lunes, 15 de marzo de 2010

Comunicado de MPTIES con respecto a toma de la UES

Comunicado de MPTIES con respecto a toma de la UES



Sábado, 13 Marzo 2010



Movimiento de Profesionales, Técnico e Intelectuales de El Salvador (MPTIES)



CON RESPECTO A LA OCUPACIÓN DEL ALMA MATER, EL MPTIES, OPINA:



La Universidad de El Salvador tiene su historia ligada a la del país, muy concreta, y desde hace más de ciento sesenta años ha dado aportes en las áreas educativa, científica, cultural y política. Son incontables los hijos de la Universidad de El Salvador que ofrendaron su vida luchando por su autonomía, autonomía que hoy muchos quisieran arrebatarla, lo que para los verdaderos universitarios sería un pundonor a reivindicar. En el transcurso de la historia la UES ha sufrido crisis, como cualquier otra institución y como el país mismo, las cuales fueron superadas en debates generados al interior de la Alma Mater. La mayoría de veces, producto del caos florecieron ideas nuevas que revolucionaron la educación superior. Recordemos que la Universidad de El Salvador fue instituida el 16 de febrero de 1841, que la fundación de la Universidad de El Salvador fue el resultado de los movimientos políticos, ligado al desarrollo histórico social del pueblo salvadoreño. También hay que hacer constar que la primera crisis que sufre la UES fue en 1844, apenas tres años después de su fundación, cuando el general Malespín, so pretexto de falta de presupuesto la quiso cerrar. En las décadas (1960-1992), la sociedad y la Universidad vivieron en carne propia un proceso revolucionario muy complejo, el surgimiento de los sujetos históricos organizados en proyectos antagónicos de clase irrumpieron en el campo de las relaciones políticas y militares que impactaron las prácticas educativas y la cultura en toda la sociedad civil, además de las áreas económicas y sociales. En los años 60-70, marcaron las coyunturas de ruptura para la Universidad de El Salvador; su vida académica y política se caracterizó por una conflictiva y permanente contradicción entre Estado y Universidad profundizándose con el primer cierre militar en 1972. Desde la crisis de los años treinta, son los militares los que toman el poder llegando a ser los pivotes de la dominación política y del funcionamiento del Estado. No obstante no se había llegado a agredir y vulnerar totalmente la vida autónoma de la institución, lo que no obedecía precisamente a los deseos de los grupos oligárquicos subordinados al capital extranjero y de los militares de extrema derecha. Todo lo contrario, era y continúa siendo su anhelo el arrebatarle la autonomía, privatizarla y controlarla oficialmente, así como fácilmente se entregó el ITCA a manos de la burguesía, sin que alguien protestara.

La actual crisis universitaria tiene su origen en una crisis estructural, reflejándose en el sistema de educación nacional, principalmente en la enseñanza que se imparte en los bachilleratos. A la Universidad de El Salvador aspiran a ingresar el sector más pobre de los bachilleres de la República, los cuales vienen en su mayoría de instituciones públicas deficientes, con un profesorado desinteresado en aportar a la solución de esta insuficiencia. Ahora bien, la toma de las instalaciones de la Universidad de El Salvador por bachilleres aspirantes a ingresar a la Universidad es el clímax que rebalsó la olla de presión. La UES no está, es decir, no tiene los recursos humanos, logístico, menos financieros para recibir y atender más estudiantes de los que ya tiene inscritos, ni los bachilleres están para coartárseles sus legítimos derechos de querer ingresar a la Universidad. Entonces, cuál es la solución. Como MPTIES vislumbramos tres tipos de soluciones: una a corto plazo, la otra a mediano plazo y la tercera a largo plazo.

Por un lado los aspirantes a estudiantes universitarios, es decir, un movimiento que puede considerarse foráneo y fuera de contexto de los intereses de la UES, deben proceder de inmediato a la entrega del campus universitario, por el lado de las autoridades, éstas deben retirar cuanto antes la demanda ante la Fiscalía de la República. Creemos sinceramente que solo las fuerzas más oscurantistas de la extrema derecha que constantemente están conspirando contra la clase progresista, son los que se sienten satisfechos por la situación que actualmente está atravesando la universidad, tal como sucedió con la patraña de Belloso inventada por la administración del bachiller Saca. A pesar de que el movimiento de los aspirantes no cuenta con el apoyo de las clases populares, es indiscutible que en cambio tiene un apoyo logístico y un nivel de organización alimentado desde afuera.

En la segunda propuesta, hacemos un llamado al presidente de la República, señor Mauricio Funes para que cumpla con la Universidad de El Salvador y le asigne un presupuesto justo (5% del presupuesto de la nación), para que la UES resuelva sus problemas de recurso humano y logísticos, que son los que más le afectan para el buen desarrollo y dar una atención de calidad tal como la merecen todos los estudiantes antiguos y nuevos. No es posible que la Universidad de El Salvador continúe siendo la Universidad con el más bajo presupuesto de todas las universidades del istmo centroamericano y quizás de América Latina.

Finalmente, sacar un compromiso de todos los universitarios para que cuanto antes se promueva una Reforma Universitaria. Las últimas reformas universitarias encabezadas por el doctor Fabio Castillo en los años sesenta y el licenciado Luis Argueta Antillón en los ochentas fueron exitosas. El tipo de educación que se ha venido ofreciendo al estudiante universitario es deficiente y no presenta, en la mayoría de los casos, ni atractivos ni incentivos, ni estímulos para los educandos, carece de sentido de praxis que es lo que debería caracterizar a la educación. La Universidad nació del Ayuntamiento, docente-estudiante. Sobre el docente descansan responsabilidades superiores consagradas por el tiempo, como la conservación de la cultura, la transmisión del saber y la renovación y creación de la ciencia. Este triple salto cometido señala el quehacer básico de los profesores. Por eso la integración de la docencia, la investigación y la proyección social son las actividades básicas de la función profesoral. El estudiante por su parte está obligado a poseer la herencia cultural superior y a participar en su conservación y enriquecimiento. Es indiscutible que la UES requiere a mediano plazo de un programa de descentralización, lógico y coherente con el crecimiento vegetativo de la población estudiantil, pero debe atenderse la racionalidad del principio económico de que “las necesidades son infinitas y los recursos son limitados”, en ese sentido no puede renunciarse a procesos de selección justos y ajustados a la realidad el país. Todo el sistema educativo de educación media, pero especialmente el bachillerato reducido a dos años amerita una evaluación objetiva porque la vulnerabilidad del educando en cuanto a conocimientos básicos, ha crecido significativamente.

Tras la tormenta procede la calma. La crisis actual debemos mirarla como una oportunidad en la que todos los sectores nos comprometemos a dar nuestra contribución. La nación entera necesita de una universidad líder en educación, generadora de opinión y a través de la ciencia, investigación y proyección social dé su aporte en la solución de los males que más acongojan a la sociedad salvadoreña. Y la Universidad de El Salvador es la llamada a hacerlo.



MOVIMIENTO DE PROFESIONALES, TÉCNICOS

E INTELECTUALES DE EL SALVADOR

MPTIES

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