martes, 27 de julio de 2010

Uribe: función de despedida

Uribe: función de despedida

Atilio A. Boron
Rebelión


Incondicional peón del imperio, Álvaro Uribe se despide de la presidencia de Colombia con una nueva provocación: la denuncia de la existencia de campamentos de las FARC en territorio venezolano. Ni lerdo ni perezoso el Departamento de Estado salió a respaldar sin reservas la acusación formulada por Bogotá en la OEA, alentado por la supuesta “contundencia” de las pruebas presentadas por Uribe que denuncian al gobierno de Hugo Chávez por permitir la instalación de campamentos de la FARC y la realización de diversos programas de entrenamiento militar de unos 1.500 efectivos de la guerrilla en territorio venezolano. El vocero del Departamento de Estado, Philip Crowley, declaró con singular insolencia que “Venezuela ha mostrado una conducta desafortunada e insolente” con su vecino y amenazó que si ese país “no coopera, Estados Unidos y los demás países obviamente lo tomarán en cuenta". Hay que recordar que desde 2006 Estados Unidos incluye a Venezuela en la lista de países que no cooperan en la lucha contra el terrorismo. En la misma línea se manifestó el Subsecretario Adjunto para América Latina, Arturo Valenzuela, declarando que la denuncia hecha por Uribe era “muy seria”. Ambas declaraciones arrojan espesas sombras de dudas sobre las capacidades intelectuales de ambos funcionarios y, lo que es aún más grave, alimentan la sospecha de que por su afición a la mentira la calidad moral de ambos no parece ser demasiado diferente de la de Álvaro Uribe.
Es evidente que para los administradores imperiales cualquier cosa que convenga a sus intereses tratan de hacerla aparecer ante los ojos de la opinión pública como “seria y contundente”. Y son esos intereses los que movieron a la Casa Blanca a pedirle una última “prueba de amor” al gobernante colombiano pocos días antes de abandonar la presidencia. Como es de público conocimiento, el prontuario que la DEA, la CIA y el FBI han venido construyendo sobre Uribe por sus íntimas y prolongadas vinculaciones con los narcos no le permite al mandatario colombiano desobedecer ninguna orden originada en Washington, so pena de correr la misma suerte que el ex presidente panameño Manuel A. Noriega y terminar sus días en una cárcel de máxima seguridad de los Estados Unidos.1 La disparatada denuncia de Uribe, un inveterado mentiroso, viene de perlas para impulsar la desestabilización que Washington quiere producir en vísperas de las cruciales elecciones venezolanas programadas para el 26 de septiembre y, a la vez, legitimar el impresionante programa de militarización que está imponiendo en América Latina, una de cuyas mayores expresiones ha sido la firma del tratado Obama-Uribe mediante el cual el país sudamericano cede al menos siete bases militares para uso de las fuerzas armadas de los Estados Unidos. Por eso los personeros del gobierno norteamericano simulan que consideran “serias y contundentes” las pruebas que respaldan la denuncia de Uribe, sabiendo que no tienen asidero alguno y que son puro palabrerío y montajes fotográficos. Pero las mentiras son parte del discurso oficial de Estados Unidos, elementos imprescindibles para rodear con un halo de legitimidad los designios del imperialismo norteamericano, y esto por varias razones.
Mentiras porque, en primer lugar, si las FARC controlan cerca del 30 % del territorio nacional (cosa que es archisabida en Colombia) no se entiende que sentido puede tener distraer nada menos que 1.500 hombres del teatro de operaciones, enviar a sus jefes a vacacionar en Venezuela y organizar 85 campamentos guerrilleros en el vecino país. Si hay un político que miente sistemáticamente en nuestra región -¡y hay muchos!- Uribe se lleva las palmas: es en la propia Colombia donde la crisis y putrefacción del estado oligárquico permite que amplias franjas de su territorio, especialmente en las zonas selváticas, estén contraladas por la guerrilla, los narcos y los paramilitares. Diversas autoridades ecuatorianas comentaron luego del ataque que las fuerzas colombianas realizaron en su territorio que Ecuador no limita al norte con Colombia sino con una tierra de nadie controlada por las organizaciones descritas más arriba. Con una necedad sin límites Uribe acusa a sus vecinos de no hacer lo que él ha dado sobradas muestras de ser incapaz de hacer: controlar su propio territorio. Cerrando los ojos ante esta realidad, Estados Unidos se monta sobre esta falaz denuncia para, desde allí, acosar al gobierno bolivariano por su falta de colaboración en la lucha contra el narcotráfico, ocultando ante la opinión pública -¡con la complicidad de la “prensa libre”, por supuesto!- el molesto hecho de que el mayor exportador mundial de cocaína (y también de narcotraficantes) es la Colombia militarizada por Uribe y devenida gracias a su invalorable colaboración en un protectorado norteamericano. Ante semejante cuadro de descomposición política, denunciar que las FARC se instalan en Venezuela -¡y para colmo con el aval y la complicidad del gobierno de Hugo Chávez!- no pasa de ser una vulgar engañifa al servicio del imperio ; una acusación que carece por completo de entidad como para ser tomada mínimamente en serio. Es la calumnia que descerraja un personaje completamente inescrupuloso como Uribe. 2
