tiene que pedir perdón por nada. Dos visiones diferentes en una institución que suele definirse como de pensamiento granítico.

Los hechos, sin embargo, respaldan la idea de que la Fuerza Armada cometió crímenes que no son imputables solamente a sus miembros a nivel individual. La impunidad existente, el respaldo institucional a personas acusadas de asesinato, la negativa a investigar internamente y deducir responsabilidades, implica institucionalmente a la Fuerza Armada.

Ante los hechos, y ante estas dos visiones, de un Ministro de Defensa actual y de otro perteneciente al pasado, la Fuerza Armada debe decantarse. Encerrarse en que no se tiene que pedir perdón por lo que hicieron otros en el pasado inmediato es querer mantener en la impunidad a las personas que más deshonraron institucionalmente a la Fuerza Armada de El Salvador. Y mantener además un machismo obsoleto que hace pensar a la gente que pedir perdón es rebajarse. Abrirse institucionalmente a la autocrítica, reconocer errores, pedir perdón por crímenes cometidos desde la institución y respaldados por la misma directa e indirectamente, honra a las personas que dirigen una institución.

Los militares de hoy tienen que elegir entre dos opciones. La primera permanecer en la posición antidemocrática que afirma que los crímenes del pasado son, en todo caso, pequeños errores de una institución que actuó tan perfectamente en su conjunto que no tiene que pedir ningún tipo de disculpas. La segunda reconocer con humildad que hubo crímenes de humanidad cometidos por militares que fueron disimulados, amparados, encubiertos e, incluso en ocasiones, premiados por miembros del alto mando del Ejército. A nuestro juicio, mientras la primera opción mantiene manchada a la Fuerza Armada, la segunda la honra.

Optar, como hasta ahora, por el silencio cómplice y la autocomplacencia del supuesto deber cumplido equivaldría a seguir dependiendo de la famosa tandona. Pedir perdón es mostrar un rostro de una Fuerza Armada democrática y moderna. Los militares argentinos pidieron formalmente perdón y su ejército quedó con más prestigio del que tenía antes. El Ejército chileno hizo lo mismo y son parte orgullosa de un estado democrático que olvida al criminal de guerra y ladrón del erario público que fue Pinochet.

La Fuerza Armada salvadoreña puede tener razón al decir que si ellos no hubieran luchado contra la insurgencia, el país hubiera tenido problemas más graves y una prolongación de la guerra y de las violaciones de derechos humanos. Pero lo que hubiera pasado si el Ejército hubiera sucumbido ante la fuerza guerrillera nunca lo sabremos. Hoy por hoy lo que podemos decir es que para El Salvador en mejor que el FMLN llegue al poder, como ha llegado, por la vía democrática y dentro de la institucionalidad, que a través del uso de la fuerza. Las hipótesis de qué hubiera sido mejor no disimulan ni justifican los abusos graves cometidos ni de la Fuerza Armada ni del FMLN.

En ese sentido tiene razón el general Munguía: No sólo el ejército cometió atrocidades. Aunque el FMLN haya pedido perdón tras los acuerdos de paz fue una petición muy genérica. El FMLN ahora, como partido en el poder, debe pedir perdón de nuevo. Y debe pedirlo con seriedad. Es decir, con nombres y apellidos, igual que le exigimos a la Fuerza Armada. El hecho de que los abusos de la Fuerza Armada sean más numerosos no justifica que de unos digamos nombres y de otros callemos. El pedir perdón en serio nos corresponde a todos en la medida en que el daño haya sido público y grave. Y en nuestro conflicto civil ambas partes, aunque en diferente proporción, cometieron atrocidades.

EEUU convirtió a Colombia en un enorme campo armado

EEUU convirtió a Colombia en un enorme campo armado

Alan Woods: Oligarquía apátrida interna es la Quinta Columna que apoyaría una guerra contra Venezuela
Noviembre 17, 2009 - 20:28 (orodriguez)

Para ver el video:

http://www.vtv.gov.ve/noticias-nacionales/26321

"Esta Revolución tiene muchos enemigos, no sólo fuera de las fronteras sino adentro. Existe una "quinta columna" apátrida, y es la vieja oligarquía venezolana que se resiste a que este socialismo triunfe. Están luchando y creo que es un peligro, casi más grande que las bases en
Colombia".

"Me temo que muchos de esos ciudadanos, que son venezolanos, ponen su poder, su clase, sus privilegios, por delante de la Patria, y en caso de una guerra no estoy seguro de cuál lado estarían tomando parte".

Así lo afirmó el escritor británico y politólogo Alan Woods, entrevistado en Dando y Dando, al considerar que es correcta la posición del Presidente Chávez de prepararse para la guerra, ante la amenaza de las bases yanquis en Colombia, puesto que EEUU ha convertido al vecino país en un gigantesco campo armado que es, ni más ni menos, un peligro latente.

Dijo que es mejor prepararse, y parte de esto, necesariamente, pasa por el hecho de que esta Revolución, a la cual calificó como inspiración para todo el mundo, deba completar varias tareas para protegerse a sí misma.

Parte del camino por recorrer está en reconocer el peligro de esa oligarquía quintacolumnista, y completar la expropiación de los terratenientes, ya que éste sector apátrida no ha sido tocado. "Laoligarquía sigue siendo una quinta columna dentro de la Patria, y así la Revolución seguirá en peligro".

"Siento pocas dudas de que este poder militar en Colombia está dirigido contra Venezuela, obviamente".

Afirmó estar de acuerdo con el presidente Chávez cuando apela a una milicia de trabajadores, mujeres, jóvenes y estudiantes, en organización del pueblo, para la defensa de la soberanía ante la real amenaza armada norteamericana. "El pueblo también tiene que tener armas, además de la conciencia que es el arma fundamental, pero para hacer frente a una guerra
real hace falta armas reales".

"La única manera de evitar un conflicto bélico es que Venezuela se ponga en pie de guerra", aseveró.
"Son armas necesarias para defender a la nación, además del espíritu combativo para defender y hacer frente a cualquier pretensión de invasión, sea directa o indirecta", advirtió Woods.


EEUU quiere frenar la visión de Bolívar en América:
Woods, quien lleva adelante un movimiento mundial de solidaridad con la Revolución Socialista llamado "Manos Fuera de Venezuela", consideró que la realidad venezolana sigue siendo Bolivariana, es decir la idea del Libertador Simón Bolívar de unificar a las naciones suramericanas en un solo y gran país.

"Su visión brillante, revolucionaria, que yo apoyo 100%, es la unificación Revolucionaria de América Latina, de todos los pueblos", dijo, y afirmó tajantemente: "La Revolución aquí es el gran paso para esa gran visión Bolivariana".

Pero advirtió, inmediatamente, "es imposible llevar a cabo esa visión de Bolívar sin derrocar a los regímenes oligárquicos, incluyendo a ese régimen de Uribe", aseveró.

Dijo que Álvaro Uribe está en graves dificultades, y como un político en estas condiciones "puede ser inclinado a algún tipo de aventura militar. Ante esa posibilidad, la única manera de evitarlo es preparándonos de una manera seria".

Manifestó el escritor que en Latinoamérica existe un conflicto muy directo contra los intereses de los pueblos de Suramérica, no sólo de Venezuela, y debe ser necesariamente reconocido. Dijo que el miedo que tienen los norteamericanos es que se extienda el pensamiento y la visión Bolivariana por todo el continente, y por eso están tratando de pararlo.

jueves, 19 de noviembre de 2009

PARA TODOS LOS ESTUDIANTES Y AMIGOS DE BUEN CORAZÓN

PARA TODOS LOS ESTUDIANTES Y AMIGOS DE BUEN CORAZÓN



Por este medio les deseamos a todas y todos exitos en sus labores cotidianas y bendiciones para sus familias. El motivo de este comunicado es para, nuevamente, agradecerles sus muestras de solidaridad, altruismo y entrega colaborando con la entrega de sus donativos de viveres, ropa, medicamentos y articulos de primera necesidad que nuestros hermanos salvadoreños necesitan por tan terrible y lamentable trajedia provocada por el Huracán Ida la noche del sabado 6 y la madrugada del Domingo 7 de Noviembre del presente año.



En un comunicado anterior les expresamos que sus primeros donativos fueron enviados a las comunides afectadas en Apulo, ahora tenemos el agrado de informarles que los demas donativos fueron destinados a las comunidades en San Vicente que fueron fuertemente afectadas y carecian de ayuda, ya que la mayoria de donativos estan siendo dirigidos principalmente a Verapaz y Guadalupe. Pudimos percatarnos de primera mano los enormes daños, que el paso del Huracán Ida, habia ocacionado en estas comunidades en San Vicente, en especial la comunidad "La Caridad", lugar donde, gracias a ustedes, pudimos ayudar entregando ropa, viveres y articulos de primera necesidad a muchas familias afectadas por el ya conociodo hecho.



Ademas tuvimos el placer de recibir y ayudar en su instalación en el parque de San Vicente, a un contingente de medicos provenientes de nuestro hermano país Cuba, quienes de una manera solidaria y altruista, han viajado desde su tierra para aportar su ayuda a nuestros hermanos que hoy sufren y necesitan de una atención medica rapida y de calidad, atributos que caracterizan a nuestros hermanos cubanos.





Se trato, en la medida posible, de ayudar en lo que se pudo, ya que las tareas parecen interminables, son muchos los daños, perdidas humanas y necesidades las que actualmente sufren nuestros hermanos afectados por el fenómeno natural, estamos viajando frecuantemente para aportar nuestra mano de obra y ayuda para todas las personas que fueron afectadas y que hoy necesitan de una mano amiga, es por eso que hacemos la invitación a que sigan ayudando de cualquier forma a nuestros hermanos que hoy pasan por momentos dificiles.



Expresamos nuestros agradecimientos sinceros y les deseamos a todos bendiciones y exitos en sus labores cotidianas, no sin antes expresar nuestra solidaridad a nuestros hermanos que hoy sufren y enviando un enorme saludo fraternal al Contingente de medicos cubanos que hoy nos brindan su ayuda.



Esperen mas informes de nuestras labores por los medios que esten a nuestro alcance y nos despedimos con este mensaje:


"Esta noche no busquemos a Cristo entre las opulencias del mundo, entre las idolatrías de la riqueza, entre los afanes del poder, entre las intrigas de los grandes. Allí no está Dios. Es la hora de mirar hoy al Niño Jesús, no en las imágenes bonitas de nuestros pesebres, hay que buscarlo entre los niños desnutridos que se han acostado esta noche sin tener que comer" Mons. Oscar Arnulfo Romero.



ATENTAMENTE:



DARWIN IVÁN PINEDA Y ALEJANDRO JOSÉ ARCE



Miembros de "Estudiantes Unidos" y Comite "Roque Dalton"







COMISIÓN "ROQUE DÁLTON" Y "ESTUDIANTES UNIDOS"

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Necesidad de símbolos

Ética y Política
Necesidad de símbolos
José M. Tojeira




Este 16 de Noviembre el Presidente Mauricio Funes entregó póstumamente la Condecoración de la Orden Nacional José Matías Delgado en el grado de Gran Cruz Placa de Oro a los jesuitas mártires de la UCA. Todo un símbolo de una nueva etapa en El salvador donde el reconocimiento de las víctimas sustituye a la política del perdón y olvido. Reforzando el símbolo pudimos ver y escuchar a un grupo de campesinos de Jayaque cantando una conocida poesía escrita y musicalizada por el cantautor aragonés Labordeta. “Habrá un día en que todos, al levantar la vista, veremos una tierra que ponga libertad”.

Estos campesinos provenían de las aldeas y del pueblo de Jayaque donde el P. Martín Baró acudía puntualmente los fines de semana para celebrar la Eucaristía y animar a la comunidad. Inicialmente con el P. Jon Cortina y posteriormente él solo. En los días terribles de la ofensiva, cuando las balas sonaban por todas las calles de San Salvador, estos mismos campesinos hicieron una buena parte de su camino a pie para asistir al entierro de los jesuitas. Hoy su viaje fue más festivo. Y lo que hace años fue una peregrinación dolorosa, hoy se convirtió en la afirmación cantada con sencillez de una alegría esperanzada. Esperanza de reconocimiento, que es lo que desea al fin nuestro pueblo necesitado de justicia social.

En ese sentido se deben recalcar los símbolos de reconocimiento. Los seres humanos nos humanizamos y nos relacionamos desde nuestra capacidad simbólica. La bandera, el himno, los ritos, todo está llenos de simbolismo en nuestra vidas. El propio lenguaje con el que nos comunicamos se compone de signos y símbolos. El problema comienza cuando los símbolos que se utilizan para comunicarnos entre personas lanzan señales de desprecio, de olvido de valores, de marginación de la dignidad del que consideramos diferente. Y así, cuando a una víctima inocente se la olvida o se la excluye del necesario reconocimiento de su dignidad, se comete un doble atentado contra ella. El primero, el acto que la daña, la tortura, la viola o la mata. El segundo, el de darle a entender que ahí no pasó nada. Que el crimen que se cometió contra ella no es crimen. Que la vida social sigue tan tranquila a pesar de que se ha dañado a toda la humanidad dañando la dignidad de una persona concreta.

