En búsqueda del civismo El amor a la patria

Opinión
Jueves, 17 de Septiembre de 2009

CONVERSANDO CON LA PSIQUIATRA
En búsqueda del civismo El amor a la patria
Dra. Ana Cristina Morales Modenesi
crismodenesi@gmail.com



En la pesquisa de silogismos se quiere a la patria, como los hijos quieren a su madre. Sin embargo, no todas las madres son buenas con sus hijos ni todos los hijos son buenos con su madre.

Para amar a la patria se necesita la existencia de vínculos superiores a la territorialidad que nos circunscribe o a la idea de ver bellos paisajes.

Este amor significa sentirnos altivos en la expresión de valores dentro de nuestra cultura, sentirnos adentro de una casa limpia, con la existencia de justicia y equidad. En donde la proximidad entre la diversidad y las personas no signifique una constante amenaza.

Amar a la patria significa confianza, dignidad y respeto entre gobernantes y gobernados. Para amar a la patria no hay que convencer con slogans que dicten qué es lo que debemos de hacer.
El amor a la patria es un evento que sucede día a día, de manera espontánea, en donde no hay cabida a la indiferencia, ni menosprecio de los problemas por los cuales la Nación, su población y su Estado, cursan.

Esperamos una relación dual entre la patria y el ser que vive en su interior, una relación de reciprocidad, de amistad, de convivencia, de acogimiento, de honestidad, de Fe en el amparo que ésta prodiga.

Amar a la patria también es un compromiso dual entre gobernantes y gobernados que se establece ante la vida. De modo que se realizan pasos hacia una verdadera vinculación entre la población de una Nación.
Sentirse patriota significa desear algo más que desfilar en una marcha cívica, más que pretender ser militar, o más que procurar la admiración y el elogio por lo que se opina y se hace ante la mirada ajena.
Para amar a la patria no tenemos que gritar a todo viento las buenas personas que somos o lucir bonitas o bonitos El Día de La Independencia.

Amar a la patria es un compromiso con nuestra identidad como seres humanos, con nuestra lealtad, con nuestra perseverancia, con nuestra autenticidad, con nuestra autoestima y con nuestra capacidad de sentirnos prójimos.

También es el orgullo por nuestros aciertos y desaciertos, ya que de los segundos logramos aprender a través de la historia. De tal forma, que pretendemos que ellos no se repitan.
Amar a la patria significa aportar a la misma lo poco o mucho que podamos desde el lugar o situación precisa en la que nos encontremos, de tal manera, que ayudamos a la construcción de un mejor país.

Es el espíritu del deseo de trascendencia del ser humano que se hace ostensible en la acción.