En segundo lugar, ¿cómo olvidar que Uribe fue el hombre que mintió alevosamente cuando sus fuerzas, apoyadas por las de Estados Unidos, incursionaron en territorio ecuatoriano aduciendo que iban en persecución de una columna de las FARC? Las pruebas demostraron que los guerrilleros a los que supuestamente se perseguía luego de un enfrentamiento ocurrido en territorio colombiano estaban durmiendo -vestidos inclusive con pijamas- al momento de producirse el ataque y que, en consecuencia lo que tuvo lugar en Santa Rosa de Sucumbíos no fue un combate sino lisa y llanamente una masacre indiscriminada. Esta operación, realizada poco después de la medianoche del 1º de marzo del 2008, fue realizada con el apoyo logístico y material de los efectivos norteamericanos estacionados en la base de Manta, los únicos que disponían de la tecnología necesaria y de aviones capaces de efectuar un bombardeo de asombrosa precisión en plena selva y en medio de la más absoluta oscuridad. Una muestra más de la enfermiza afición de Uribe por la mentira fue la historia montada en torno a la famosa laptop de Raúl Reyes, que en un prodigio tecnológico sin precedentes sobrevivió indemne a un bombardeo que destruyó todo lo que había a su paso y cuyo disco rígido habría entregado valiosísima información sobre los profusos contactos de Reyes y las FARC con todos los enemigos de Uribe y Estados Unidos.3
Tercero, ¿cómo se le puede creer a un hombre que desde la presidencia de Colombia convalidó la acción de los paramilitares y del terrorismo de estado? El 16 de febrero de este año la unidad de “Justicia y Paz” de la Fiscalía colombiana publicó un informe en el que se revela que algo más de 4.000 paramilitares de las AUC, las Autodefensas Unidas de Colombia, aseguraron haber perpetrado 30.470 asesinatos en el período comprendido desde mediados de los ochenta hasta su “desmovilización” en 2003-2006. No sólo eso: la Fiscalía recibió además declaraciones de los paramilitares dando cuenta de 1.085 masacres, 1.437 reclutamientos de menores, 2.520 desapariciones forzadas, 2. 326 desplazamientos forzados y 1.642 extorsiones, además de 1.033 secuestros. Pese a este luctuoso record Uribe es considerado por sus mandantes en Washington como un campeón en la lucha por los derechos humanos.4 En relación a esto, si el ansiado TLC entre Colombia y Estados Unidos no ha sido todavía ratificado por el Congreso norteamericano es porque, tal como lo señala el conservador periódico colombiano El Tiempo, tan sólo en el año 2009 los paracos y las “fuerzas de seguridad” asesinaron a 40 sindicalistas, convirtiendo a Colombia en el país más peligroso del mundo para ese tipo de actividad. Sobre un total de 76 dirigentes gremiales asesinados en todo el mundo, el 52 % de esos crímenes se perpetraron en un país al que Estados Unidos considera un ejemplar paradigma de la lucha por los derechos humanos y el combate al terrorismo. La Central Única de Trabajadores de Colombia informó pocos meses atrás que desde 1986, año de su creación, 2.721 activistas y dirigentes de esa organización fueron asesinados por las “fuerzas de seguridad.” 5 Pese a ello, las credenciales democráticas de Colombia jamás fueron puestas en duda por Washington.6
Cuarto, el denunciante es nada menos que el responsable intelectual y político de la masacre serial conocida con el nombre de “falsos positivos.” Tal como lo señalan distintas notas publicadas en Colombia por el Observatorio Latinoamericano, Cronicón, durante estos tres últimos años de gobierno de Uribe el balance es funesto. Se comprobó que el ejército, ante el acoso del gobierno para que mostrara resultados concretos en la lucha contra la guerrilla, diseñó y ejecutó un plan criminal: recorrer las comunidades y aldeas más pobres del país ofreciendo trabajo a la enorme masa de desocupados y reclutando a un elevado número de indigentes, campesinos indefensos y jóvenes marginados, que luego eran asesinados a sangre fría y hacer pasar sus cadáveres como pertenecientes a guerrilleros ejecutados en combate para cobrar la recompensa establecida por el gobierno u obtener estímulos o ascensos en su carrera militar. Según estimaciones muy conservadoras, estos crímenes de Estado, perpetrados cuando el futuro presidente de Colombia, Juan M. Santos era Ministro de Defensa, superan los mil setecientos casos.7 Otra faceta de esta criminal política mal llamada de seguridad democrática la brinda el hallazgo, dado a conocer el 16 de febrero del 2010, “de la mayor fosa común de la historia contemporánea del continente americano, horrendo descubrimiento que ha sido casi totalmente invisibilizado” por los principales medios de comunicación de masas en Colombia y en el mundo. "La fosa común contiene los restos de al menos 2.000 personas, está en La Macarena, departamento del Meta…(y fue descubierta ) gracias a la perseverancia de los familiares de desaparecidos y a la visita de una delegación de sindicalistas y parlamentarios británicos que investigaba la situación de derechos humanos en Colombia, en diciembre 2009."8 Cabe añadir que esa zona había sido objeto de preferente atención por parte de las fuerzas armadas colombianas desde el 2005, con los nefastos resultados recientemente revelados.
