guatemala 7 de septiembre de 2010
Guatemala posee un tejido social sumamente rico, multiétnico y pluricultural al cual el sector empresarial comercializa dándole la apariencia de escaparate “folclórico”, imán del turismo, intentando convertir la cultura en un producto al servicio del mejor postor.
Se crean grandes campañas publicitarias en las que se humaniza a los productos y se cosifica a los seres humanos, los mensajes rebosan discriminación y sexismo, la pobreza es situada como un mero elemento pintoresco y los horrores causados por el hambre y la miseria se convierten en frías estadísticas sin nombre ni apellido.
El empresariado se jacta de los supuestos beneficios que ofrece el sistema capitalista, construyen grandes centros comerciales en medio de la pobreza, explotan a las y los trabajadores ante la pasividad de las autoridades, las instituciones son privatizadas; la educación y la salud (entre otras), lo cual se traduce en mayor analfabetismo y desnutrición, las y los obreros sudan sangre y nuestra niñez se alimenta de sueños fallidos a causa del neoliberalismo.
El progreso es una utopía, un mero espejismo que la oligarquía ha construido y esparcido a través de los medios de comunicación masivos, esos mismos medios que criminalizan las luchas sociales. La desigualdad es el mejor indicador de que las cosas no marchan bien, en sectores residenciales son construidos lujosos edificios, mientras que en gran parte del país la población carece de los servicios básicos, unos pocos tienen mucho y muchos tienen poco.
¡ROMPAMOS EL SILENCIO, ROMPAMOS LAS CADENAS!
¡QUE NUESTROS ACTOS RESPALDEN A NUESTRAS PALABRAS!
Para mejorar las condiciones de nuestro país resulta indispensable reestructurar el sistema educativo, que, poco o nada tiene de educativo, ya que las personas analíticas que cuestionan y reflexionan muchas veces son satanizadas, se les castiga injustamente, se les censura y son tachadas de maleducadas o insolentes. No podemos, ni debemos permitir que esto continúe, ya es tiempo de darle vuelta a la tortilla.
Debemos romper las cadenas de la ignorancia, todas y todos merecemos tener lápices, cuadernos, libros, pupitres, una escuela en donde las maestras y los maestros sean facilitadores de la enseñanza, que prevalezca el respeto y el único silencio sea el que está cargado de análisis y reflexión, que la educación sea un proceso enriquecedor del que nadie sea excluido y por ende los sueños se materialicen.
Que cada vez que los profesores pasen lista todas y todos digan ¡Presente!, entonces y sólo entonces, los claveles florecerán, las semillas darán sus frutos, los libros dejarán de dormir y colmarán de ideas a las vivarachas mentes de la niñez y la juventud, la obra de Otto René Castillo será recitada en todos los puntos cardinales, la Patria empezará a caminar, llevándose por delante a todo aquel que se oponga.
Es por ello que la Universidad de San Carlos de Guatemala no puede ni debe cerrarle las puertas a nadie, por que de ella egresan las y los profesionales que lucharán mano a mano con el pueblo, mujeres y hombres de ciencia, seres humanos en toda la extensión de la palabra, capaces de construir una mejor sociedad.
¡LA AUTONOMÍA NO SE VENDE, SE DEFIENDE!
Correo electrónico: epautonomia@hotmail.com Página Web: www.epausac.info
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