lunes, 7 de septiembre de 2009

Encuestas y evaluación de los 100 días

Editorial Ysuca
Encuestas y evaluación de los 100 días

Por Jose M. Tojeira






Los periódicos están dedicados a evaluar los primeros cien días del actual gobierno. Los analistas opinan según gustos y tendencias. Pero algunos datos son inobjetables y claros. Partimos para comentarlos de la encuesta de la UCA, aunque en muchos aspectos coincide con otras encuestas publicadas por los periódicos, como la de la Prensa Gráfica, por poner un ejemplo. Mauricio Funes continúa manteniendo una sólida evaluación de su persona y el FMLN se ha establecido en una cómoda posición de aprecio ciudadano. Curiosamente los dos sectores que algunos analistas, y por supuesto el partido ARENA quieren enfrentar, mantienen una cómoda posición de respeto de la opinión pública.


Sin embargo los datos no deben engañar ni a Mauricio Funes ni al FMLN. Cien días somo pocos después de un gobierno de 20 años, y es normal que se mantengan las expectativas del cambio durante más tiempo del que podría darse en un gobierno de continuismo. Basta con recordar la cómoda posición del presidente Saca a los cien días de su inicio de gobierno, también establecida sobre la idea de cambio que también manejó en su campaña política y en sus primeros meses de gobierno, mostrando un talante muy distinto del presidente Flores.


Cuando se observan las preocupaciones de la gente encuestada, se ve con una gran claridad que las preocupaciones siguen siendo las mismas. La violencia y la economía están en los primeros y mismos lugares de preocupación ciudadana. La población sabe que en cien días no se puede mejorar una economía golpeada por una crisis internacional, ni se puede hacer descender a una violencia desatada y profundamente arraigada en redes y organizaciones tan duras y de tanta fortaleza como lo son las maras o el narcotráfico.


En ese sentido el actual gobierno tiene que considerar que lo sólido de su posición en la opinión pública está arraigado más en la esperanza que en los hechos. Y aunque es cierto que ha habido algunos hechos positivos, no son lo suficientemente fuertes como para que la gente contemple un horizonte más halagüeño. El enfrentamiento de los problemas de salud con mayor energía, la mayor atención a las necesidades de los ancianos y de los estudiantes de los municipios en pobreza, el diálogo que se pretende entre sectores del capital y del trabajo, acompañados de la academia, son signos, entre otros, claramente positivos.


Pero a la larga, si no hay un enfrentamiento claro de la delincuencia, y si las perspectivas económicas no despegan, las posiciones en las encuestas comenzarán a bajar. Y con el problema de que el Gobierno del FMLN no encontrará las simpatías que con tanta facilidad protegían a los gobiernos anteriores desde los medios de comunicación. En esos dos temas, violencia y economía, tenía razón el presidente Funes cuando decía que el actual gobierno no puede darse el lujo de equivocarse. Porque si se equivocan, los medios de comunicación y los poderes fácticos le pasarán la factura con mucha más dureza de como lo hacían con ARENA.

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