Esos símbolos de desprecio de los pobres y de las víctimas, que son de muy diversa índole, deben por una parte desterrarse de nuestro lenguaje comunicacional. El racismo, el machismo, la aporofobia (el odio-desconfianza hacia los pobres), son conjuntos de símbolos destructivos que deberían desaparecer de nuestro horizonte relacional. Al contrario, todo signo de reconocimiento de la dignidad humana, todo esfuerzo por comunicar a las víctimas o a sus parientes, herederos del dolor, que la víctima es más importante y socialmente más valiosa que el verdugo, es indispensable para el desarrollo armónico y cohesionado de cualquier sociedad.

En ese sentido, ver a los campesinos cantando sencillamente sus esperanzas en el salón de honor de la Casa Presidencial, es uno de los signos y señales más conmovedores de esta larga jornada de recuerdo de los jesuitas asesinados en la UCA. Y es también un desafío para el actual Gobierno, que debe buscar modos de responder a las grandes esperanzas que ha despertado en lo mejor de nuestro país: esa mayoría de gente pobre y trabajadora que quiere ver compensados sus esfuerzos y, muchas veces, sus sufrimientos del pasado, con el reconocimiento en palabras y obras de su propia dignidad.

El acto en honor a los jesuitas es muy de agradecer. Tuvieron que pasar veinte años y un cambio de los poderes tradicionales en el Gobierno, para que oficialmente, desde el Estado, se les reconocieran sus aportes en la cultura y en la construcción de la paz y la justicia en El Salvador. El momento de entrega de las condecoraciones fue sencillo, solemne y profundamente emotivo. Pero el signo de ver y escuchar cantando a humildes campesinos, sin traje formal, mezclados con los invitados en traje formal, ha sido muy esperanzador. Es el pueblo de El Salvador cantando a la libertad y la liberación de los pobres y manifestando su alegría en el centro del poder constitucional del país.

El Presidente Funes, en su discurso de entrega de la Condecoración, decía: “Si algo demostraron estos hombres con su muerte es que la historia no la escriben unos pocos iluminados, ni tampoco aquellos que empuñan las armas más poderosas. La Historia, esa que se escribe con mayúscula, la escriben los pueblos y, para hacerlo, necesitan de la memoria”. No hay nada más emocionante en la Historia con mayúscula, como dice el Presidente, que el hecho de que las víctimas triunfen sobre sus verdugos. Ahí se escribe la verdadera historia de la humanidad, y ahí todos tenemos la obligación de poner nuestro esfuerzo y nuestro amor, por pocas que parezcan nuestras fuerzas y posibilidades. Símbolos como el que hoy comentamos tienen que animarnos a todos a buscar una fraternidad cada día mayor, iniciar y mantener un diálogo permanente con la población sobre sus necesidades, elaborar formas de compensación adecuadas para todas las víctimas de El Salvador y favorecer una generosidad liberada en el servicio al bien común y en la construcción de una verdadera justicia social en esta historia nuestra concreta. Es el mensaje de nuestros mártires y es el mensaje que nos deja su reconocimiento.

CONTRA EL OLVIDO POR LA TERNURA Y LA ESPERANZA

Amigos y Amigas.

Compañeros y Compañeras

Les invitamos a la cena tipica y conversatorio por el rescate de la Memoria Histórica : CONTRA EL OLVIDO POR LA TERNURA Y LA ESPERANZA : UN DIA EN LA VIDA 29 AÑOS DESPUES

Un reconocimiento al trabajo que en defensa de las victimas del conflicto armado y por la defensa de los Derechos Humanos ha desarrollado
Guadalupe Mejia Delgado mas conocida como
" La Madre ".
Día: Viernes 27 de Noviembre de 2009
Hora: 6.00 pm
Lugar: Centro Cultural Nuestra America
Direcciòn : 29 Av. Norte No. 1147. Entre Calle Gabriela Mistral y 21 Calle Poniente, San Salvador

Las tarjetas están a la venta en las Oficinas de CODEFAM

Puede solicitarlas al 22 26 79 89
a la Direcciòn: codefam@integra.com.sv/ aperezsal@yahoo.com
o en nuestras oficinas: Calle Gabriela Mistral No 614. Colonia Centroamerica San Salvador, de 9.00 am a 5.00 pm.

Conferencia Alianza Francesa-UCA

lunes, 16 de noviembre de 2009

Honduras: la responsabilidad de Washington

Ante la crisis política hondureña, el gobierno de Barack Obama terminó por inclinarse en favor del régimen golpista que encabeza Roberto Micheletti. No otra cosa significa la disposición de Washington a otorgar su reconocimiento a la presidencia que surja de las elecciones previstas para el 29 de noviembre, pese a que éstas, de celebrarse bajo la dictadura militar instaurada en junio pasado, carecerán de toda legitimidad, credibilidad y transparencia.
En efecto, en los días anteriores se había hecho evidente el designio de la diplomacia estadunidense de dar cobertura a la estrategia de los golpistas de ganar tiempo con el propósito de enfrentar a la comunidad internacional al hecho consumado de unos comicios organizados -si llegan a realizarse- por un poder antidemocrático, dictatorial y represivo.
En esa lógica, las autoridades ilegítimas de Tegucigalpa fueron postergando el cumplimiento del acuerdo de San José -que de por sí representaba una concesión inaceptable al golpismo- y llegaron a distorsionarlo hasta el punto de fabricar una parodia del “gobierno de unidad nacional” previsto en ese pacto: en lugar de colocar al frente al presidente legítimamente electo, Manuel Zelaya, los asaltantes del poder lo conformaron con el propio Micheletti, impuesto en la Presidencia por ellos mismos.
Por lo que se refiere al gobierno de Estados Unidos, las conclusiones a extraer de este episodio son necesariamente preocupantes: independientemente de las convicciones y de los deseos personales del presidente demócrata, es claro que el aparato militar, empresarial y diplomático estadunidense ha impuesto en Honduras las inveteradas y tradicionales tendencias antidemocráticas de la política de Washington hacia el resto del hemisferio: alentar el surgimiento de dictaduras militares cuando y donde el Departamento de Estado, el Pentágono y las agencias de espionaje consideran que peligra la hegemonía de la superpotencia, y cuando y donde les resulte conveniente aplastar ejercicios de soberanía nacional.
Por otra parte, este catastrófico viraje de la crisis hondureña coloca a la diplomacia latinoamericana ante el espejo de su propia impotencia. A pesar de los esfuerzos de gobiernos como el de Brasil por restaurar en Honduras el orden constitucional quebrantado por el cuartelazo del 28 de junio, es claro que la intermediación diplomática continental ha resultado inoperante y que la dictadura hondureña tiene ante sí la perspectiva de perpetuarse mediante la organización de unos comicios amañados y la imposición en ellos de un resultado que Washington ha calificado de antemano como aceptable, aunque no lo sea.
La apuesta del poder estadunidense y de la oligarquía local es clara: dejar que el tiempo erosione al movimiento de resistencia popular que se ha ido articulando tras las demandas de restaurar el orden democrático vulnerado y restituir a Zelaya en el cargo para el que fue electo.
Previsiblemente, las reivindicaciones de esa resistencia evolucionarán en las semanas próximas, acaso para exigir la realización de comicios libres de sospecha o para demandar una refundación democrática de las instituciones desvirtuadas por quienes las tomaron por asalto en junio pasado.
Sea cual fuera el escenario, debe impedirse la consolidación de esta aventura golpista, que sería precedente y referente para nuevas agresiones a la institucionalidad democrática en otras naciones de la región.
En tal circunstancia, tocará a las sociedades de las naciones latinoamericanas exigir a sus gobiernos respectivos que desconozcan la elección hondureña del próximo día 29 y sus resultados, y que otorguen su respaldo a las instancias opositoras y democráticas surgidas de la sociedad para enfrentar al régimen de facto.


http://www.cubadebate.cu/noticias/2009/11/16/honduras-responsabilidad-washington/

DISCURSO PRONUNCIADO POR EL P. JOSÉ MARÍA TOJEIRA,

DISCURSO PRONUNCIADO POR EL P. JOSÉ MARÍA TOJEIRA, EN OCASIÓN DE LA CONDECORACIÓN A LOS MÁRTIRES JESUITAS POST MORTEM, EN GRADO GRAN CRUZ


Amigos: Les pongo a continuación el discurso pronunciado en casa presidencial con motivo de la entrega, de parte del presidente Mauricio Funes, de la orden al mérito José Matías Delgado. También la pondremos en nuestra pg web, junto con el discurso de Mauricio Funes.
Saludos
Chema

Sr. Presidente de El Salvador. Tras veinte años del asesinato de nuestros hermanos jesuitas, así como de Elba y Celina, es la primera vez que un gobierno de nuestro país reconoce pública y oficialmente el valor, la dignidad y los servicios que este grupo de académicos y hombres de fe prestaron a El Salvador. Hombres generosos que en épocas trágicas de convulsión social pusieron su recio pensamiento y su generosidad al servicio de la paz con justicia en nuestras tierras.

Ante este reconocimiento no cabe sino comenzar agradeciéndole profundamente este gesto y distinción. La verdadera reconciliación de El Salvador, iniciada con los Acuerdos de Paz, tiene que profundizarse de muchas maneras. Y una de ellas es precisamente el reconocimiento de la dignidad de las víctimas. Ancianos, niños, mujeres embarazadas, sacerdotes y religiosas que servían con generosidad a los más pobres, fueron perseguidos, golpeados y asesinados sin más razón que la de solidarizarse con las víctimas de la injusticia o simplemente vivir en zonas conflictivas. Reconocer la dignidad de estas personas es indispensable para la cohesión y el desarrollo armónico de nuestro país. Porque ningún grupo humano puede lograr su integración olvidando los sufrimientos del pasado y separando de su historia a las víctimas inocentes de sus procesos sociales.

Los jesuitas que hoy celebramos y que Ud. honra con esta preciada distinción tenían muy claro que no se podía reconstruir El Salvador sin fijar su mirada en la ingente multitud de víctimas que la guerra civil producía. Y eran precisamente esas víctimas, en las que veían el rostro de Jesucristo crucificado, las que los impelían a defender los Derechos Humanos y a multiplicar sus esfuerzos por lograr un diálogo y una negociación entre las partes en conflicto que dieran fin a la guerra. La defensa de las víctimas los acabó también convirtiendo en víctimas. Pero su muerte, unida a la de Elba y Celina, y a la de tantas personas sencillas como ellas, se convirtió en un clamor por la paz que superó la brutalidad de la guerra, manifestada especialmente en aquellos días de conflicto que sacudían por entero a la capital de la república. Si el asesinato de Mons. Romero fue el signo de la apertura de la guerra civil, precisamente por el intento de destruir en su persona la misericordia y la racionalidad pacífica que él representaba, la masacre de los jesuitas y sus dos colaboradoras fue la puerta hacia la paz al demostrar que la destrucción de la racionalidad solidaria sólo llevaba a la locura.

A juicio nuestro, el sacrificio de estos recios religiosos y potentes intelectuales, unido a la de tantos otros menos conocidos, empobrecidos y excluidos de nuestra historia, representados con el valor de la mujer fuerte en Elba, y con la inocencia en flor de Celina, tuvo un efecto mayor en la aceleración de la paz que la situación de empate brutal que reflejaba la ofensiva. Y en ese sentido pensamos también que la paz se la debemos en grado mayor a las víctimas inocentes y a los mártires que los representan, que a quienes firmaron los acuerdos de paz, aunque a éstos últimos haya también que agradecerles sus esfuerzos.

Por eso nos parece fundamental para el desarrollo humano de El Salvador que el Estado dé estas señales simbólicas de reconocimiento. La sociedad civil ha hecho ya lo propio, anticipándose con mucho a las actividades estatales y, por supuesto, continuará haciéndolo. Ud., Señor Presidente, como parte muy activa de la sociedad civil en su pasado inmediato como periodista, contribuyó también generosa y eficazmente a acrecentar la conciencia de la dignidad de las víctimas. Fue denigrado en ocasiones por ello, pero también se ganó la simpatía de la buena gente de El Salvador, que quiere el reconocimiento y la justa compensación de sus sacrificios y dolores. Esa gente que finalmente lo llevó a Ud. al lugar en el que ahora está.

Estamos en ese sentido seguros que estos signos de reconocimiento no se detendrán aquí o en Monseñor Romero, éste último símbolo clarísimo de lo mejor de El Salvador, y a quien Ud. ha honrado desde los primeros momentos de su elección como presidente. Los niños y niñas del Mozote, los ancianos del Sumpul, las mujeres de la Quesera, tantos y tantas salvadoreños dignos, buenos y trabajadores que perecieron en medio de la locura, siguen clamando ante el Señor en su Reino, y así en la tierra como en el cielo, su nunca más a la guerra, nunca más al odio, nunca más a la violencia. Justo es honrarlos acá en la ciudad terrena como el Señor los honra en su Jerusalén celestial. Y bien hará Ud., Señor Presidente, en continuar con esta noble labor de reconocer el valor de las víctimas. Es, entre otros, camino indispensable para una verdadera reconciliación salvadoreña.

Cuente con nosotros para impulsar esa tarea sobre la verdad, sobre fórmulas transicionales de justicia y compensación a las víctimas y sobre un desarrollo equitativo y justo que haga imposible que se piense de nuevo en la violencia para resolver los problemas y conflictos que surjan en nuestra sociedad.

