pensando en Roque
Escucha pistolero
mataste al poeta
pero sus versos florecieron
como el izote y el maquilishuat
y su sombra desde entonces
se te hizo marca de Caín
la que cuenta Saramago
y a pesar de tu gafete de héroe
aquel error de juventud te pesa caro
hoy más que nunca en la cúspide
en el delirio de tus retóricas aberraciones;
Escucha bandido
víctima de aquella sentencia ferrosa
del que a hierro mata ¿mató tunco tu tata?
el poeta no murió te cuento y ahora regresa
ofreciéndote una horca de guirnaldas
riéndose a carcajada limpia
de tu seriedad de pobre idiota
de tu miedo supino de gran infame
protegido temporal tras el escudo
de un efímero poder presidencial;
Escucha desgraciado
no pronuncies del poeta su nombre
más te valiera padecer amnesia
la risa de su fantasma te congela la sangre
su ADN aparece en el último minuto
como un oportuno penalty
cuando creías haber ganado el partido
lo único que te queda por hoy es arrepentirte
y luego en medio de la plaza
si tenés huevos pegarte un tiro.
Miguel Angel Chinchilla Amaya"
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