Como ocurrió con todos los terrorismos de estado que asolaron la región en los años setentas del pasado siglo, los crímenes de lesa humanidad cometidos por sus perpetradores tenían también un trasfondo económico. En el caso de la Colombia de Uribe, con su comparsa de sanguinarios esperpentos, entre las corruptas fuerzas armadas, los paramilitares y el narco se repartieron millones de hectáreas que en su desesperado éxodo dejaban tras de sí los campesinos desplazados por los bombardeos y masacres indiscriminadas a que estaban sometidos. Tal como lo expusiera Jomary Orteon Osorio, del Colectivo de Abogados de Colombia, en la conferencia del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la ONU reunida en Ginebra a comienzos de mayo de este año, la cifra de los campesinos desplazados ascendería a 4.500.000 y sus tierras fueron luego transferidas, con gran provecho para los encargados de desalojarlos, a los terratenientes y el agronegocios, auspiciantes y cofinanciadores del paramilitarismo. En esa misma conferencia se estableció que pese a los “éxitos” del gobierno de Uribe el número de desplazados sigue creciendo a razón de 150.000 personas por año. El Ministro de Planeación de Colombia, Esteban Piedrahita Uribe, jefe de la delegación colombiana en esta conferencia, no desmintió las alegaciones antes formuladas y se limitó a decir que "hemos confiscado 2.000.000 de hectáreas a grupos criminales que se apropiaran ilegalmente de esas tierras y ahora la justicia va a decidir la devolución a sus verdaderos propietarios."9 En todo caso, hay que subrayar que el cálculo del número de hectáreas expropiadas en esta salvaje reedición del proceso de acumulación originaria que Marx describiera en su célebre capítulo 24 del primer tomo de El Capital está sujeto a fuertes controversias. Hay quienes sostienen que el número de hectáreas así transferidas asciende a 6 millones pero hay otros que fijan esa cifra en torno a los 10 millones. En todo caso, cualquiera que sea el número que finalmente se establezca más allá de toda duda, lo cierto es que la política de seguridad democrática si hay algo que efectivamente aseguró: la expropiación de la masa campesina y la apropiación de las mismas por el capitalismo agrario.10
Este es el hombre que hoy levanta su dedo acusador contra la revolución bolivariana. Es evidente que lo suyo es una maniobra más, dictada por los estrategas del imperio, para acosar al gobierno de Hugo Chávez y para legitimar la política del hard power (poder duro) a la cual parece haberse vuelto más afecto Obama que su ignominioso predecesor, pese a que en las declaraciones oficiales y en los escritos de algunos analistas cercanos a la Casa Blanca, como Joseph Nye, se hable con insistencia de las ventajas del soft power (poder blando, o la diplomacia tradicional) o el smart power (el poder inteligente, de la nueva diplomacia) sobre la brutalidad y elevado costo del primero. Sin embargo, el imperio insiste en el poder duro de su impresionante dispositivo militar: por eso las bases en Colombia; en Aruba y Curazao, a pocos kilómetros del litoral marítimo venezolano; las que se encuentran en El Salvador y en Honduras y, ahora, la autorización para introducir nada menos que 7.000 marines y toda clase de armamento, además de portaviones, helicópteros, buques anfibios, aviones de última generación, en la vecina Costa Rica. Por eso también la Cuarta Flota. El gobierno de Uribe cumple así un servicio de extraordinaria importancia para facilitar los planes destituyentes del imperialismo: incapaz de proteger su frontera de 586 kilómetros con Ecuador, a la que destina apenas 8 minúsculos destacamentos militares, y mucho más incapaz todavía de hacer lo propio en los 2.216 kilómetros que tiene la frontera colombo-venezolana, convertida en una zona liberada para narcos y paracos, trata por todos los medios de crear las condiciones que justifiquen la intervención militar norteamericana en América del Sur; en lo inmediato, mantener viva la tensión entre Colombia y Venezuela luego del recambio presidencial, evitar que Santos modifique la agenda de confrontación permanente con la revolución bolivariana instituida por Uribe y enlodar la cancha para que Chávez llegue desgastado y acosado internacionalmente a las elecciones de finales de septiembre. Preocupado por su futuro y agobiado por el espectro de Noriega pudriéndose en una cárcel gringa o de una querella planteada ante la Corte Penal Internacional, Uribe se esmera hasta el último día de su mandato para mostrar su total sumisión a los dictados de los imperialistas. Por eso es importante desenmascarar al denunciante, y exigir la pronta intervención de la UNASUR para desbaratar los planes de Washington en Nuestra América. Este no es un tema para la OEA (que además no supo desbaratar la provocación uribista) sino para la UNASUR, que será puesta a prueba con este incidente. Es de esperar que esta naciente organización de los países suramericanos actúe de inmediato, ya mismo, porque de lo contrario puede ser demasiado tarde para evitar las graves consecuencias de todo orden que tendría la consumación del proyecto belicista de los Estados Unidos, implementado por Washington y sus proxys latinoamericanos.