Señor presidente, honrando a todas las víctimas del pasado, sepultadas hasta hace poco en la maliciosa consigna del perdón y olvido, recibe también Ud. honor. Y que Dios le dé fuerza en la tarea de construir una sociedad sin víctimas de la injusticia social. De todo corazón, muchas gracias.

sábado, 14 de noviembre de 2009

Alcaldía de San Salvador suspende presentaciones solidarias.

TOMADO DEL BLOG DEL PROGRAMA RADIAL QUE ROLE

Alcaldía de San Salvador suspende presentaciones solidarias.


Hace poco subimos una nota sobre la presentación solidaria que harían los y las jóvenes de CoMun TeatRo D’ San Salvador en solidaridad con nuestros hermanos y hermanas damnificadas (vea el enlace: presentación de teatro). Al parecer a la señora concejala Paulina Aguilar de Hernández, no le pareció la idea de que los jóvenes solidarios hicieran la presentación y opto por suspenderla.


Señora concejala, esto no es una competencia, deje aportar a los jóvenes, déjeles ser solidarios, la solidaridad no es patente suya, ni del alcalde, ni de su partido. Desde el Colectivo Juvenil ¡Que Role! Les hacemos un llamado a los medios alternativos a difundir esta nota.


Este es el comunicado de CoMun TeatRo D’ San salvador.


Amigos rebeldes. Gracias por subir la información sobre las presentaciones que estabamos organizando para recaudar víveres este fin de semana, pero lastimosamente ya no, vean:


ANTE LA NEGATIVA DE LAS AUTORIDADES DE CULTURA MUNICIPALES POR LAS DOS PRESENTACIONES DE LA COMPAÑÍA MUNICIPAL DE TEATRO EN SOLIDARIDAD CON LA PERSONAS AFECTADAS POR EL HURACÁN IDA.





La Compañía Municipal de Teatro “Roque Dalton” de San Salvador - CoMun TeatRo D’ San Salvador, de PROMOCULTURA, consientes de la necesidad de apoyar solidariamente a nuestros hermanos y hermanas salvadoreñas que han sido afectados por las lluvias del huracán IDA ocurridas el fin de semana pasado, tomó la iniciativa de ofrecer dos presentaciones del nuevo espectáculo “Historia de Boas y Elefantes”, adaptación de la obra “El Principito”, los días sábado 14 y domingo 15 de noviembre del corriente, en horario de 3:00 pm y 10:00 am., respectivamente, en el Teatro Municipal de Cámara Roque Dalton de San Salvador. Esto con el fin de recolectar víveres en la entrada de las presentaciones para entregárselos a los cientos de damnificados en los albergues que más lo necesiten en los diferentes distritos de la capital.





Sin embargo, el día de ayer la concejala y presidenta de PROMOCULTURA, licenciada Paulina Aguilar de Hernández, notificó por escrito que se cancelara la actividad anteriormente mencionada argumentado que no era oportuno ejecutar las dos presentaciones de la obra en estos momentos porque podía interferir con una Mini Teletón Municipal que organizaría la Alcaldía en recaudación de fondos para la reconstrucción de comunidades afectadas, en la cual nos ha invitado la concejala a participar con nuestra obra.





Ante tal decisión CoMun TeatRo D’ San Salvador manifiesta:





1. Lamentamos la falta de solidaridad y comprensión de la nueva autoridad cultural municipal con las y los damnificados, pues no facilita que la ciudadanía, además de recrearse con una obra teatral, pueda tener un espacio creado voluntariamente por los propios artistas para donar víveres y de esa forma colaborar ante la emergencia nacional que agobia a la capital. En estos momentos, debemos apoyar desde todos los esfuerzos, para actuar en beneficio de las y los damnificados.





2. Consideramos que nuestra iniciativa no afectaría en nada el desarrollo de la Mini Teletón Municipal, pues las actividades no se enmarcan en las mismas fechas ni se recaudan los mismos insumos, en tanto que nosotros con las presentaciones de teatro recolectaríamos víveres por la emergencia inmediata y la teletón fondos para la reconstrucción de las comunidades afectadas.





3. La determinación tomada nos obliga a suspender las presentaciones ofrecidas voluntariamente para la recaudación de víveres, los días 14 y 15 de noviembre en horario de 3:00 pm y 10: 00 am. , respectivamente, ya que nos han negado las instalaciones del Teatro Municipal de Cámara Roque Dalton para tales eventos. Lamentamos que la Alcaldía no pudiese aprovechar nuestra iniciativa.





4. Hasta al momento y después de medio año de gobierno municipal, las autoridades municipales en materia de cultura, aún no nos han presentado a las y los trabajadores de PROMOCULTURA en las instalaciones del Teatro Municipal de Cámara, las líneas de trabajo de la nueva gestión. Esto nos refleja una escaza visión del desarrollo de las políticas culturales en el municipio y de la importancia que el arte tiene como instrumento de transformación y beneficio social para nuestra sociedad.





5. Por tanto, manifestamos a la población en general nuestra solidaridad en estos momentos de emergencia, lamentando mucho este vergonzoso incidente de la actual gestión municipal que no permite tener un espacio creado voluntariamente por los propios artistas para donar víveres para las personas afectadas por la tragedia del huracán IDA.





Como grupo seguiremos convencidos que el Arte es el mejor camino de beneficio para nuestra sociedad







CoMun TeatRo D’ San Salvador:

Compañía Municipal de Teatro Roque Dalton de San Salvador




San Salvador, 12 de noviembre de 2009


http://querole.blogspot.com/2009/11/urgente-alcaldia-de-san-salvador.html

Habla Honduras

Denuncian la existencia de un plan para disfrazar soldados y hacerlos pasar por miembros de un supuesto comando armado de la Resistencia
Militares de Honduras planean masacre


Habla Honduras




Andrés Pavón, titular del Comité para la Defensa de los Derechos Humanos en Honduras (CODEH) denunció ante medios nacionales e internacionales la existencia de un macabro plan militar para disfrazar soldados y hacerlos pasar por miembros de un supuesto comando armado de la Resistencia, que el día 29 de Noviembre procederá a efectuar una operación militar de asesinato en masa en contrade miembros de la Unión Cívica Democrática, con el fín de provocar repulsión violenta en Honduras y pérdida de apoyo al Frente Nacional de Resistencia Contra el Golpe de Estado a nivel internacional.

Según el Sr. Pavón, oficiales militares leales al pueblo hondureño le han hecho llegar confidencialmente la información correspondiente al maquiavélico plan, tras señalarle que el mismo es dirigido por fuerzas oscuras dentro de las facciones golpistas que se niegan a aceptar instancia alguna en la cual tengan que dar explicaciones y enfrentar las consecuencias de la ruptura barbárica del órden constitucional, el estado de derecho, y la vigencia de las protecciones legales a los Derechos Humanos en la nación.

A través de dicha masacre se pretende tambien crear un clima de venganza por parte de la Unión Cívica Democrática y empresarios que apoyan el golpe en contra de los miembros de la Resistencia, para que estos contraten a sus propios sicarios y procedan a asesinar al pueblo hondureño. El objetivo final de esta espantosa operación sería echar a perder las elecciones nacionales y perpetuar a la dictadura militar en el poder, pues la cúpula militar presumiblemente ha percibido que los políticos golpistas los están dejando sólos, y les preocupa que aún el nuevo gobierno surgido de las elecciones no sea capaz de protegerlos, y se vea obligado a usarlos ante las instancias internacionales el próximo año como chivo expiatorio para calmar el clamor de justicia que con toda seguridad habrá de ser la nueva consigna popular al comienzo del nuevo gobierno.

No es ningún secreto que el último mes a los miembros de la cúpula militar se les ha visto desvelados y nerviosos, presumiblemente por que no ven una salida clara a su atribulada situación, y es probable que en estos momentos se encuentren buscando opciones extraordinarias que les aseguren la mayor probabilidad de evitar enfrentar las consecuencias de acciones que han sido vistas como terroristas por parte de amplios segmentos de la nación hondureña.

El Sr. Andrés Pavón hizo un llamado a todos los gobiernos del mundo y a todas las instancias internacionales y nacionales a mantenerse alerta y proceder a rechazar de manera categórica todos los intentos de provocaracciones terroristas que puedan servir para desviar el conflicto actual hacia una potencial guerra civil en Honduras.



http://www.rebelion.org/noticia.php?id=95216

A veinte años del asesinato de los jesuitas en El Salvador

A veinte años del asesinato de los jesuitas en El Salvador
Los mártires de la UCA. Exigencia y gracia

