Ética y Política
El tema de la corrupción
José M. Tojeira, 15/06/2009
En los últimos días se han publicado una serie de detalles de la administración pasada que muestran no sólo las irregularidades y compadrazgos con que funciona nuestra administración, sino el desparpajo con que se defienden los beneficiados de las corruptelas. Parientes de personalidades que cobraban en un lugar y trabajaban en otro se quedan tan tranquilos diciendo que eso es lo más normal del mundo y que no les interesa de dónde salían los fondos que retribuían su trabajo. El diputado médico ve como lo más normal tener un trabajo bien pagado en dos lugares simultáneamente, y a todo el mundillo político de ARENA le parece bien recibir de aquí y de allá.
El más sorprendente en todo este proceso ha sido el ex presidente Cristiani, y ahora Presidente de ARENA, que le dice a Mauricio Funes que no ande sacando cosas que a él también se le pueden mencionar irregularidades del pasado. Creíamos que la impunidad se refería a los crímenes y asesinatos del pasado, pero parece que el expresidente es partidario de una impunidad permanente en todo lo que sea económico, o parte integrante del favoritismo y la corrupción nacional.
Lo que es evidente, de todos modos, es que la corrupción y el favoritismo están terriblemente extendidos en nuestra sociedad. Si quisiéramos hacer una lista podríamos recordar a los diputados que no pagaban la cuota alimenticia de sus hijos y siguieron siendo diputados. Al diputado que tenía seis guardaespaldas no justificados y que los aprovechaba para ponerlos a trabajar en su hacienda. Al que siguió por años trabajando como médico del Seguro Social en Sonsonate mientras era diputado, y un larguísimo etcétera, que no alcanzaría a ser cubierto por varios artículos. Y si pasamos de los diputados a las alcaldías el espectáculo no es menor. Incluyendo ahí a algunos representantes también del FMLN y no sólo de ARENA o el PCN.
De hecho, el que salgan ahora estas irregularidades a relucir, y el que aparezcan todavía más en el futuro, es simple y sencillamente bueno y no una caza de brujas. Porque denunciar la corrupción y las irregularidades es la única manera de evitarlas en el futuro. Si el gobierno de Mauricio Funes se quedara callado, tendría la oportunidad de seguir haciendo exactamente lo mismo. Si denuncia, sus propios funcionarios y miembros del FMLN sabrán que pueden ser denunciados si repiten ese tipo de irregularidades que son signo claro de corrupción y que, ciertamente, no tienen nada que ver con la ética ciudadana. La verdad, que cuando se ve a estos funcionarios defenderse, se llega a la conclusión que de ética y de ciudadanía democrática no saben absolutamente nada. Repiten frases en torno al estado de derecho mientras lo burlan soberanamente con sus comportamientos.
El hecho de que se saquen a luz las irregularidades es positivo para el país. Nos da a conocer a los ciudadanos cómo funciona el amiguismo, la recomendación y la falta de ética de nuestros funcionarios. Nos prepara para la crítica y nos ayuda a exigir un Tribunal de Ética que tenga al menos la capacidad de dictaminar la suspensión del derecho ciudadano a tener cargos públicos a quienes sean encontrados en franca corrupción o en evidente falta de ética. En El Salvador nos gusta copiar de la democracia algunas instituciones; pero después le queremos incluso quitar los pocos los instrumentos que les damos para poder exigir ética, competencia, cumplimiento de normas básicas de ciudadanía democrática.
Mientras ARENA no aprenda a integrar las críticas que se le hacen, a reconocer sus errores, difícilmente se le podrá considerar como un partido democrático normal. Y los errores que ha tenido no son propios de la última administración arenera, sino constantes en los 20 años de poder. De hecho el mayor acto de corrupción real, aunque viniera amparado legalmente en la época de Cristiani, fue el de la venta de los bancos a precios irrisorios a todos los que tuvieron la suerte de ser privilegiados por la influencia y la amistad con el partido. El Salvador necesita un partido de derecha, que hable de libertad, igual que necesita un partido de izquierda que hable de solidaridad. Lo que sale sobrando es la corrupción, los amiguismos y los favoritismos. De hecho no podemos decir que el FMLN esté completamente limpio en el tema de la corrupción o los amiguismos. Pero los 20 años de ARENA en el poder han hecho real la famosa frase de lord Acton, historiador inglés y católico, que insistía en que el poder tiende a corromper.
La frase del historiador añadía que el poder absoluto corrompe absolutamente. Afortunadamente en eso están los dos partidos grandes de acuerdo: Nadie debe tener el poder absoluto en El Salvador. Pero la tendencia del poder a la corrupción es real, tenemos prueba de ella en todos los partidos políticos, y la mejor manera de luchar contra ella es denunciándola y poniéndola al descubierto ante la ciudadanía. De hecho, cuando algún político va a la cárcel por corrupción se le está haciendo un favor a la democracia. En ese sentido, dado que ARENA no investigó adecuadamente la corrupción en sus filas, bueno será que otro la investigue y que incluso lleve a la cárcel a quienes se hayan distinguido en esa tarea de enriquecerse burlándose de los ciudadanos y de la democracia. Si el FMLN investiga ahora la corrupción, y pone a algunos corruptos a las órdenes de los tribunales, tendrá que cuidarse más para cuando vuelva a ser oposición. Porque si ARENA vuelva al poder, que siempre hay la posibilidad, no perdonará cuenta mal llevada. Y si ARENA aprende la lección, también se cuidara mucho más en el futuro para evitar tropezar en la misma piedra dos veces. La lucha contra la corrupción siempre es buena, venga de donde venga. ARENA no lo hizo con la decisión con la que debía haberlo hecho. Ahora le toca asumir responsabilidades y no hablar de cacería de brujas.
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