Documentos revelan que EEUU y Colombia planean ataque contra Venezuela





Por Eva Golinger

La expansión militarista de Estados Unidos en la región y su estrategia de movilidad global están en proceso de ejecución contra Venezuela. La misiva que reveló el Presidente Chávez confirma los planes contenidos en documentos del Pentágono del 2009



Caracas, 24 de julio 2010 ¬ El Presidente Hugo Chávez denunció este sábado que Estados Unidos planea atacar a Venezuela y derrocar su gobierno. Durante la celebración del natalicio del Libertador Simón Bolívar, Chávez leyo de una misiva secreta que había recibido de una fuente no revelada desde los Estados Unidos.

³Viejo amigo, hace años no le veo, como te comenté, lee los tres últimos que te envié, la idea sigue siendo la generación del conflicto por el lado occidental², leyó Chávez del texto confidencial.

³Los últimos acontecimientos confirman todos, o casi todos, lo que éstos discutieron en parte por aquí y otras informaciones que me han llegado desde arriba², continuó la carta.

³La fase de preparación de la comunidad internacional, con ayuda de Colombia, está en plena ejecución², manifestó el texto, haciendo referencia a la sesión extraordinaria en la Organización de Estados Americanos (OEA) el jueves pasado, durante la cual el gobierno de Colombia acusó a Venezuela de apoyar ³terroristas² y dar refugio a ³campamentos terroristas² en territorio venezolano. El gobierno colombiano dio un ³ultimatum² de ³30 días² a Venezuela para permitir una ³intervención internacional² . El Departamento de Estado también apoyó la posición de Colombia e instó a Venezuela que ³debe responder frente a esta información Œcomprabada y confirmada¹².