Jon Sobrino
Adital


Hace veinte años asesinaron a mis hermanos jesuitas de la UCA, a Julia Elba y Celina. Yo estaba en Tailandia, y de regreso a El Salvador tenía que pasar por San Francisco. En el aeropuerto me esperaban, con rostros impávidos, Steve Prevett y Peggy O’Grady. En las calles de San Francisco, con un parlante en la mano, Paul Locatelli condenaba los asesinatos, y Tessa Rouverol le acompañaba. Me trajeron a la universidad de Santa Clara. La comunidad me acogió como a un hermano y en ella pasé varias semanas. Al llegar me encontré con ocho cruces plantadas delante de la Iglesia. Y cuando un desalmado las arrancó, Paul Locatelli inmediatamente las volvió a plantar. Nunca lo olvidaré. Por eso, ahora tengo un sentimiento de "volver a casa". Sobre estos mártires quiero hablarles, con agradecimiento por lo que fueron e hicieron, pero también con la convicción de que es vital mantenerlos vivos y de que sería fatal dejarlos morir. Los mártires, ellos y ellas, nos confrontan con nosotros mismos sin escapatoria, iluminan las realidades más profundas de nuestro mundo y lo que hay que hacer con él. Tenemos que enfrentarnos a los ídolos que exigen víctimas en el tercer mundo, aunque sus raíces más hondas están en el primero, y tenemos que trabajar por revertir la historia, y salvar así a una civilización que está gravemente enferma, como decía Ignacio Ellacuría, a un mundo en trance de muerte, como dice Jean Ziegler. A los cristianos los mártires nos señalan, mejor que nada y sin temor a equivocarnos, el camino a seguir. Son los que más nos empujan al seguimiento de Jesús y mejor nos introducen en el misterio de su Dios.
En el mundo que llamamos de abundancia la palabra "mártir" produce extrañeza, incluso repulsión, pero entre nosotros -y aquí asoma la paradoja cristiana- también produce luz, ánimo y agradecimiento. Por eso no debiéramos permitir que la palabra "mártir" pierda su vigor. Debe mantenerse como referente cristiano y social insustituible para humanizar a este mundo. Exactamente como la cruz de Jesús. Por esa razón hablaré ahora sobre los ocho mártires de la UCA.
Para ponerlo en un contexto, no sólo académico, sino humano, comienzo recordando cuál fue la reacción ante sus muertes de dos personas bien conocidas. Uno, el Padre Arrupe. Cuando los mataron, estaba ya en cama prácticamente sin poder pronunciar palabra ni comunicarse. Cuenta el enfermero que, al darle la noticia, "el Padre Arrupe se echó a llorar". Era todo lo que podía hacer, pero en el llanto el Padre Arrupe se dio a sí mismo por entero. El otro, Noam Chomsky. Al cumplir 80 años en marzo de este año, un periodista le preguntó qué le daba fuerza para continuar en la lucha. "Imágenes como ésa", respondió. Y señaló con la mano un cuadro en el que aparece el arzobispo Romero y los seis jesuitas de la UCA.
Estos seres humanos tocan las fibras más hondas de cualquier persona honrada. Son un referente vivificante. Ciertamente los seis jesuitas. Y también Julia Elba y Celina, aunque éstas siempre nos dejan sin palabra. En ellas se hace presente el mysterium iniquitatis.
1. Quiénes fueron
La injusticia da muerte a gente inocente de formas distintas. Mata a personas como Monseñor Romero y Martin Luther King. Y lenta o violentamente, da muerte a grandes mayorías, a los campesinos de El Mozote en El Salvador; antaño a los esclavos de las plantaciones de algodón.
Los jesuitas de la UCA, mártires jesuánicos
Comenzamos con los seis jesuitas. Después de Medellín, 1968, y tocados por el sufrimiento del pueblo "se convirtieron". Aceptaron que ser jesuita es "luchar", no sólo trabajar. "Luchar por la fe", y más sorprendente aún, "luchar por la justicia". Así lo exigía la realidad y así lo dijo la CG XXXII (D 2. 2). Su muerte confirmó lo que la misma congregación había previsto lúcidamente: "No trabajaremos en la promoción de la justicia sin que paguemos un precio" (D 4. 46).
Los mártires de la UCA lo hicieron cada uno según sus talentos, y es bueno recordarlo para que todos nos podamos sentir cuestionados y animados. Permítanme detallarlo mínimamente. Ellacuría, 59 años, filósofo y teólogo, rector. Repensó la universidad desde y para los pueblos crucificados. Puso todo su peso para combatir la opresión y represión, y para conseguir una paz negociada. Segundo Montes, 56 años, sociólogo, fundador del Instituto de Derechos Humanos. Se concentró en el drama de los refugiados dentro del país y sobre todo de los que tenían que abandonarlo, los emigrantes, que entonces huían de la represión violenta y ahora del hambre y la falta de trabajo. Los visitaba en los campos de refugiados en Honduras. Ignacio Martín-Baró, 44 años, psicólogo social, pionero de la psicología de la liberación, fundador del Instituto de Opinión Pública de la UCA para facilitar que se conociese la verdad y dificultar que ésta quedara oprimida por la injusticia. Cada fin de semana visitaba comunidades suburbanas y campesinas con las que celebraba la eucaristía. Juan Ramón Moreno, 56 años, profesor de teología, maestro de novicios y maestro del espíritu, acompañante de comunidades religiosas. En Nicaragua participó en la campaña de alfabetización. Amando López, 53 años, profesor de teología, antiguo rector del seminario de San Salvador y de la UCA de Managua. En ambos países defendió a perseguidos por regímenes criminales, a veces escondiéndolos en su propia habitación. Por último Joaquín López y López, 71 años, el único salvadoreño de nacimiento, hombre sencillo y de talante popular. Trabajó en el colegio y fue el primer secretario de la UCA en 1965. Después fundó Fe y Alegría, institución de escuelas populares para los más pobres.
Fueron muy distintos, pero todos ellos fueron seguidores de Jesús y jesuitas. Es lo que nos dejan. En ellos podemos mirarnos para saber lo que debemos ser y hacer. Digamos una palabra sobre lo que fue más suyo.
Seguidores de Jesús. Reprodujeron en forma real, no intencional o devocionalmente, la vida de Jesús Su mirada se dirigió a los pobres reales, aquellos que viven y mueren sometidos a la opresión del hambre, la injusticia, el desprecio, y a la represión de torturas, desaparecimientos, asesinatos, muchas veces con gran crueldad. Y se movieron a compasión. "Hicieron milagros", poniendo ciencia, talentos, tiempo y descanso, al servicio de la verdad y de la justicia. Y "expulsaron demonios". Ciertamente lucharon contra los demonios de fuera, los opresores, oligarcas, gobiernos, fuerza armada, y de ellos defendieron a los pobres. No les faltaron modelos, Rutilio Grande y Monseñor Romero. Y fueron fieles hasta el final, en medio de bombas y amenazas, con misericordia consecuente. Murieron como Jesús, y han engrosado una nube de testigos, cristianos, religiosos, también agnósticos, que han dado su vida por la justicia. Estos son los "mártires jesuánicos", referente esencial para los cristianos y para cualquiera que quiera vivir humana y decentemente en nuestro mundo. Su bautismo fue de Espíritu de sangre y siguieron a Jesús.
Con el espíritu de san Ignacio. En este punto me voy a detener un poco más pues hoy se habla mucho de espiritualidad ignaciana. Creo que nos pueden ayudar a historizar a san Ignacio ciertamente en el tercer mundo y a hacerlo útil para comprender mejor a Jesús.
El otro Ignacio, Ellacuría, hizo una relectura de los Ejercicios desde la realidad del tercer mundo. Tres puntos me parecen fundamentales, y pueden fungir como presupuestos ignacianos de la opción por los pobres y la lucha por la justicia. 1) Mirar la realidad de nuestro mundo y captarla como "pueblos que están crucificados". Ante ellos la reacción fundamental -sin necesidad de discernimiento- es "hacer redención". 2) Ser honrados con nosotros mismos, jesuitas, y preguntarnos "qué hemos hecho para que esos pueblos estén crucificados y qué vamos a hacer para bajarlos de la cruz". 3) Tomar en serio -quizás lo más difícil y menos frecuente- que hay dos modos de caminar en la vida, de ser jesuitas, construir la sociedad y la universidad. Son caminos opuestos y están en pugna. Uno es el camino de la pobreza, que lleva a oprobios y menosprecios; hoy diríamos humillaciones, difamaciones, amenazas; y de ahí a la humildad, a la hondura de lo humano, a la verdadera vida. El otro es el camino de la riqueza, que lleva a los honores mundanos y vanos; hoy diríamos al prestigio entre los grandes de este mundo; y de ahí a la arrogancia, a una vida falseada, personal e institucional. En resumen, uno conduce a la salvación -humanización- y el otro a la perdición -deshumanización. Se trata de ganar o perder la vida, como dice Jesús. Y de estar dispuestos a pagar el precio.
En términos de estructuras, Ellacuría insistía en que hay que elegir entre una civilización de la pobreza -afín a una civilización del trabajo- y una civilización de la riqueza -afín a una civilización del capital. Ésta, que predomina en el mundo, ha generado una civilización gravemente enferma. Aquélla, la que hay que construir, puede revertir la historia y sanar la civilización.
Estos tres puntos: pueblo crucificado, necesidad de liberación, camino de la pobreza -más la honradez con nosotros mismos- son, en mi opinión, lo que más resplandece en la ignacianidad de los mártires de la UCA y lo que mejor explica por qué que acabaron como acabaron. En la tradición de san Ignacio ciertamente hay otras muchas cosas importantes a tener en cuenta: el "magis", "a mayor gloria de Dios", "en todo amar y servir", "el bien cuanto más universal más divino" -todo lo que se menciona con frecuencia en la explosión ambiental de ignacianidad que hoy existe. Los tres puntos que hemos mencionado en mi son más fácilmente comprensibles, también por los no iniciados en ignacianidad, y ciertamente por los pobres. Y en mi opinión tienen menos peligro de perderse en el ámbito de lo conceptual e intencional. Expresan realidades claramente históricas y verificables.
En este contexto me parece oportuno recordar un hecho singular: los mártires de la UCA nunca discernieron si era voluntad de Dios permanecer en el país, con riesgos, amenazas y persecuciones, o salir. Ni se les ocurrió. Para ver cuánto de explícitamente ignaciano había en ese proceder pienso que hay que ir al primer tiempo de hacer elección: "sin dubitar ni poder dubitar" (Ejercicios n. 175). Hay que preguntarse "que movía y atraía la voluntad". Si era "Dios nuestro Señor" comunicándose al alma, como en la formulación de san Ignacio, o si eran realidades históricas: "el sufrimiento del pueblo", que no dejaba vivir en paz; "la vergüenza que daba abandonar al pueblo"; "la fuerza cohesionante de la comunidad"; "el recuerdo enriquecedor de Monseñor Romero, de nueve sacerdotes y cuatro religiosas asesinadas"; incluso el "haberse acostumbrado a la persecución". Pienso que todo ello movía la voluntad e iluminaba las decisiones y el camino a seguir. En el lenguaje de los ejercicios, en ello y a través de ello Dios estaba realmente causando el sin dubitar ni poder dubitar. Pero Dios no actuaba a través de cualquier cosa, sino de las que hemos mencionado.
El Espíritu de Dios mueve a caminar, pero su fuerza pasaba a través del pueblo sufriente. Así ha parafraseado Pedro Casaldáliga el conocido poema de Antonio Machado:
Camino que uno es, Para que los atascados Haz del canto de tu pueblo
Que uno hace al andar. Se puedan reanimar. El ritmo de tu marchar.
Así, pienso yo, discernieron los jesuitas de la UCA. Se dejaron atraer y llevar por la realidad. Es la sinergia de Dios y del pueblo sufriente. Y no se me ocurre otra manera de explicar por qué se quedaron.
Quisiera terminar esta reflexión sobre su ser jesuitas recordando que "murieron en comunidad". Pudo no haber sido así, y pudiera haber sido asesinado sólo Ellacuría, el enemigo principal. Pero hay una verdad importante -providencial si se quiere-, en que su muerte fuese "en comunidad". Así había sido su vida y trabajo, con alegrías y tensiones, con virtudes y pecados, pero siguiendo una sola línea bien trazada. Y así expresaron que la Compañía está hecha de "todos". Es "cuerpo", no suma de individuos, algunos de ellos geniales, otros normales.
Esta comunidad de "seis jesuitas" se integró en una comunidad mayor, el cuerpo de la Compañía universal. 49 son los jesuitas que han muerto en el tercer mundo, asesinados de una u otra forma, después de la CG XXXII. Entre ellos se cuentan tres estadounidenses. Francis Louis Martiseck, 66 años, nacido en Export, Pennsylvania, muerto por arma de fuego en Mokame, India, 1979; Raymond Adams, 54 años, nacido en New York, muerto por arma de fuego en Cape Coast, Ghana, 1989; Thomas Gafney, 65 años, nacido en Cleveland Ohio, asesinado en Katmandú, Nepal, 1997.
No es infrecuente recordar "las glorias de la Compañía", las reducciones del Paraguay, Mateo Ricci en China... Hoy, estos mártires, unos más famosos, otros menos, son la gloria de la Compañía. Y sobre todo son ellos los que mantienen a la Compañía con vida. Una semana después del asesinato del Padre Rutilio Grande el Padre Arrupe escribió:
"Éstos son los jesuitas que necesita hoy el mundo y la Iglesia. Hombres impulsados por el amor de Cristo, que sirvan a sus hermanos sin distinción de raza o de clase. Hombres que sepan identificarse con los que sufren, vivir con ellos hasta dar la vida en su ayuda. Hombres valientes que sepan defender los derechos humanos, hasta el sacrificio de la vida, si fuera necesario" (19 de marzo, 1977).
Julia Elba y Celina: el pueblo crucificado
Con los jesuitas murieron asesinadas dos mujeres: Julia Elba Ramos, 42 años, cocinera de una comunidad de jóvenes jesuitas, pobre, alegre e intuitiva, y trabajadora toda su vida. Y su hija Celina, 15 años, activa, estudiante y catequista; con su novio habían pensado comprometerse en diciembre de 1989. Se quedaron a dormir en la residencia de los jesuitas, pues allí se sentían más seguras. Pero la orden fue "no dejar testigos". En las fotos se nota el intento de Julia Elba de defender a su hija con su propio cuerpo. Sobre Julia Elba hace unos días escuché este testimonio de una mujer que la conoció bien:
"Le digo que era muy humana porque sentía el dolor de los demás. Yo viví un tiempo en la casa de ella. Era una persona bien amistosa, sabía llevarse con los demás. Ella tenía 33 años y yo 19. Ella y yo teníamos muchas cosas en común; comenzamos a trabajar desde muy chiquitas. Ella había trabajado desde los 10 años en los cafetales […] Era una mujer muy fuerte. Siempre me enseñó a que no me dejara, que no me acobardara ante los problemas. Fue una mujer sufrida pero fuerte. Me enseñó a ser una mujer de valía, que no dependiera de los otros si no de mi misma".
Como Julia Elba hay centenares de millones de hombres y mujeres en nuestro mundo. Son inmensas mayorías que perpetúan una historia de siglos: en la América conquistada y depredada por los españoles en el siglo XVI; en el África esclavizada ya en el siglo XVI y expoliada sistemáticamente por los europeos en el siglo XIX; en el planeta que sufre hoy la globalización opresora bajo la égida de Estados Unidos. Mueren la muerte rápida de la violencia y de la represión, y sobre todo la muerte lenta de la pobreza y de la opresión. Sin comparación posible sufren más que nadie las consecuencias de nuestros desmanes. En guerras e invasiones: Afganistán, Irak, Palestina; en el manejo de la medicina y farmacia: malaria, sida; en pésima ecología: inundaciones, desertificación, pérdidas en la agricultura; en las catástrofes naturales: la inmensa mayoría de quienes mueren en los terremotos no pueden construir casas con acero suficiente, viven en la laderas de los montes y en las riberas de los ríos, o junto a las vías del tren…
"Hay más riqueza en la Tierra, pero hay más injusticia. África ha sido llamada "el calabozo del mundo", una "Shoá" continental. 2.500 millones de personas sobreviven en la Tierra con menos de 2 dólares al día y 25.000 personas mueren diariamente de hambre, según la FAO. La desertificación amenaza la vida de 1.200 millones de personas en un centenar de países. A los emigrantes les es negada la fraternidad, el suelo bajo los pies".
Estas palabras de Pedro Casaldáliga son del año 2006. Ni el G-7, ni el G-8, ni ahora el G-20, han hecho nada significativo para revertir esta historia. Recordar hoy los ideales del milenio es burla y ofensa a los pobres. En un año el número de hambrientos ha aumentado en cien millones, y cada cinco segundos un niño muere de hambre, asesinado, puntualiza Jean Ziegler, pues es muy posible eliminar el hambre.
Son "el siervo doliente de Yahvé" en nuestros días; "el pueblo crucificado", lenguaje que no es usado, y que políticamente es "totalmente incorrecto". Sus hombres y mujeres mueren inocentemente, pues no han cometido el "pecado" de Monseñor Romero o Ignacio Ellacuría, simplemente estaban allí. Mueren cruelmente, con gran frecuencia después de una vida de grandes sufrimientos. Viven y mueren anónimamente. Son desconocidos los cinco millones de hombres y mujeres que han muerto en el Congo, en una guerra fabricada para que el coltan termine en el mundo de abundancia en las megaempresas de misiles, telefonía y computación. Y mueren indefensamente. En serio, ¿quién defiende a esos pueblos? ¿Quién arriesga algo importante para bajarlos de la cruz?
