sábado, 25 de septiembre de 2010

Usac: Libertad y autonomía

El Rector carece de la capacidad y credibilidad útiles.
Eduardo Antonio Velásquez Carrera
Me ha sorprendido la falta de información veraz y la falta de cobertura objetiva en el conflicto que vive la Universidad de San Carlos de Guatemala (Usac), en estos días. Se ha criminalizado a los integrantes de Estudiantes por la Autonomía (EPA), cuando en realidad ha sido el comportamiento del Consejo Superior Universitario (CSU), en otros tiempos honorable y del ilegítimo y reincidente rector, Carlos Estuardo Gálvez Barrios, quien no ha dado la cara y no ha propiciado un diálogo franco entre universitarios para resolver la crisis de forma pacífica y sin emplear medios violentos como forma de entendimiento.
Toda persona informada sabe que los responsables de la actual crisis son los miembros del CSU, quienes desde la petición inicial de los profesores de Agronomía y la posterior audiencia concedida por la CC al Rector y al CSU no defendieron como se debía la ley orgánica de la Usac. Al conocer la resolución de la CC, el CSU decidió desacatar dicha resolución e inclusive consultar ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos sobre la violación a la autonomía universitaria, instruyendo a la Dirección Jurídica para que realizara los trámites para cumplir con la decisión de ese órgano máximo de dirección colegiado. ¿Qué resolvió dicha Corte Interamericana?¿Se hizo en realidad el trámite o sólo fue una cortina de humo con fines proselitistas?
Al parecer esta actitud fue una estrategia electoral del equipo de Transformación Universitaria y del propio Rector cuyo eslogan de campaña fue: “Resultados Comprobados” que ahora todos tenemos a la vista y para evitar que dicho conflicto les estallara en los momentos previos a la reelección, para lo que empleó de forma anómala recursos financieros de la Usac, comprando voluntades con contratos de trabajo, concediendo viajecitos a muchos claustros de profesores con pasajes y viáticos incluidos hasta la compra de lujosas plumas –para sus achichincles de Rectoría–, USB y loncheras para todo el personal docente y administrativo de la Universidad, que han sido puestos en evidencia por estos días por el diputado Aníbal García. Ahora que se reeligieron de forma ilegal y contraria a lo establecido en la legislación universitaria proceden, dos años y ocho meses después, a acatar la resolución de la CC.
Su proceder al margen de la ley ha quedado demostrado al hacer las convocatorias y las publicaciones de prensa recientes en cerca de seis facultades para elegir a los Vocales I y II que ya se excedieron en el período de tiempo para el cual fueran electos, metiendo a la institución en un caos de ilegalidad sin precedentes en su historia. Esta semana este espurio CSU ha decidido pedir al Ministerio Público que desaloje a los estudiantes de EPA, que podría realizarse por medio de la fuerza pública, agravando el conflicto y sin voluntad de diálogo serio para resolver la crisis de forma pacífica. Es la hora que el estudiantado y toda la comunidad universitaria sepa que el CSU ha incumplido con sus funciones y deberes, el Rector no tiene la capacidad y la credibilidad ética y moral para dirimir el problema en la que su pésima gestión nos ha metido a todos los universitarios. Y ahora estos irresponsables mandan, como hace 25 años lo hiciera el General Mejía Víctores, a invadir la Ciudad Universitaria para desalojar a los estudiantes que defienden la institucionalidad de nuestra tricentenaria casa de estudios superiores.
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MI POSTURA ANTE EL CAMPO PAGADO DE LA APCOP

