viernes, 21 de mayo de 2010

Puerto Rico: cronología de una huelga inconclusa



Por David Vázquez Abella y Rafael Alejandro González Escalona, estudiantes de Periodismo de la Universidad de La Habana

San Juan, Puerto Rico, 13 de mayo, 2:45 de la tarde. Una marea de estudiantes sale del Centro de Convenciones rumbo al Capitolio. La fina llovizna cae sobre ellos, pero no parecen notarlo. Desde lejos se puede visualizar a los miembros de la Fuerza de Choque que “protegerán” el Capitolio de los estudiantes. “Fortuño no está aquí, Fortuño está vendiendo lo que queda del país” es la consigna que repiten los cientos de alumnos y profesores.

Algunos tiemblan de orgullo cuando deciden bajar la bandera norteamericana y dejar sola la puertorriqueña. Qué importan los empujones. Lentamente se retiran. Poco a poco se vacía el lugar, pero la consigna “once recintos, una sola huelga” todavía resuena en la atmósfera. Los jóvenes retornan a su puesto, junto a los portones de la universidad. En el Capitolio hondea la bandera nacional, la bandera de Puerto Rico.

Con esta marcha llegaba a un punto climático la huelga universitaria iniciada el 21 de abril, una manifestación coordinada por los estudiantes para romper el muro de silencio que levantaba la administración ante sus reclamos.

Antecedentes

El martes 13 de abril los alumnos del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico se reunieron en una asamblea convocada por el Consejo General de Estudiantes. Andrés González Berdecía, estudiante de Derecho, cuenta en el blog Desde Adentro que la primera moción aprobada fue la creación del Comité Negociador: “La mayor parte de la Asamblea, sin embargo, se dedicó a deliberar sobre los mecanismos de presión que debían utilizarse. Un sector del estudiantado estaba claro en que ante intentos infructuosos para sostener un diálogo con la Administración, debía aprobarse un voto de huelga indefinida, inmediata”.

Tras 8 días de espera, la Administración no dialogó con los estudiantes ni reconoció el recién creado Comité Negociador. El Presidente de la Universidad de Puerto Rico (UPR), José Ramón de la Torre, “dejó plantado los representantes estudiantiles, arguyendo que él no sabía quiénes eran y que le habían cambiado las reglas del juego,” comenta Andrés González. De esta manera, comenzó el paro de 48 horas anunciado en la asamblea del día.

Aura Colón Solá, estudiante y Jefa de Información del proyecto Desde Adentro, en entrevista vía e-mail explica que “la huelga estaba condicionada al avance de las negociaciones con la administración universitaria. Se le concedieron dos días de gracia a la administración para dialogar y evitar la huelga. Estos no estuvieron dispuestos a sentarse a negociar, provocando así, el masivo apoyo multisectorial”.

Los reclamos de los estudiantes son fundamentalmente por el recorte de 100 millones de dólares del presupuesto de la UPR y la detención en las exenciones de matrícula de honor y para atletas. Solicitan, además, garantías de que no se venderán los recintos. “Esta huelga pretende dar un paso hacia lo que sería una educación pública de calidad y accesible para todo el pueblo -sostiene Aura Colón-. Actualmente los costos de estudio se acercan a los 13 mil dólares anuales y las ayudas económicas sólo cubren 5 mil dólares. Por esta razón -señala- las exenciones de matrícula son de suma importancia para el estudiantado. La educación universitaria debe ser un derecho y no un privilegio”.

Primeros días

La mayoría de los estudiantes de escasos recursos apoyan la huelga. Aunque no están al tanto de todo lo que pasa, entienden perfectamente que un recorte presupuestario los afectaría. Por eso montan guardia frente a los portones, comparten cantos y juegos en el campus, participan en los debates, siempre sin perder de vista que esta huelga no es para cerrar la universidad, sino para mantener abierta las puertas de la educación como derecho ciudadano.

El resto de los recintos de la UPR rápidamente comprenden los motivos de la huelga y empiezan a sumarse. Gracias a la acción de estudiantes de Derecho y Comunicación, han podido difundir sus reclamos en los medios y ya se recogen los primeros frutos; universidades de varios rincones del mundo les han expresado su apoyo solidario.

A pesar de ello, algunos estudiantes contrarios a la huelga han decidido actuar. El grupo “Mayoría Silente” recibe anuencia para reunirse con la presidencia. Mientras, los huelguistas y sus reclamos son prácticamente ignorados.

El 28 de abril es un día especial, Andy Montañez, Calle 13, Intifada, Rebeldía, Antonio “El Topo” Cabán, Danny Rivera…, tantos artistas expresan su apoyo a los universitarios a través del canto o la palabra, recuerdan sus etapas estudiantiles. Muchos se emocionan con el poema leído por el cantautor Mickie Rivera, “Sé todos los cuentos”, de León Felipe:

Yo no sé muchas cosas, es verdad, digo tan sólo lo que he visto.