Los mártires jesuánicos -algunos- son conocidos y venerados, pero no el pueblo crucificado. Peor aún, si, aun sin pretenderlo, aquéllos ocultan a éstos. Ellacuría no vivió ni murió para que el brillo de su figura opaque el rostro de Julia Elba.
Puede parecer absurdo, pero me he preguntado quién es más mártir, Ellacuría o Julia Elba, quién reproduce más la cruz de Jesús. Los mártires jesuánicos expresan mejor la decisión y la libertad para arriesgar la vida, pero expresan menos la negrura de la injusticia cotidiana, la dificultad simplemente de vivir. La muerte de las mayorías asesinadas, por su parte, expresa menos el carácter activo de lucha, pero expresa más la inocencia histórica, pues nada han hecho para merecer la muerte, y la indefensión, pues ni posibilidad física han tenido de evitarla. Esas mayorías son las que más cargan con un pecado que las ha ido aniquilando poco a poco en vida y definidamente en muerte. Son las que mejor expresan el ingente sufrimiento del mundo. Sin pretenderlo y sin saberlo, "completan en su carne lo que falta a la pasión de Cristo". No "añaden", como puntualizan los exegetas, pero sí "reproducen".
Los jesuitas de la UCA no fueron asesinados por fidelidad kantiana a ideales universales de verdad y justicia, sino por defender a estos pueblos crucificados. Sin recordar a los millones de crucificados no se les entiende. Sería como pretender entender la cruz de Jesús sin recordar a los pobres desgraciados a los que ayudó Jesús en su postración y a quienes defendió de fariseos, escribas, herodianos y sumos sacerdotes.
Una última reflexión creyente. De los mártires de la UCA, unos fueron más parecidos a Monseñor Romero, los jesuitas. Otros fueron más parecidos al pueblo crucificado, las dos mujeres. Mirándolos a todos ellos y ellas en su conjunto, podemos decir que con ellos y ellas Jesús y su Dios pasaron por este mundo cargando con la cruz. Pero también hay que decir que, contra toda apariencia, en ellos y ellas pasó el Dios de la salvación. Así lo escribió el P. Ellacuría con rigor científico. Por mi parte escrito: "fuera de los pobres -y de las víctimas- no hay salvación".
Para terminar este punto, permítanme dos breves reflexiones. La primera es que entre los victimarios, asesinos directos o constructores y gestores de estructuras opresoras, hay cristianos bautizados, a veces educados por instituciones cristianas. La segunda es que al parecer en los procesos de canonización, no saben qué hacer con los mártires jesuánicos, los mártires por la justicia. Y ciertamente en esos procesos no hay lugar para las mayorías de hombres y mujeres de los pueblos crucificados. Ojalá se repiensen estos procesos. Y, canonizados o no, ojalá la Iglesia se desviva por dar dignidad a las mayorías que han cargado con la cruz en vida y en muerte. Son los preferidos de Dios.
2. Qué piden y qué dan los mártires de la UCA
Para ellos no piden nada. Nuestra conciencia es la que nos apremia: "algo hay que hacer". Es importante no olvidarnos de ellos, guardarles cariño y agradecimiento. También es importante trabajar y exigir que se esclarezca la verdad de los asesinatos y se juzgue a sus responsables, pues no hay modo de arreglar este mundo si la mentira, el encubrimiento y la impunidad siguen intactos. Pero no basta. Debemos dejarnos interpelar y preguntarnos qué nos piden los mártires.
En mi opinión nos piden, en virtud de ser lo que han sido, "proseguir su ser y hacer". Y comenzar como ellos, sin temor a plantear la vida, la vocación y el trabajo en términos de con-versión, correlativa a la tarea de re-vertir la historia. Ejemplo insigne de "conversión", de "vuelco" en el modo de ser y hacer -ya que no le gustaba que se hablara de él en término de conversión, fue Monseñor Romero. De la conversión de los mártires de la UCA -en unos lejanos ejercicios de 1969- surgieron modos fundamentales de ser y de actuar: la honradez con lo real, la misericordia consecuente sin medir costos, el trabajo por una civilización de la pobreza. Y sorprendentemente, también dejarnos salvar por los pobres.
Vamos a ejemplificarlo concentrándonos en lo que para ellos fue y exigió la universidad, aunque análogamente creo que pudiera decirse del trabajo pastoral, asistencial, de derechos humanos... Y fue una exigencia seria, pues no suele ocurrir que se asesine a jesuitas que trabajan en una universidad.
El 12 de junio de 1982 esta universidad otorgó al P. Ignacio Ellacuría un doctorado honoris causa, y al recibirlo pronunció un importante discurso. Releído hoy, aun teniendo en cuenta las diferencias de tiempo y lugar, sigue ofreciendo luz, dirección e impulso para construir una universidad jesuita de inspiración cristiana. Habrá que adaptar sus palabras creativamente, pero sería temeridad ignorarlas. Veamos brevemente algunos de sus elementos más novedosos, cuestionantes y fructíferos, citando algunas de sus palabras.
A quién se debe la universidad. Toda universidad tiene que ver "con el saber y con un determinado ejercicio de la realidad intelectual", y en ello las universidades jesuitas no se distinguen de otras. También lo pensaba Ellacuría y exigía que el saber fuese lo más riguroso posible y que la investigación y la docencia fuesen de calidad. Esto lo damos por sentado y no vamos a insistir en ello. Pero insistía también en algo que no es tan evidente ni comúnmente aceptado. "La universidad es una realidad social y una fuerza social, marcada históricamente por lo que es la sociedad en la que vive y destinada a iluminar y transformar, como fuerza social que es, esa realidad en la que vive, de la que vive y para la que debe vivir".
Esto lleva, entre otras, a una pregunta crucial: a quién se debe y ante quién es responsable la universidad. Condición de su existencia son una variedad de realidades y agentes sociales: los jesuitas y su tradición universitaria, la institución eclesial que, según los casos, dará su aprobación, la comunidad académica e intelectual en el pasado y en el presente, los que la hacen factible económica y financieramente -a veces políticamente-, el estudiantado… A todo esto hay que atender, pero la universidad no se debe últimamente a nada de ello. Y para responder no bastan respuestas universales o que se piensan ser conocidas de antemano.
En el caso de todo el tercer mundo, mayoría en la humanidad, distinto y antagónico a las minorías del planeta, a pesar del ideal de equidistancia que sugiere el término "globalización", la realidad a la que se debe la universidad y a la que tiene que servir es un mundo de pobreza e ignominia, en muy buena parte un mundo de opresión y represión -y a esa conclusión se llega sin dubitar ni poder dubitar. Los medios e instrumentos de servir deben ser estrictamente universitarios, pero lo central del servicio sale de la universidad: liberar de todo tipo de opresión. En definitiva "bajar de la cruz a esos pueblos crucificados". Sin dar prioridad a ese servicio, una universidad puede ser un centro de saber, junto a otros, más o menos competente y competitivo, pero no es una universidad de inspiración cristiana. Y no hay que darlo por supuesto pues la tentación de lo contrario siempre está al acecho.
En términos cristianos es la opción de la universidad por los pobres y las víctimas. La tarea de la universidad es lograr que "los pobres", los que no dan la vida por supuesto, tengan vida; y que "las víctimas", los que tienen a los poderes de este mundo en contra, estén defendidos de cualquier poder opresor. Eso lo debe hacer la universidad como un todo, haciendo el mejor uso de la razón en su docencia, investigación, proyección y comportamiento social -y sin confundirlo con la asistencia a estudiantes desfavorecidos, por benemérito que esto sea, por otros capítulos.
"Ciencia de los que no tienen voz". Decía Ellacuría: "la universidad debe encarnarse entre los pobres intelectualmente", lo cual en la realidad, e incluso en el concepto, es de difícil comprensión. Pero se hace más comprensible al mencionar la finalidad de tal encarnación: "ser ciencia de los que no tienen voz, el respaldo intelectual de los que en su realidad misma tienen la verdad y la razón, aunque sea a veces a modo de despojo, pero que no cuentan con las razones académicas que justifiquen y legitimen su verdad y su razón".
Entre nosotros en El Salvador esas palabras recuerdan a las de Monseñor Romero: "Estas homilías quieren ser la voz de los sin voz" (Homilía del 29 de julio, 1979). Y la razón era para defenderlos de los que tienen demasiado voz. Es notable que al buscar un punto de contacto entre razón universitaria y palabra eclesial, Ellacuría no incursionarse en la temática de teoría y praxis, de falibilidad o infalibilidad, duda o certeza, sino en el ámbito de la defensa de oprimidos y víctimas. Aquí la analogía entre palabra pstoral y palabra universitaria se convierte en univocidad.
Monseñor Romero prosiguió: "Por eso, sin duda, [estas palabras] caen mal a aquéllos que tienen demasiado voz", y la Iglesia de Monseñor Romero fue duramente perseguida. Lo mismo ocurre con la razón universitaria propuesta por Ellacuría. En su discurso recordó las amenazas, ataques y persecución a la UCA en aquellos años. Lo importante, sin embargo, es su reflexión programática, válida hasta el día de hoy: "en un mundo donde reina la falsedad, la injusticia, la represión, una universidad que luche por la verdad, por la justicia y por la libertad no puede menos de verse perseguida". Por esa razón es importante preguntarse cuánto de persecución sufre o no sufre una universidad cristiana; de parte de quien la sufre y de parte de quién recibe halagos. Y cómo se comporta ante una cosa u otra.
Cuando la razón y la palabra, universitaria o pastoral, no es light y amorfa, sino que tiene peso y aristas, es más cortante que espada de dos filos. Y entonces el mundo que se presenta como tolerante, defensor de la libertad de pensamiento y de expresión, busca defenderse de una razón compasiva y de la palabra de un Dios de los pobres. Hace cuarenta años, hasta la CIA buscó defenderse de Medellín y de la teología de la liberación, pues les daba miedo -"ponen en peligro nuestros intereses", se decía en el informe Rockefeller. En América Latina gobiernos y fuerzas armadas asesinaron a docenas de sacerdotes, entre ellos cuatro obispos. Ese mismo miedo pueden generar las universidades a los poderosos.
Universidad "en pobreza y "sin poder". Es lo que lo que Jesús pide a los discípulos cuando los envía a realizara la misión, es decir, a realizar una tarea. "No tomen nada para el camino". "No sean como los señores de este mundo que oprimen con su poder". Esto hay que historizarlo adecuada y realistamente, pero no se de ignorar eficazmente como si no tocase en nada la labor de una universidad.
En la meditación de las dos banderas san Ignacio es muy claro en que pobreza y sin poder son caminos de perfección, pero también caminos de vida, humanización. E insiste en que ambas cosas están en oposición dialéctica a la riqueza y el poder. Éste es el san Ignacio de Manresa. Después, como general de la Compañía, tuvo que historizarlo -y no fue fácil. El apostolado exigía recursos y los jesuitas entraron, como por necesidad, en relación con bienhechores. Esto les acercó al mundo de la riqueza, de los honores y del poder: reyes, damas de la nobleza, cardenales… A san Ignacio le ocupó seriamente el problema, y buscó soluciones. Un ejemplo conocido es la recomendación a Laínez y Salmerón cuando fueron como teólogos al Concilio de Trento, mundo de poder, ciertamente eclesiástico e indirectamente también civil. Y les ordenó vivir y pasar las noches en hospitales de pobres. Era una forma de vivir las dos banderas en una situación objetiva de riqueza y de poder.
Hoy, por lo que toca a servir en pobreza, se debiera alcanzar el nivel de austeridad, rechazar lujos en edificios y templos, y huir de solemnidades mundanas y vanas, aunque sea lo aceptado e incluso esperado socialmente. Y ciertamente, evitar -en comparación con pobres y clases medias bajas- desigualdades lacerantes en el modo de comportarse.
Por lo que toca al sin poder, no se debe ceder el poder que proviene del "saber", pues de esa forma el saber queda en manos de quienes normalmente lo usan para ocultar la verdad y oprimir. Pero hay que evitar la arrogancia y el sometimiento de otros que genera el poder. Y el gusto, que más o menos conscientemente produce el acercamiento a los poderes reales, civiles o eclesiásticos.
Por lo que toca a la arrogancia, no hay mejor remedio que dejar que los pobres sean nuestra buena noticia, sobre todo cuando, sin decirlo, nos perdonan. Y asumido con humildad, mucho ayuda la persecución y el martirio.
Y una última reflexión, en forma de aclaración, sobre la "excelencia académica". Forma parte de la tradición de la educación de la Compañía, pero cualquier maestro de la sospecha se preguntará si hoy no se está encubriendo algo al insistir en ella, y en qué consiste. Para mí el problema está en adecuar, sin discusión, excelencia académica y excelencia universitaria -y de querer acercarse a otras afamadas instituciones universitarias. Aquélla es necesaria para que exista ésta, pero no es lo mismo. Y peor aún si la insistencia en la excelencia académica llevara a que disminuya la excelencia universitaria. Ya hemos dado nuestra opinión sobre cómo se mide la excelencia de una universidad: configure a una sociedad en la línea de la verdad, la justicia, la liberación y la humanización. Para ello la academia es necesaria y sumamente importante, pero no es la finalidad última. En una universidad es instrumento esencial pero no el fin esencial.
De hecho, así ha sido en las universidades de los jesuitas. Los saberes han sido instrumentos importantes para defender la fe, para que la Iglesia tenga reconocimiento y prestigio, para elevar el nivel de conocimiento de determinados grupos sociales… Y para ello se ha necesitado excelencia académica. Pero lo que hemos propuesto va más allá. Bajar de la cruz al pueblo crucificado significa que sea posible la vida, la dignidad, la fraternidad en el mundo de pobres y oprimidos. Y además desde esta perspectiva se puede volver a retomar la excelencia académica, ahora como un elemento de la excelencia universitaria, de manera que se transforme en excelencia académica "integral".
La razón está en que en nuestro mundo reina la falsedad, no sólo la ignorancia. Buscar la verdad no es entonces sólo hacer avanzar el saber, sino desenmascarar la mentira establecida. Predomina además la ideología, que tiene una dimensión estructural-institucional, y que quiere defender con el saber intereses muy frecuentemente injustos. La excelencia del conocimiento, en cuanto conocimiento, exige entonces conversión de la inteligencia para superar falsedad e ideología. Y eso se logra, pienso yo, cuando nos dejamos afectar, también intelectualmente, por la realidad crucificada. Y no sólo para sanar la realidad, sino para sanar nuestro conocimiento, y expandir sus horizontes. Esto cuestiona la manera ordinaria -ingenua en el mejor de los casos- de entender la excelencia académica y le ofrece una nueva dirección. El servicio universitario a la liberación de un mundo oprimido lejos de minarla la robustece.
Y no hay que olvidar que a la excelencia académica convencional ya empuja el establishment, que busca generar ideologías a su favor y graduados altamente competentes para mantener el status quo. Mucho más difícil es encontrar fuerzas y dinamismos sociales que muevan a transformar la realidad y sean asumidos por una universidad. Estos dinamismos vienen de los pobres, las víctimas, los mártires.
3. La gracia de los mártires
Hemos recordado a mártires. Su vida y su muerte son de gran dureza, y por eso mis palabras pueden sonar fuertes. Pero también es verdad que a ellos se dirigen las bienaventuranzas de Jesús. Y que para nosotros son -pueden ser- una bendición: nos animan a entregarnos a los demás y a tener esperanza, ánimo que no se encuentra, con esa fuerza, en ninguna otra parte, ni en la liturgia ni en la actividad de la academia.
En navidad decimos que en Jesús de Nazaret "ha aparecido la benignidad de Dios". En semana santa escuchamos en boca de Pilato que ese Jesús es "el hombre verdadero", "el que cargó con la realidad por amor a los pequeños". De ahí el "ecce homo". Ambas cosas, la aparición de Dios y de lo humano en un mundo en oscuridad es una buena noticia.
Eso es lo que celebramos en este acto universitario. Los seis jesuitas de la UCA nos llevan en su fe, de la que podemos tener alguna noticia, aunque sea caminando en silencio y de puntillas. Julia Elba y Celina nos llevan en la suya, pero de manera distinta. Yo al menos, no puedo entrar hasta el fondo en su misterio. Pero Dios sí les conoce y ellos -Dios sabe cómo- nos llevan a Dios.
Y contra toda ciencia y prudencia, los mártires generan esperanza. Miles de campesinos pobres, con familiares muertos, se juntan la víspera del 16 de noviembre en la UCA para celebrar unos con otros, rezar y cantar. Jürgen Moltmann lo ha teorizado muy bien: "no toda vida es ocasión de esperanza, pero sí lo es la vida de Jesús, quien, por amor, tomó sobre sí la cruz".