La misiva continuó con más detalles, ³Te mandé a decir que tienen fecha límite los eventos el 26, pero por alguna razón están adelantando movimientos que eran para ejecutarse después².

³En los Estados Unidos se acelera la fase de ejecución con una fuerza de contención hasta Costa Rica con el pretexto de la lucha contra el narcotráfico².

El primero de julio pasado, el gobierno de Costa Rica autorizó la entrada de 46 buques de guerra y 7 mil marines estadounidenses en su territorio.

El verdadero objetivo de esta movilización militar, destacó el documento, es para ³apoyar operaciones militares² contra Venezuela.

ASESINATO Y DERROCAMIENTO

³Hay un acuerdo entre Colombia y Estados Unidos con dos objetivos: uno es Mauricio y el otro es el gobierno², reveló el texto secreto. El Presidente Chávez explicó que ³Mauricio² es el seudónimo utilizado en estas comunicaciones.

³La operación militar va², alertó el texto, y la realizarán ³los del norte, pero no quieren entrar directamente a Caracas².

³Están cazando a ŒMauricio¹ fuera de Caracas, es muy importante, te lo repito es muy importante².

El Presidente Chávez reveló que había recibido comunicaciones de la misma fuente en ocasiones anteriores alertándolo sobre amenazas peligrosas. Recibió una carta de la fuente días antes de la captura de más de cien paramilitares colombianos en las afueras de Caracas, que eran parte de un plan de asesinato contra el jefe de estado venezolano. Otra comunicación le llegó en las semanas antes del golpe de Estado de abril 2002. ³La carta habló de francotiradores y el golpe², explicó Chávez, ³y tenía razón, la información fue veraz, pero no fuimos capaces de actuar a tiempo para prevenir la situación².

EXPANSIÓN MILITAR DE EEUU

Esta última revelación llega justo después de la decisión de romper relaciones con Colombia, tomada por el Presidente Chávez luego del ³show² de Colombia en la OEA.
³Uribe es capaz de cualquier cosa², alertó Chávez, anunciando que el país está en máxima alerta y las fronteras serán reforzadas.

En octubre 2009, Colombia y Estados Unidos firmaron un polémico acuerdo militar que autorizó a Washington la ocupación de siete bases militares y el uso del territorio completo para ejecutar sus misiones militares. Una de las bases señaladas en el acuerdo, Palanquero, fue citada en un documento de la Fuerza Aérea de Estados Unidos de mayo 2009, como necesaria para ³conducir operaciones militares de amplio espectro² por todo el continente y para combatir ³la amenaza de gobiernos anti-estadounidense s² en la región.

Palanquero también fue considerada una pieza crítica para la estrategia de movilidad global del Pentágono, como fue destacado en el Libro Blanco: Estrategia de Movilidad Global del Comando de Movilidad Aéreo, publicado en febrero 2009. ³El Comando Sur ha identificado a Palanquero, Colombia (Base Germán Olano SKPQ), como un lugar de cooperación en seguridad (CSL por sus siglas en inglés). Desde este lugar, casi la mitad del continente puede ser alcanzado por un C-17 sin tener que reabastecer².

El presupuesto de 2010 del Pentágonoincluyó una solicitud de 46 millones de dólares para mejorar la instalación en Palanquero, para apoyar la ³Estrategia de Postura de Teatro² del Comando Combatiente, y ³dar una oportunidad única para operaciones de amplio espectro en una sub-región crítica de nuestro hemisferio donde la seguridad y estabilidad está bajo la constante amenaza de insurgencias terroristas, gobiernos anti-estadounidense s, la pobreza endemica y las frecuentes desastres naturales².

El documento de la Fuerza Aérea de mayo 2009 además reveló que Palanquero sería utilizado para ³incrementar nuestra capacidad de conducir operaciones de Inteligencia, Reconocimiento y Espionaje (ISR por sus siglas en inglés), mejorar el alcance globalŠy aumentar la capacidad de guerra expedita².

