El presupuesto anual del estado depende de los objetivos de la política económica de un país. En Guatemala los grupos de poder económico que históricamente concentran los medios de producción, acumulando grandes riquezas, son quienes dirigen esa política económica y utilizan al estado de Guatemala para no pagar los impuestos que les corresponde. En consecuencia, el presupuesto se obtiene principalmente a partir de los impuestos que pagamos las grandes mayorías empobrecidas y desposeídas del país a través de lo que consumimos (por ejemplo, Impuesto al Valor Agregado IVA), y de los prestamos que el estado le pide a la banca mundial provocando lo que se conoce como deuda externa, que por medio del Consenso de Washington promueve la privatización los servicios públicos como una “alternativa para el pago de la deuda”.
A partir de los ingresos que percibe el estado a través de impuestos y préstamos, se planifica la distribución de egresos del gasto público. Es decir, de los bienes y servicios que el estado constitucionalmente debe garantizarle al Pueblo, por ejemplo, el acceso gratuito a la educación.
La educación pública superior es un derecho constitucional que nosotros como pueblo guatemalteco debemos recibir gratuitamente. El artículo 84 de la Constitución Política de la Republica de Guatemala redactada en 1,985 reza:
“Asignación presupuestaria para la Universidad de San Carlos de Guatemala. Corresponde a la Universidad de San Carlos de Guatemala una asignación privativa no menor del cinco por ciento del Presupuesto General de Ingresos Ordinarios del Estado, debiéndose procurar un incremento presupuestal adecuado al aumento de su población estudiantil o al mejoramiento del nivel académico.”
El Consejo Superior Universitario –CSU- es el encargado de planificar y velar porque el presupuesto que recibe periódicamente del estado, corresponda a las necesidades de la población universitaria, sin embargo para el año 2010, la USAC recibió un aporte presupuestario del 2.3% del Presupuesto General de Ingresos Ordinarios del Estado. En otras palabras la USAC dejo de percibir este año millones de quetzales, situación que complica nuestro desarrollo académico y restringe el acceso a la educación.
Las posturas en el CSU ante tal situación son tibias y a nuestro juicio, como estudiantes interesados en que la educación sea Autónoma, Pública y Popular, hace falta mayor presión al Estado guatemalteco para que cumpla, con lo que constitucionalmente nos corresponde como San Carlistas. Contrario a ello, el déficit presupuestario que tenemos en la USAC está pretendiendo ser solventado a través de actividades innecesarias, tales como:
•Cobros para el acceso a la educación en general, licenciaturas y maestrías.
•Contratación de empresas privadas para la prestación de servicios en el campus universitario.
•Permitir el acceso desmedido negocios privados, mercantilizando el espacio educativo.
Previendo el aumento poblacional de los y las estudiantes San Carlistas, la Constitución Política de la Republica agrega que el presupuesto debe aumentar a medida que aumente la población estudiantil. Sin embargo desde hace años el CSU como ente rector de la educación superior nos impuso el examen de admisión y el plan de repitencia, que solo sirven como un colador, negándole año con año el libre acceso a la educación superior a miles de estudiantes. A nuestro juicio la alternativa debe ser EXIGIR el aumento presupuestario, acorde a las demandas de los aspirantes a la educación superior, en vez de negarles el acceso a la educación.
Basados en el discurso de la excelencia académica imponen medidas exigentes, a sabiendas que la educación media en el país es deficiente y que la situación socio-económica de millones de familias guatemaltecas desposeídas, solo mejorara sus condiciones de vida teniendo acceso a la educación.
Con la eliminación del voto estudiantil para la elección de representantes ante el Consejo Directivo de las Facultades, el CSU permitió que se violara el principio de igualdad establecido en el gobierno tripartito de la USAC, dejando al estudiante con 3 votos y a los docentes con 5. La eliminación del voto estudiantil se suma a la imposición del examen de admisión y al plan de repitencia como una flagrante violación a los derechos que como estudiantes tenemos.
Las condiciones anteriormente expuestas vulneran la Autonomía universitaria y se convierten en una amenaza para nosotr@s como futuros padres y madres de las siguientes generaciones de guatemaltecos, ya que a nuestro juicio como estudiantes comprometid@s con los sectores populares, la educación se está convirtiendo en un privilegio y no en un derecho constitucional. La educación no es una mercancía…
Exigimos al CSU que demande al estado de Guatemala un aumento al presupuesto de la USAC y que restituya nuestros derechos como estudiantes San Carlistas y no se adhiera a la oleada de privatizaciones de la educación superior que en este momento se desarrollan en otros países Latinoamericanos.
Por la restitución de los derechos estudiantiles, Universidad para Tod@s
Por una educación Autónoma, Pública y Popular
USAC, EPA, 12 de agosto de 2010
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