Termino. Quiero agradecer muy sinceramente a la Universidad de Santa Clara por la oportunidad que me ha dado de dirigirles estas palabras. Me han permitido hacer presente de algún modo el sufrimiento y la esperanza de un pueblo admirable y la memoria de mis hermanos y hermanas de la UCA. También quiero agradecerles el honor personal que me hacen. Me remite al cariño que me mostraron hace veinte años. Y lo interpreto como símbolo de solidaridad de esta Universidad con la UCA y con todo el pueblo salvadoreño.
Mis palabras finales son las que escribí aquí hace veinte años.
"Descansen en paz Ignacio Ellacuría, Segundo Montes, Ignacio Matín-Baró, Amando López, Juan Ramón Moreno, Joaquín López y López, compañeros de Jesús. Descansen en paz Julia Elba y Celina. hijas muy queridas de Dios. Que su paz nos transmita a los vivos la esperanza, y que su recuerdo no nos deje descansar en paz".
[Discurso pronunciado en la Universidad de Santa Clara, California el 5 de noviembre].
Fuente: http://www.adital.com.br/site/noticia.asp?lang=ES&cod=42881
A veinte años del asesinato de los jesuitas en El Salvador
Los mártires de la UCA. Exigencia y gracia

Jon Sobrino
Adital


Hace veinte años asesinaron a mis hermanos jesuitas de la UCA, a Julia Elba y Celina. Yo estaba en Tailandia, y de regreso a El Salvador tenía que pasar por San Francisco. En el aeropuerto me esperaban, con rostros impávidos, Steve Prevett y Peggy O’Grady. En las calles de San Francisco, con un parlante en la mano, Paul Locatelli condenaba los asesinatos, y Tessa Rouverol le acompañaba. Me trajeron a la universidad de Santa Clara. La comunidad me acogió como a un hermano y en ella pasé varias semanas. Al llegar me encontré con ocho cruces plantadas delante de la Iglesia. Y cuando un desalmado las arrancó, Paul Locatelli inmediatamente las volvió a plantar. Nunca lo olvidaré. Por eso, ahora tengo un sentimiento de "volver a casa". Sobre estos mártires quiero hablarles, con agradecimiento por lo que fueron e hicieron, pero también con la convicción de que es vital mantenerlos vivos y de que sería fatal dejarlos morir. Los mártires, ellos y ellas, nos confrontan con nosotros mismos sin escapatoria, iluminan las realidades más profundas de nuestro mundo y lo que hay que hacer con él. Tenemos que enfrentarnos a los ídolos que exigen víctimas en el tercer mundo, aunque sus raíces más hondas están en el primero, y tenemos que trabajar por revertir la historia, y salvar así a una civilización que está gravemente enferma, como decía Ignacio Ellacuría, a un mundo en trance de muerte, como dice Jean Ziegler. A los cristianos los mártires nos señalan, mejor que nada y sin temor a equivocarnos, el camino a seguir. Son los que más nos empujan al seguimiento de Jesús y mejor nos introducen en el misterio de su Dios.
En el mundo que llamamos de abundancia la palabra "mártir" produce extrañeza, incluso repulsión, pero entre nosotros -y aquí asoma la paradoja cristiana- también produce luz, ánimo y agradecimiento. Por eso no debiéramos permitir que la palabra "mártir" pierda su vigor. Debe mantenerse como referente cristiano y social insustituible para humanizar a este mundo. Exactamente como la cruz de Jesús. Por esa razón hablaré ahora sobre los ocho mártires de la UCA.
Para ponerlo en un contexto, no sólo académico, sino humano, comienzo recordando cuál fue la reacción ante sus muertes de dos personas bien conocidas. Uno, el Padre Arrupe. Cuando los mataron, estaba ya en cama prácticamente sin poder pronunciar palabra ni comunicarse. Cuenta el enfermero que, al darle la noticia, "el Padre Arrupe se echó a llorar". Era todo lo que podía hacer, pero en el llanto el Padre Arrupe se dio a sí mismo por entero. El otro, Noam Chomsky. Al cumplir 80 años en marzo de este año, un periodista le preguntó qué le daba fuerza para continuar en la lucha. "Imágenes como ésa", respondió. Y señaló con la mano un cuadro en el que aparece el arzobispo Romero y los seis jesuitas de la UCA.
Estos seres humanos tocan las fibras más hondas de cualquier persona honrada. Son un referente vivificante. Ciertamente los seis jesuitas. Y también Julia Elba y Celina, aunque éstas siempre nos dejan sin palabra. En ellas se hace presente el mysterium iniquitatis.
1. Quiénes fueron
La injusticia da muerte a gente inocente de formas distintas. Mata a personas como Monseñor Romero y Martin Luther King. Y lenta o violentamente, da muerte a grandes mayorías, a los campesinos de El Mozote en El Salvador; antaño a los esclavos de las plantaciones de algodón.
Los jesuitas de la UCA, mártires jesuánicos
Comenzamos con los seis jesuitas. Después de Medellín, 1968, y tocados por el sufrimiento del pueblo "se convirtieron". Aceptaron que ser jesuita es "luchar", no sólo trabajar. "Luchar por la fe", y más sorprendente aún, "luchar por la justicia". Así lo exigía la realidad y así lo dijo la CG XXXII (D 2. 2). Su muerte confirmó lo que la misma congregación había previsto lúcidamente: "No trabajaremos en la promoción de la justicia sin que paguemos un precio" (D 4. 46).
Los mártires de la UCA lo hicieron cada uno según sus talentos, y es bueno recordarlo para que todos nos podamos sentir cuestionados y animados. Permítanme detallarlo mínimamente. Ellacuría, 59 años, filósofo y teólogo, rector. Repensó la universidad desde y para los pueblos crucificados. Puso todo su peso para combatir la opresión y represión, y para conseguir una paz negociada. Segundo Montes, 56 años, sociólogo, fundador del Instituto de Derechos Humanos. Se concentró en el drama de los refugiados dentro del país y sobre todo de los que tenían que abandonarlo, los emigrantes, que entonces huían de la represión violenta y ahora del hambre y la falta de trabajo. Los visitaba en los campos de refugiados en Honduras. Ignacio Martín-Baró, 44 años, psicólogo social, pionero de la psicología de la liberación, fundador del Instituto de Opinión Pública de la UCA para facilitar que se conociese la verdad y dificultar que ésta quedara oprimida por la injusticia. Cada fin de semana visitaba comunidades suburbanas y campesinas con las que celebraba la eucaristía. Juan Ramón Moreno, 56 años, profesor de teología, maestro de novicios y maestro del espíritu, acompañante de comunidades religiosas. En Nicaragua participó en la campaña de alfabetización. Amando López, 53 años, profesor de teología, antiguo rector del seminario de San Salvador y de la UCA de Managua. En ambos países defendió a perseguidos por regímenes criminales, a veces escondiéndolos en su propia habitación. Por último Joaquín López y López, 71 años, el único salvadoreño de nacimiento, hombre sencillo y de talante popular. Trabajó en el colegio y fue el primer secretario de la UCA en 1965. Después fundó Fe y Alegría, institución de escuelas populares para los más pobres.
Fueron muy distintos, pero todos ellos fueron seguidores de Jesús y jesuitas. Es lo que nos dejan. En ellos podemos mirarnos para saber lo que debemos ser y hacer. Digamos una palabra sobre lo que fue más suyo.
Seguidores de Jesús. Reprodujeron en forma real, no intencional o devocionalmente, la vida de Jesús Su mirada se dirigió a los pobres reales, aquellos que viven y mueren sometidos a la opresión del hambre, la injusticia, el desprecio, y a la represión de torturas, desaparecimientos, asesinatos, muchas veces con gran crueldad. Y se movieron a compasión. "Hicieron milagros", poniendo ciencia, talentos, tiempo y descanso, al servicio de la verdad y de la justicia. Y "expulsaron demonios". Ciertamente lucharon contra los demonios de fuera, los opresores, oligarcas, gobiernos, fuerza armada, y de ellos defendieron a los pobres. No les faltaron modelos, Rutilio Grande y Monseñor Romero. Y fueron fieles hasta el final, en medio de bombas y amenazas, con misericordia consecuente. Murieron como Jesús, y han engrosado una nube de testigos, cristianos, religiosos, también agnósticos, que han dado su vida por la justicia. Estos son los "mártires jesuánicos", referente esencial para los cristianos y para cualquiera que quiera vivir humana y decentemente en nuestro mundo. Su bautismo fue de Espíritu de sangre y siguieron a Jesús.
Con el espíritu de san Ignacio. En este punto me voy a detener un poco más pues hoy se habla mucho de espiritualidad ignaciana. Creo que nos pueden ayudar a historizar a san Ignacio ciertamente en el tercer mundo y a hacerlo útil para comprender mejor a Jesús.
El otro Ignacio, Ellacuría, hizo una relectura de los Ejercicios desde la realidad del tercer mundo. Tres puntos me parecen fundamentales, y pueden fungir como presupuestos ignacianos de la opción por los pobres y la lucha por la justicia. 1) Mirar la realidad de nuestro mundo y captarla como "pueblos que están crucificados". Ante ellos la reacción fundamental -sin necesidad de discernimiento- es "hacer redención". 2) Ser honrados con nosotros mismos, jesuitas, y preguntarnos "qué hemos hecho para que esos pueblos estén crucificados y qué vamos a hacer para bajarlos de la cruz". 3) Tomar en serio -quizás lo más difícil y menos frecuente- que hay dos modos de caminar en la vida, de ser jesuitas, construir la sociedad y la universidad. Son caminos opuestos y están en pugna. Uno es el camino de la pobreza, que lleva a oprobios y menosprecios; hoy diríamos humillaciones, difamaciones, amenazas; y de ahí a la humildad, a la hondura de lo humano, a la verdadera vida. El otro es el camino de la riqueza, que lleva a los honores mundanos y vanos; hoy diríamos al prestigio entre los grandes de este mundo; y de ahí a la arrogancia, a una vida falseada, personal e institucional. En resumen, uno conduce a la salvación -humanización- y el otro a la perdición -deshumanización. Se trata de ganar o perder la vida, como dice Jesús. Y de estar dispuestos a pagar el precio.
En términos de estructuras, Ellacuría insistía en que hay que elegir entre una civilización de la pobreza -afín a una civilización del trabajo- y una civilización de la riqueza -afín a una civilización del capital. Ésta, que predomina en el mundo, ha generado una civilización gravemente enferma. Aquélla, la que hay que construir, puede revertir la historia y sanar la civilización.
Estos tres puntos: pueblo crucificado, necesidad de liberación, camino de la pobreza -más la honradez con nosotros mismos- son, en mi opinión, lo que más resplandece en la ignacianidad de los mártires de la UCA y lo que mejor explica por qué que acabaron como acabaron. En la tradición de san Ignacio ciertamente hay otras muchas cosas importantes a tener en cuenta: el "magis", "a mayor gloria de Dios", "en todo amar y servir", "el bien cuanto más universal más divino" -todo lo que se menciona con frecuencia en la explosión ambiental de ignacianidad que hoy existe. Los tres puntos que hemos mencionado en mi son más fácilmente comprensibles, también por los no iniciados en ignacianidad, y ciertamente por los pobres. Y en mi opinión tienen menos peligro de perderse en el ámbito de lo conceptual e intencional. Expresan realidades claramente históricas y verificables.
En este contexto me parece oportuno recordar un hecho singular: los mártires de la UCA nunca discernieron si era voluntad de Dios permanecer en el país, con riesgos, amenazas y persecuciones, o salir. Ni se les ocurrió. Para ver cuánto de explícitamente ignaciano había en ese proceder pienso que hay que ir al primer tiempo de hacer elección: "sin dubitar ni poder dubitar" (Ejercicios n. 175). Hay que preguntarse "que movía y atraía la voluntad". Si era "Dios nuestro Señor" comunicándose al alma, como en la formulación de san Ignacio, o si eran realidades históricas: "el sufrimiento del pueblo", que no dejaba vivir en paz; "la vergüenza que daba abandonar al pueblo"; "la fuerza cohesionante de la comunidad"; "el recuerdo enriquecedor de Monseñor Romero, de nueve sacerdotes y cuatro religiosas asesinadas"; incluso el "haberse acostumbrado a la persecución". Pienso que todo ello movía la voluntad e iluminaba las decisiones y el camino a seguir. En el lenguaje de los ejercicios, en ello y a través de ello Dios estaba realmente causando el sin dubitar ni poder dubitar. Pero Dios no actuaba a través de cualquier cosa, sino de las que hemos mencionado.