En febrero 2010, la Dirección Nacional de Inteligencia de Estados Unidos clasificó a Venezuela y el Presidente Chávez como ³Líder Anti-estadounidense² en la región, en su informe anual de amenazas.

Estados Unidos también mantiene dos bases de operaciones de avanzada en Aruba y Curazao, apenás kilómetros de la costa venezolana. Durante los últimos meses, el gobierno venezolano ha denunciado la intromisión no autorizada de varios aviones no tripulados (drones) y otros aeronaves extranjeros en territorio venezolano.

Al mismo tiempo, documentos oficiales de Estados Unidos recientemente desclasificados revelan entre $40 a $50 millones de dólares en financiamiento a grupos y medios anti-Chávez, para alimentar el conflicto dentro del país, ejecutar acciones de desestabilizació n y subversión interna, y promover matrices de opinión a nivel internacional para justificar una agresión contra Venezuela.

Estas últimas revelaciones evidencian que están preparando un conflicto serio, peligroso y no justificado contra Venezuela; un país con una democracia vibrante y las más grandes reservas petroleras del mundo.

[Ver los documentos militares de Estados Unidos aquí: http://centrodealer ta.org/documento s_desclasificado s/ ]













Certifican existencia de fosa común más grande de Latinoamérica en Colombia
Una delegación de Europa y Estados Unidos, encabezada por seis eurodiputados, certificó este viernes la existencia de una fosa común con dos mil cadáveres no identificados.
TeleSUR | 23-7-2010 a las 19:51 | 233 lecturas
www.kaosenlared.net/noticia/certifican-existencia-fosa-comun-mas-grande-latinoamerica-colombia


Una de las eurodiputadas señaló que el asesinato a campesinos colombianos es una aberración, al indicar que personas inocentes son "cogidos por miembros de las Fuerzas Armadas por una recompensa humanitaria para transformarlos en falsos positivos".
Una delegación de Europa y Estados Unidos, encabezada por seis eurodiputados, certificó este viernes tras una audiencia pública en la localidad de Macarena (suroriente) Colombia, la existencia de una fosa común con dos mil cadáveres no identificados.

La delegación estuvo presente en una audiencia pública en la localidad de Macarena (suroriente) Colombia, donde conocieron la fosa común con dos mil cadáveres no identificados.

El representante del Centro de Investigación y Educación Popular y Programa por la Paz (Cinep-PPP) Colombia, Javier Giraldo, señaló que se entregaron 52 declaraciones por parte de familiares de las víctimas.

"Habían seis desapariciones forzadas cometidas por paramilitares y siete por el Ejército y de la Fuerza Pública", indicó.

Agregó que existen denuncias también por "22 falsos positivos y la mayoría de los cuerpos de las víctimas fatales están en el cementerio de La Macarena".

"Existen casos de amenaza de muerte, de torturas, asesinatos (Â…) La delegación internacional pudo ver todo el área de las tumbas anónimas identificadas por un número consecutivo por años", subrayó el investigador.

Anunció que para el próximo mes de septiembre se presentarán otros casos documentados sobre situaciones de desapariciones forzadas y asesinatos en otras regiones del país suramericano.

Por su parte, la senadora colombiana Piedad Córdoba informó que dentro de un mes tendrá todo listo para presentar un informe oficial, resultado de las audiencias públicas efectuadas en torno al tema.

La senadora lamentó que esta situación "sea objeto noticioso y un hecho generalizado en el país".

La corresponsal de teleSUR, Angie Camacho, reportó que los pobladores campesinos de La Macarena decidieron romper el silencio y hablaron con los eurodiputados sobre el uso que el Ejército colombiano hacía de sus helicópteros para dejar los cuerpos sin vida y luego se retiraban.

"De esa manera empezó a ampliarse el cementerio clandestino, ahora fosa común más grande de América Latina, donde los pobladores pidieron ayuda internacional debido a la magnitud sin precedentes" de este hallazgo.

La corresponsal de teleSUR en Colombia, Tatiana Pérez, informó desde La Macarena que la delegación llegó hasta el cementerio para verificar el lugar donde se encuentran los cadáveres. Según cifras de la comunidad podrían ser unos dos mil muertos, mientras que el Gobierno colombiano asegura que son 450.