Ante el Campo Pagado de la Asamblea de Presidentes de los Colegios Profesionales de Guatemala –APCOP-, publicado en Prensa Libre el día de hoy lunes 13 de septiembre de 2010 en la página 29, que, con el mismo espíritu errático y descontextualizado del anterior donde buscaba que el gobierno no encauzara al ciudadano Alejandro Giammatei por varios delitos entre los que figuraba el de “ejecución extrajudicial” en el operativo ya conocido por todos; tampoco éste no propicia el diálogo sino más bien llama a la confrontación a través del desalojo de los miembros de EPA. Por tanto, no representa el sentir y la opinión de muchos de sus agremiados entre los que me cuento. Por esa razón, yo, CARLOS GUILLERMO MALDONADO colegiado activo No. 5359, por la Universidad de San Carlos de Guatemala, no apruebo su mensaje y me desmarco totalmente de él, ya que esa no es la solución a la crisis universitaria, ni mucho menos. La crisis universitaria radica en contradicciones más profundas que tienen que ver con intereses de poder de grupos que han hecho de su institucionalidad una herramienta para su particular servicio sin escrúpulo alguno entre los que se cuentan muchos profesionales egresados de las aulas de la USAC.
Más bien, dicho CAMPO PAGADO pareciera estar en consonancia con una estratagema dilatoria del Consejo Superior Universitario –CSU-, que hasta el momento tampoco no ha propuesto una solución acorde con la dimensión del problema de la USAC de cuyas profundidades han tenido la valentía de poner en conocimiento de la comunidad universitaria y el pueblo de Guatemala en general, los Estudiantes por la Autonomía –EPA-.
Que el discurso propalado en él, en lugar de sentirse como un compromiso real con la Reforma Universitaria, pareciera ser el “caballito de batalla” discursivo tanto del CSU como ahora de los Colegios Profesionales para “expulsar a los muchachos” como su objetivo fundamental para después llevar a cabo una caricatura de Reforma donde no se toquen los intereses de los personajes que han convertido a la USAC en el “mercado” que actualmente es.
Es imprescindible señalar que los Colegios de Profesionales tienen una gran responsabilidad en la crisis de la USAC pues en los distintos gobiernos universitarios que administran las Facultades, Escuelas y Centros Regionales figuran profesionales que no están ligados directamente a la vida cotidiana de la Universidad de San Carlos y, sin embargo, ejercen su poder de decisión en la variedad de problemáticas que se afrontan en sus espacios y, por ende, directamente la vida de profesores y estudiantes.
Uno de los puntos fundamentales a primero tratarse, es el del retiro de los profesionales del gobierno universitario. Los profesionales que no tengan vínculo con la USAC no deben figurar en las planillas de elección, por tanto, uno de los problemas de representatividad se subsanaría con su simple ausencia. Bajo esta modalidad, ningún profesional que no sea profesor en activo debiera tomar parte en las decisiones de la máxima casa de estudios, porque sus intereses no son los mismos que los de la comunidad universitaria en sus diferentes campos de docencia, investigación y extensión.
Todos los sectores universitarios auténticos, entre profesores y estudiantes, debiéramos presionar para que esta crisis se subsane de manera positiva y no con arrebatos dictatoriales y represivos como los que han esbozado el señor Rector, el CSU y ahora la Asamblea de Presidentes de los Colegios Profesionales por los distintos medios de comunicación. Al contrario, tomando seriamente y con humildad los planteamientos hechos por los estudiantes, entrarle de lleno a la Reforma Universitaria no sin antes dar una solución pacífica a la toma de las instalaciones de la USAC. Primero, dejando en suspenso las elecciones a Vocal I y II de las distintas facultades que ya han hecho sus convocatorias. Dos, retirando las demandas judiciales contra algunos miembros de EPA. Tercero, ante testigos notables suscribir un acuerdo de no agresión de parte de las autoridades para con los estudiantes involucrados directamente en la toma y junto con ellos y el sector de profesores, estructurar un cronograma mínimo con vistas a la realización del Congreso de Reforma Universitaria que es un compromiso aceptado públicamente por el Consejo Superior Universitario en sus diferentes Campos Pagados. Y, cuarto, promover una recuperación del tiempo de estudio que incluyan, incluso, los meses de vacaciones habituales.
Con la confianza en la sensatez y la disposición a dar por terminado el conflicto por parte del CSU, confiamos en la reactivación de la mesa de diálogo, pues la Comunidad Universitaria esperamos de nuestras máximas autoridades un ejemplo de cordura, prudencia y sensatez y no lo contrario de lo cual ya estamos hartos los guatemaltecos.
Atentamente,

Lic. Carlos Maldonado
Colegiado 5359

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