El Espíritu de Dios mueve a caminar, pero su fuerza pasaba a través del pueblo sufriente. Así ha parafraseado Pedro Casaldáliga el conocido poema de Antonio Machado:
Camino que uno es, Para que los atascados Haz del canto de tu pueblo
Que uno hace al andar. Se puedan reanimar. El ritmo de tu marchar.
Así, pienso yo, discernieron los jesuitas de la UCA. Se dejaron atraer y llevar por la realidad. Es la sinergia de Dios y del pueblo sufriente. Y no se me ocurre otra manera de explicar por qué se quedaron.
Quisiera terminar esta reflexión sobre su ser jesuitas recordando que "murieron en comunidad". Pudo no haber sido así, y pudiera haber sido asesinado sólo Ellacuría, el enemigo principal. Pero hay una verdad importante -providencial si se quiere-, en que su muerte fuese "en comunidad". Así había sido su vida y trabajo, con alegrías y tensiones, con virtudes y pecados, pero siguiendo una sola línea bien trazada. Y así expresaron que la Compañía está hecha de "todos". Es "cuerpo", no suma de individuos, algunos de ellos geniales, otros normales.
Esta comunidad de "seis jesuitas" se integró en una comunidad mayor, el cuerpo de la Compañía universal. 49 son los jesuitas que han muerto en el tercer mundo, asesinados de una u otra forma, después de la CG XXXII. Entre ellos se cuentan tres estadounidenses. Francis Louis Martiseck, 66 años, nacido en Export, Pennsylvania, muerto por arma de fuego en Mokame, India, 1979; Raymond Adams, 54 años, nacido en New York, muerto por arma de fuego en Cape Coast, Ghana, 1989; Thomas Gafney, 65 años, nacido en Cleveland Ohio, asesinado en Katmandú, Nepal, 1997.
No es infrecuente recordar "las glorias de la Compañía", las reducciones del Paraguay, Mateo Ricci en China... Hoy, estos mártires, unos más famosos, otros menos, son la gloria de la Compañía. Y sobre todo son ellos los que mantienen a la Compañía con vida. Una semana después del asesinato del Padre Rutilio Grande el Padre Arrupe escribió:
"Éstos son los jesuitas que necesita hoy el mundo y la Iglesia. Hombres impulsados por el amor de Cristo, que sirvan a sus hermanos sin distinción de raza o de clase. Hombres que sepan identificarse con los que sufren, vivir con ellos hasta dar la vida en su ayuda. Hombres valientes que sepan defender los derechos humanos, hasta el sacrificio de la vida, si fuera necesario" (19 de marzo, 1977).
Julia Elba y Celina: el pueblo crucificado
Con los jesuitas murieron asesinadas dos mujeres: Julia Elba Ramos, 42 años, cocinera de una comunidad de jóvenes jesuitas, pobre, alegre e intuitiva, y trabajadora toda su vida. Y su hija Celina, 15 años, activa, estudiante y catequista; con su novio habían pensado comprometerse en diciembre de 1989. Se quedaron a dormir en la residencia de los jesuitas, pues allí se sentían más seguras. Pero la orden fue "no dejar testigos". En las fotos se nota el intento de Julia Elba de defender a su hija con su propio cuerpo. Sobre Julia Elba hace unos días escuché este testimonio de una mujer que la conoció bien:
"Le digo que era muy humana porque sentía el dolor de los demás. Yo viví un tiempo en la casa de ella. Era una persona bien amistosa, sabía llevarse con los demás. Ella tenía 33 años y yo 19. Ella y yo teníamos muchas cosas en común; comenzamos a trabajar desde muy chiquitas. Ella había trabajado desde los 10 años en los cafetales […] Era una mujer muy fuerte. Siempre me enseñó a que no me dejara, que no me acobardara ante los problemas. Fue una mujer sufrida pero fuerte. Me enseñó a ser una mujer de valía, que no dependiera de los otros si no de mi misma".
Como Julia Elba hay centenares de millones de hombres y mujeres en nuestro mundo. Son inmensas mayorías que perpetúan una historia de siglos: en la América conquistada y depredada por los españoles en el siglo XVI; en el África esclavizada ya en el siglo XVI y expoliada sistemáticamente por los europeos en el siglo XIX; en el planeta que sufre hoy la globalización opresora bajo la égida de Estados Unidos. Mueren la muerte rápida de la violencia y de la represión, y sobre todo la muerte lenta de la pobreza y de la opresión. Sin comparación posible sufren más que nadie las consecuencias de nuestros desmanes. En guerras e invasiones: Afganistán, Irak, Palestina; en el manejo de la medicina y farmacia: malaria, sida; en pésima ecología: inundaciones, desertificación, pérdidas en la agricultura; en las catástrofes naturales: la inmensa mayoría de quienes mueren en los terremotos no pueden construir casas con acero suficiente, viven en la laderas de los montes y en las riberas de los ríos, o junto a las vías del tren…
"Hay más riqueza en la Tierra, pero hay más injusticia. África ha sido llamada "el calabozo del mundo", una "Shoá" continental. 2.500 millones de personas sobreviven en la Tierra con menos de 2 dólares al día y 25.000 personas mueren diariamente de hambre, según la FAO. La desertificación amenaza la vida de 1.200 millones de personas en un centenar de países. A los emigrantes les es negada la fraternidad, el suelo bajo los pies".
Estas palabras de Pedro Casaldáliga son del año 2006. Ni el G-7, ni el G-8, ni ahora el G-20, han hecho nada significativo para revertir esta historia. Recordar hoy los ideales del milenio es burla y ofensa a los pobres. En un año el número de hambrientos ha aumentado en cien millones, y cada cinco segundos un niño muere de hambre, asesinado, puntualiza Jean Ziegler, pues es muy posible eliminar el hambre.
Son "el siervo doliente de Yahvé" en nuestros días; "el pueblo crucificado", lenguaje que no es usado, y que políticamente es "totalmente incorrecto". Sus hombres y mujeres mueren inocentemente, pues no han cometido el "pecado" de Monseñor Romero o Ignacio Ellacuría, simplemente estaban allí. Mueren cruelmente, con gran frecuencia después de una vida de grandes sufrimientos. Viven y mueren anónimamente. Son desconocidos los cinco millones de hombres y mujeres que han muerto en el Congo, en una guerra fabricada para que el coltan termine en el mundo de abundancia en las megaempresas de misiles, telefonía y computación. Y mueren indefensamente. En serio, ¿quién defiende a esos pueblos? ¿Quién arriesga algo importante para bajarlos de la cruz?
Los mártires jesuánicos -algunos- son conocidos y venerados, pero no el pueblo crucificado. Peor aún, si, aun sin pretenderlo, aquéllos ocultan a éstos. Ellacuría no vivió ni murió para que el brillo de su figura opaque el rostro de Julia Elba.
Puede parecer absurdo, pero me he preguntado quién es más mártir, Ellacuría o Julia Elba, quién reproduce más la cruz de Jesús. Los mártires jesuánicos expresan mejor la decisión y la libertad para arriesgar la vida, pero expresan menos la negrura de la injusticia cotidiana, la dificultad simplemente de vivir. La muerte de las mayorías asesinadas, por su parte, expresa menos el carácter activo de lucha, pero expresa más la inocencia histórica, pues nada han hecho para merecer la muerte, y la indefensión, pues ni posibilidad física han tenido de evitarla. Esas mayorías son las que más cargan con un pecado que las ha ido aniquilando poco a poco en vida y definidamente en muerte. Son las que mejor expresan el ingente sufrimiento del mundo. Sin pretenderlo y sin saberlo, "completan en su carne lo que falta a la pasión de Cristo". No "añaden", como puntualizan los exegetas, pero sí "reproducen".
Los jesuitas de la UCA no fueron asesinados por fidelidad kantiana a ideales universales de verdad y justicia, sino por defender a estos pueblos crucificados. Sin recordar a los millones de crucificados no se les entiende. Sería como pretender entender la cruz de Jesús sin recordar a los pobres desgraciados a los que ayudó Jesús en su postración y a quienes defendió de fariseos, escribas, herodianos y sumos sacerdotes.
Una última reflexión creyente. De los mártires de la UCA, unos fueron más parecidos a Monseñor Romero, los jesuitas. Otros fueron más parecidos al pueblo crucificado, las dos mujeres. Mirándolos a todos ellos y ellas en su conjunto, podemos decir que con ellos y ellas Jesús y su Dios pasaron por este mundo cargando con la cruz. Pero también hay que decir que, contra toda apariencia, en ellos y ellas pasó el Dios de la salvación. Así lo escribió el P. Ellacuría con rigor científico. Por mi parte escrito: "fuera de los pobres -y de las víctimas- no hay salvación".
Para terminar este punto, permítanme dos breves reflexiones. La primera es que entre los victimarios, asesinos directos o constructores y gestores de estructuras opresoras, hay cristianos bautizados, a veces educados por instituciones cristianas. La segunda es que al parecer en los procesos de canonización, no saben qué hacer con los mártires jesuánicos, los mártires por la justicia. Y ciertamente en esos procesos no hay lugar para las mayorías de hombres y mujeres de los pueblos crucificados. Ojalá se repiensen estos procesos. Y, canonizados o no, ojalá la Iglesia se desviva por dar dignidad a las mayorías que han cargado con la cruz en vida y en muerte. Son los preferidos de Dios.
2. Qué piden y qué dan los mártires de la UCA
Para ellos no piden nada. Nuestra conciencia es la que nos apremia: "algo hay que hacer". Es importante no olvidarnos de ellos, guardarles cariño y agradecimiento. También es importante trabajar y exigir que se esclarezca la verdad de los asesinatos y se juzgue a sus responsables, pues no hay modo de arreglar este mundo si la mentira, el encubrimiento y la impunidad siguen intactos. Pero no basta. Debemos dejarnos interpelar y preguntarnos qué nos piden los mártires.
En mi opinión nos piden, en virtud de ser lo que han sido, "proseguir su ser y hacer". Y comenzar como ellos, sin temor a plantear la vida, la vocación y el trabajo en términos de con-versión, correlativa a la tarea de re-vertir la historia. Ejemplo insigne de "conversión", de "vuelco" en el modo de ser y hacer -ya que no le gustaba que se hablara de él en término de conversión, fue Monseñor Romero. De la conversión de los mártires de la UCA -en unos lejanos ejercicios de 1969- surgieron modos fundamentales de ser y de actuar: la honradez con lo real, la misericordia consecuente sin medir costos, el trabajo por una civilización de la pobreza. Y sorprendentemente, también dejarnos salvar por los pobres.
Vamos a ejemplificarlo concentrándonos en lo que para ellos fue y exigió la universidad, aunque análogamente creo que pudiera decirse del trabajo pastoral, asistencial, de derechos humanos... Y fue una exigencia seria, pues no suele ocurrir que se asesine a jesuitas que trabajan en una universidad.
El 12 de junio de 1982 esta universidad otorgó al P. Ignacio Ellacuría un doctorado honoris causa, y al recibirlo pronunció un importante discurso. Releído hoy, aun teniendo en cuenta las diferencias de tiempo y lugar, sigue ofreciendo luz, dirección e impulso para construir una universidad jesuita de inspiración cristiana. Habrá que adaptar sus palabras creativamente, pero sería temeridad ignorarlas. Veamos brevemente algunos de sus elementos más novedosos, cuestionantes y fructíferos, citando algunas de sus palabras.
A quién se debe la universidad. Toda universidad tiene que ver "con el saber y con un determinado ejercicio de la realidad intelectual", y en ello las universidades jesuitas no se distinguen de otras. También lo pensaba Ellacuría y exigía que el saber fuese lo más riguroso posible y que la investigación y la docencia fuesen de calidad. Esto lo damos por sentado y no vamos a insistir en ello. Pero insistía también en algo que no es tan evidente ni comúnmente aceptado. "La universidad es una realidad social y una fuerza social, marcada históricamente por lo que es la sociedad en la que vive y destinada a iluminar y transformar, como fuerza social que es, esa realidad en la que vive, de la que vive y para la que debe vivir".
Esto lleva, entre otras, a una pregunta crucial: a quién se debe y ante quién es responsable la universidad. Condición de su existencia son una variedad de realidades y agentes sociales: los jesuitas y su tradición universitaria, la institución eclesial que, según los casos, dará su aprobación, la comunidad académica e intelectual en el pasado y en el presente, los que la hacen factible económica y financieramente -a veces políticamente-, el estudiantado… A todo esto hay que atender, pero la universidad no se debe últimamente a nada de ello. Y para responder no bastan respuestas universales o que se piensan ser conocidas de antemano.