Y he visto:

que la cuna del hombre la mecen con cuentos…

que los gritos de angustia del hombre los ahogan con cuentos…

que el llanto del hombre lo taponan con cuentos…

que los huesos del hombre los entierran con cuentos…

y que el miedo del hombre

ha inventado todos los cuentos.

Yo no sé muchas cosas es verdad.

Pero me han dormido con todos los cuentos…

Y sé todos los cuentos.

Los días se suceden sin que un acuerdo entre las partes se vislumbre, los jóvenes continúan firmes. Ana Guadalupe, la rectora, se acerca; pero en lugar de diálogo su propuesta es el fin de la huelga, el bloqueo del acceso a la universidad por parte de los estudiantes. Llevan días sin regresar a sus casas, a veces el desconcierto los desanima; pero se mantienen juntos y firmes con la universidad tomada.

No estamos solos

El movimiento estudiantil ha recibido el apoyo de diversas organizaciones sindicales de la Isla como la Hermandad de Empleados Exentos No Docentes (HEEND), la Asociación Puertorriqueña de Profesores Universitarios (APPU), líderes del Partido Popular Democrático, Unión Nacional de Educadores y Trabajadores de la Educación (UNETE) y otras organizaciones sociales y de lucha por los derechos a la educación y en defensa del pueblo puertorriqueño.

Egresados de la UPR, el movimiento universitario “Unsereuni”, de Suiza, y el Internationalist Clubs de la Universidad de la Ciudad de Nueva York (CUNY) son algunas de las organizaciones escolares universitarias que se han sumado al apoyo de las manifestaciones.

“Bajo el rótulo de la crisis económica, el derecho a la educación sufre un ataque frontal, mientras Wall Street goza de millones de millones de dólares en créditos del ‘rescate’ bancario”, expresaron los estudiantes de la CUNY, en una de las varias misivas enviadas.

El apoyo también se siente en las principales redes sociales de Internet como Facebook y Twitter, donde decenas de internautas siguen minuto a minuto los acontecimientos de la huelga. El blog estudiantil Desde Adentro y su equipo de redacción ha sido decisivo en la divulgación de la realidad de los universitarios que levantan sus voces. En varias ocasiones los principales medios de la isla han tenido que recurrir a este proyecto de estudiantes de periodismo para obtener las últimas noticias.

La emisora Radio Huelga, fundada el 2 de mayo, se convirtió en la voz de los estudiantes. En su primera transmisión expresaron: “Por vez primera en la historia, el movimiento estudiantil puede contar con una emisora de radio a su disposición. Enarbolando la rica tradición de protesta estudiantil, nos damos a la tarea de crear una herramienta de lucha que contribuya a este proceso, que con firmeza y militancia hemos desarrollado”.

Ricardo Olivero Lora, en representación del colectivo Radio Huelga, plantea que este proyecto “se concibe a sí mismo como otro comité de portón más. Somos parte de esta huelga, no un ente ajeno al proceso que intenta comunicar desde afuera.”

El alcance de la huelga, apoyado por estos medios alternativos, se multiplica de forma inmediata. En un suceso sin precedentes, todos los recintos se incorporan a las manifestaciones, excepto el de Ciencia Médicas. En la Asamblea General del 13 de mayo se aprueba la huelga indefinida. Leonardo Aldridge, estudiante de derecho que se oponía a la huelga, expresó en entrevista concedida a Desde Adentro, que ”la asamblea es siempre la soberana y como es su decisión, hay que respetarla y avalarla. Aunque discrepamos, debe servir de mensaje a la administración de que el movimiento estudiantil cree firmemente en sus reclamos, que están dispuestos a la continuación de la huelga indefinida porque con ese método piensan que van a avanzar”.

Un asunto de todos

El 6 de mayo se vislumbra una solución a la huelga, al parecer las cosas se solucionan. Los líderes estudiantiles convocan a la asamblea general. El encuentro tiene lugar en el Centro de Convenciones, llamado jocosamente “Centro de Corrupciones”. La incertidumbre se refleja en los rostros de todos. Gritos de “once recintos, una sola huelga” resuenan por todo el lugar; muchos aún están molestos por los acuerdos unilaterales entre el Comité Negociador y la Junta de Síndicos.

Tras la demora comienza la asamblea. Varios estudiantes se sienten desorientados, unos y otros alegan argumentos razonables, pero el hecho incuestionable de que está en juego el derecho a la educación lo decide. Cuando llaman a votación, la mayoría apoya la permanencia del paro. Júbilo, emoción. Espontáneamente, grupos de estudiantes y profesores marchan hacia el Capitolio convencidos: La Universidad no es un asunto de universitarios, es un asunto de todos.

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