En la audiencia pública asistieron unos 800 campesinos de las regiones de Guayabero, Ariari, Güéjar, Guaviare y el departamento del Caquetá, acompañados por la numerosa delegación extranjera, congresistas de la oposición y la senadora colombiana Piedad Córdoba.

En está audiencia también se conoció la grave crisis humanitaria en los llanos orientales de Colombia, como consecuencia del Plan Colombia, promovido por Estados Unidos para "luchar" contra el narcotráfico y el crimen organizado.

La eurodiputada de la Comisión de Derechos Humanos Ana Gómez manifestó "que el Ejército asesine a su pueblo es una aberración, no lo puedo entender, el Ejército está para cuidar a su pueblo".

"No tienen que estar para matar al pueblo, hay una horrible perversión en estos hechos en que jóvenes inocentes, hombres y mujeres, son cogidos por miembros de las Fuerzas Armadas por una recompensa humanitaria para transformarlos en falsos positivos, en falsos guerrilleros", enfatizó.

Por su parte, la senadora colombiana Piedad Córdoba condenó el hallazgo de la fosa común.

"Aquí fue donde comenzó de verdad la política que se conoce como falsos positivos, los asesinatos a sangre fría para reclamar recompensas, para tener ascensos, para pedir vacaciones, es algo tan vergonzoso, que no se explica uno como es que el país vuelve y elige en cuerpo ajeno una política tan horrorosa de violación de los DD.HH.", manifestó la senadora.

Agregó que "cuando nosotros nos oponemos a la aprobación del tratados de libre comercio untados de sangre, la sangre de un pueblo colombiano decimos con dignidad que Europa no puede hacer prolongar en América y en Colombia lo que ellos hace muchos años trataron de erradicar: la guerra, la guerra es un negocio, su patente de corso es la política de seguridad democrática".

Los campesinos de la zona exigieron que "respeten nuevas vidas (...) estamos llenos de necesidades, pero lo único que queremos es seguir siendo campesinos, esta es nuestra tierra".

Los campesinos de Macarena han padecido el estigma de vivir en una zona marcada por la guerra, agudizada desde 2003 con la llegada del Plan Colombia promovido por Estados Unidos para "luchar" contra el narcotráfico y el crimen organizado.

La existencia de una fosa común con restos de al menos dos mil personas fue denunciada en diferentes oportunidades por los habitantes de la comunidad sureña de Macarena.

La fosa más grande de Latinoamérica

Esta fosa se tratá de la más "grande de América Latina". Tatiana Pérez indicó que los cadáveres estarían enterrados cerca de un batallón del Ejército colombiano y no se descarta que esos cuerpos sean productos de los llamados "falsos positivos", como lo señaló la eurodiputada Ana Gómez.

En el encuentro se rindió homenaje a las víctimas de las desapariciones forzadas, los habitantes denunciaron violación de derechos humanos, mientras la Cancillería colombiana insiste en negar la denuncia.

Organizaciones no Gubernamentales (ONG) de Colombia exigieron el pasado mes de abril a la Corte Constitucional la eliminación de dos leyes de 1997 y 2002 porque no incluyen de manera expresa a las desapariciones forzadas o "falsos positivos" dentro de la categoría de víctimas de la violencia política.

En Colombia se denomina ejecuciones extrajudiciales o falsos positivos a civiles que son presentados como guerrilleros muertos en combate.

El pasado 11 de marzo la Alta Comisionada de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos, Navi Pillay, presentó informe que denuncia varios tipos de violaciones a los Derechos Humanos en Colombia de sindicalistas, periodistas, abogados, comunidades indígenas, afro-colombianos, entre otros.

Entre los delitos de lesa humanidad, la Alta Comisionada de la ONU mencionó asesinatos, algunos de ellos con torturas, amenazas y seguimientos. Las llamadas chuzadas o espionaje contra periodistas y opositores al Gobierno de Álvaro Uribe están también incluidas en la lista.

Funcionarios del Ejército colombiano han incurrido en el delito de falsos positivos como parte del programa gubernamental de seguridad, basado en darle bajas a la guerrilla y a grupos armados ilegales de la nación.

Para julio de 2009, la totalidad de los expedientes abiertos por casos de falsos positivos sumaban 686 en la Procuraduría colombiana.

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