En el caso de todo el tercer mundo, mayoría en la humanidad, distinto y antagónico a las minorías del planeta, a pesar del ideal de equidistancia que sugiere el término "globalización", la realidad a la que se debe la universidad y a la que tiene que servir es un mundo de pobreza e ignominia, en muy buena parte un mundo de opresión y represión -y a esa conclusión se llega sin dubitar ni poder dubitar. Los medios e instrumentos de servir deben ser estrictamente universitarios, pero lo central del servicio sale de la universidad: liberar de todo tipo de opresión. En definitiva "bajar de la cruz a esos pueblos crucificados". Sin dar prioridad a ese servicio, una universidad puede ser un centro de saber, junto a otros, más o menos competente y competitivo, pero no es una universidad de inspiración cristiana. Y no hay que darlo por supuesto pues la tentación de lo contrario siempre está al acecho.
En términos cristianos es la opción de la universidad por los pobres y las víctimas. La tarea de la universidad es lograr que "los pobres", los que no dan la vida por supuesto, tengan vida; y que "las víctimas", los que tienen a los poderes de este mundo en contra, estén defendidos de cualquier poder opresor. Eso lo debe hacer la universidad como un todo, haciendo el mejor uso de la razón en su docencia, investigación, proyección y comportamiento social -y sin confundirlo con la asistencia a estudiantes desfavorecidos, por benemérito que esto sea, por otros capítulos.
"Ciencia de los que no tienen voz". Decía Ellacuría: "la universidad debe encarnarse entre los pobres intelectualmente", lo cual en la realidad, e incluso en el concepto, es de difícil comprensión. Pero se hace más comprensible al mencionar la finalidad de tal encarnación: "ser ciencia de los que no tienen voz, el respaldo intelectual de los que en su realidad misma tienen la verdad y la razón, aunque sea a veces a modo de despojo, pero que no cuentan con las razones académicas que justifiquen y legitimen su verdad y su razón".
Entre nosotros en El Salvador esas palabras recuerdan a las de Monseñor Romero: "Estas homilías quieren ser la voz de los sin voz" (Homilía del 29 de julio, 1979). Y la razón era para defenderlos de los que tienen demasiado voz. Es notable que al buscar un punto de contacto entre razón universitaria y palabra eclesial, Ellacuría no incursionarse en la temática de teoría y praxis, de falibilidad o infalibilidad, duda o certeza, sino en el ámbito de la defensa de oprimidos y víctimas. Aquí la analogía entre palabra pstoral y palabra universitaria se convierte en univocidad.
Monseñor Romero prosiguió: "Por eso, sin duda, [estas palabras] caen mal a aquéllos que tienen demasiado voz", y la Iglesia de Monseñor Romero fue duramente perseguida. Lo mismo ocurre con la razón universitaria propuesta por Ellacuría. En su discurso recordó las amenazas, ataques y persecución a la UCA en aquellos años. Lo importante, sin embargo, es su reflexión programática, válida hasta el día de hoy: "en un mundo donde reina la falsedad, la injusticia, la represión, una universidad que luche por la verdad, por la justicia y por la libertad no puede menos de verse perseguida". Por esa razón es importante preguntarse cuánto de persecución sufre o no sufre una universidad cristiana; de parte de quien la sufre y de parte de quién recibe halagos. Y cómo se comporta ante una cosa u otra.
Cuando la razón y la palabra, universitaria o pastoral, no es light y amorfa, sino que tiene peso y aristas, es más cortante que espada de dos filos. Y entonces el mundo que se presenta como tolerante, defensor de la libertad de pensamiento y de expresión, busca defenderse de una razón compasiva y de la palabra de un Dios de los pobres. Hace cuarenta años, hasta la CIA buscó defenderse de Medellín y de la teología de la liberación, pues les daba miedo -"ponen en peligro nuestros intereses", se decía en el informe Rockefeller. En América Latina gobiernos y fuerzas armadas asesinaron a docenas de sacerdotes, entre ellos cuatro obispos. Ese mismo miedo pueden generar las universidades a los poderosos.
Universidad "en pobreza y "sin poder". Es lo que lo que Jesús pide a los discípulos cuando los envía a realizara la misión, es decir, a realizar una tarea. "No tomen nada para el camino". "No sean como los señores de este mundo que oprimen con su poder". Esto hay que historizarlo adecuada y realistamente, pero no se de ignorar eficazmente como si no tocase en nada la labor de una universidad.
En la meditación de las dos banderas san Ignacio es muy claro en que pobreza y sin poder son caminos de perfección, pero también caminos de vida, humanización. E insiste en que ambas cosas están en oposición dialéctica a la riqueza y el poder. Éste es el san Ignacio de Manresa. Después, como general de la Compañía, tuvo que historizarlo -y no fue fácil. El apostolado exigía recursos y los jesuitas entraron, como por necesidad, en relación con bienhechores. Esto les acercó al mundo de la riqueza, de los honores y del poder: reyes, damas de la nobleza, cardenales… A san Ignacio le ocupó seriamente el problema, y buscó soluciones. Un ejemplo conocido es la recomendación a Laínez y Salmerón cuando fueron como teólogos al Concilio de Trento, mundo de poder, ciertamente eclesiástico e indirectamente también civil. Y les ordenó vivir y pasar las noches en hospitales de pobres. Era una forma de vivir las dos banderas en una situación objetiva de riqueza y de poder.
Hoy, por lo que toca a servir en pobreza, se debiera alcanzar el nivel de austeridad, rechazar lujos en edificios y templos, y huir de solemnidades mundanas y vanas, aunque sea lo aceptado e incluso esperado socialmente. Y ciertamente, evitar -en comparación con pobres y clases medias bajas- desigualdades lacerantes en el modo de comportarse.
Por lo que toca al sin poder, no se debe ceder el poder que proviene del "saber", pues de esa forma el saber queda en manos de quienes normalmente lo usan para ocultar la verdad y oprimir. Pero hay que evitar la arrogancia y el sometimiento de otros que genera el poder. Y el gusto, que más o menos conscientemente produce el acercamiento a los poderes reales, civiles o eclesiásticos.
Por lo que toca a la arrogancia, no hay mejor remedio que dejar que los pobres sean nuestra buena noticia, sobre todo cuando, sin decirlo, nos perdonan. Y asumido con humildad, mucho ayuda la persecución y el martirio.
Y una última reflexión, en forma de aclaración, sobre la "excelencia académica". Forma parte de la tradición de la educación de la Compañía, pero cualquier maestro de la sospecha se preguntará si hoy no se está encubriendo algo al insistir en ella, y en qué consiste. Para mí el problema está en adecuar, sin discusión, excelencia académica y excelencia universitaria -y de querer acercarse a otras afamadas instituciones universitarias. Aquélla es necesaria para que exista ésta, pero no es lo mismo. Y peor aún si la insistencia en la excelencia académica llevara a que disminuya la excelencia universitaria. Ya hemos dado nuestra opinión sobre cómo se mide la excelencia de una universidad: configure a una sociedad en la línea de la verdad, la justicia, la liberación y la humanización. Para ello la academia es necesaria y sumamente importante, pero no es la finalidad última. En una universidad es instrumento esencial pero no el fin esencial.
De hecho, así ha sido en las universidades de los jesuitas. Los saberes han sido instrumentos importantes para defender la fe, para que la Iglesia tenga reconocimiento y prestigio, para elevar el nivel de conocimiento de determinados grupos sociales… Y para ello se ha necesitado excelencia académica. Pero lo que hemos propuesto va más allá. Bajar de la cruz al pueblo crucificado significa que sea posible la vida, la dignidad, la fraternidad en el mundo de pobres y oprimidos. Y además desde esta perspectiva se puede volver a retomar la excelencia académica, ahora como un elemento de la excelencia universitaria, de manera que se transforme en excelencia académica "integral".
La razón está en que en nuestro mundo reina la falsedad, no sólo la ignorancia. Buscar la verdad no es entonces sólo hacer avanzar el saber, sino desenmascarar la mentira establecida. Predomina además la ideología, que tiene una dimensión estructural-institucional, y que quiere defender con el saber intereses muy frecuentemente injustos. La excelencia del conocimiento, en cuanto conocimiento, exige entonces conversión de la inteligencia para superar falsedad e ideología. Y eso se logra, pienso yo, cuando nos dejamos afectar, también intelectualmente, por la realidad crucificada. Y no sólo para sanar la realidad, sino para sanar nuestro conocimiento, y expandir sus horizontes. Esto cuestiona la manera ordinaria -ingenua en el mejor de los casos- de entender la excelencia académica y le ofrece una nueva dirección. El servicio universitario a la liberación de un mundo oprimido lejos de minarla la robustece.
Y no hay que olvidar que a la excelencia académica convencional ya empuja el establishment, que busca generar ideologías a su favor y graduados altamente competentes para mantener el status quo. Mucho más difícil es encontrar fuerzas y dinamismos sociales que muevan a transformar la realidad y sean asumidos por una universidad. Estos dinamismos vienen de los pobres, las víctimas, los mártires.
3. La gracia de los mártires
Hemos recordado a mártires. Su vida y su muerte son de gran dureza, y por eso mis palabras pueden sonar fuertes. Pero también es verdad que a ellos se dirigen las bienaventuranzas de Jesús. Y que para nosotros son -pueden ser- una bendición: nos animan a entregarnos a los demás y a tener esperanza, ánimo que no se encuentra, con esa fuerza, en ninguna otra parte, ni en la liturgia ni en la actividad de la academia.
En navidad decimos que en Jesús de Nazaret "ha aparecido la benignidad de Dios". En semana santa escuchamos en boca de Pilato que ese Jesús es "el hombre verdadero", "el que cargó con la realidad por amor a los pequeños". De ahí el "ecce homo". Ambas cosas, la aparición de Dios y de lo humano en un mundo en oscuridad es una buena noticia.
Eso es lo que celebramos en este acto universitario. Los seis jesuitas de la UCA nos llevan en su fe, de la que podemos tener alguna noticia, aunque sea caminando en silencio y de puntillas. Julia Elba y Celina nos llevan en la suya, pero de manera distinta. Yo al menos, no puedo entrar hasta el fondo en su misterio. Pero Dios sí les conoce y ellos -Dios sabe cómo- nos llevan a Dios.
Y contra toda ciencia y prudencia, los mártires generan esperanza. Miles de campesinos pobres, con familiares muertos, se juntan la víspera del 16 de noviembre en la UCA para celebrar unos con otros, rezar y cantar. Jürgen Moltmann lo ha teorizado muy bien: "no toda vida es ocasión de esperanza, pero sí lo es la vida de Jesús, quien, por amor, tomó sobre sí la cruz".

Termino. Quiero agradecer muy sinceramente a la Universidad de Santa Clara por la oportunidad que me ha dado de dirigirles estas palabras. Me han permitido hacer presente de algún modo el sufrimiento y la esperanza de un pueblo admirable y la memoria de mis hermanos y hermanas de la UCA. También quiero agradecerles el honor personal que me hacen. Me remite al cariño que me mostraron hace veinte años. Y lo interpreto como símbolo de solidaridad de esta Universidad con la UCA y con todo el pueblo salvadoreño.
Mis palabras finales son las que escribí aquí hace veinte años.
"Descansen en paz Ignacio Ellacuría, Segundo Montes, Ignacio Matín-Baró, Amando López, Juan Ramón Moreno, Joaquín López y López, compañeros de Jesús. Descansen en paz Julia Elba y Celina. hijas muy queridas de Dios. Que su paz nos transmita a los vivos la esperanza, y que su recuerdo no nos deje descansar en paz".
[Discurso pronunciado en la Universidad de Santa Clara, California el 5 de noviembre].
Fuente: http://www.adital.com.br/site/noticia.asp?lang=ES&cod=42881