jueves, 6 de agosto de 2009

La crisis de Honduras y los tres pilares del nuevo Sistema Interamericano de Defensa

Elsa M. Bruzzone y José Luis García
Alai Latinoamericano

Cuando la “Guerra Fría” llegó a su fin y apareció claramente el verdadero conflicto: Norte - Sur, EE UU comenzó a buscar nuevos enemigos como fundamento de su nueva Estrategia de Seguridad. Partió de la base de que sus objetivos estratégicos para mantener el predominio mundial, tan duramente alcanzados, era asegurarse el uso y control de los recursos naturales estratégicos que constituyen el fundamento de su funcionamiento como macro -potencia. Para ello llegó a la conclusión de que su enorme poder militar debía desplegarse en cualquier lugar del mundo donde se encontraran esos recursos, ya sea en explotación o en reserva, y para fundamentar un despliegue castrense de tal magnitud decidieron que los nuevos enemigos serían: el narcotráfico, el terrorismo, los poseedores de armas de destrucción masiva, las migraciones y los nacionalismos.

En este rediseño del mundo EE UU creó para el Continente Americano, llamado por ellos Hemisferio Occidental, el Sistema Interamericano de Defensa (SIAD), con el objetivo de asegurarse el control de los recursos estratégicos y acostumbrar a nuestros países al empleo combinado de nuestras fuerzas militares para combatir a los que ellos consideraron las amenazas a ese control. El Sistema se basó en tres pilares:

1) Político: Democracia representativa, jamás participativa. Fue establecida en el “Compromiso de Santiago con la Democracia y la Renovación del Sistema Interamericano” en la reunión realizada en Santiago, Chile, en el año 1991 y en la “Resolución 1080” establecida por la OEA el 5 de junio de 1991 que determinó que no será reconocido ningún gobierno que surja de un golpe de estado contra un gobierno constitucional.

Pero con el tiempo se fue gestando la necesidad de eliminar gobiernos que no se sometían dócilmente a las exigencias imperiales. Así se fue dando origen a un nuevo golpismo, diferente formalmente del tradicional, que es encabezado en forma abierta por civiles con la complicidad, a veces encubierta, de los militares. Se viola la constitución empleando una violencia aparentemente menor. Se simula proteger el orden institucional manteniendo en funcionamiento los Poderes Legislativo y Judicial eliminando al Ejecutivo, origen de la discordia, y que no siempre involucra en forma abierta al Imperio, gestor de la asonada y tiene como objetivo solucionar un problema puntual en lugar de un cambio hacia un nuevo orden. Caben mencionar como ejemplos de lo antes expresado, los golpes de estado realizados en Ecuador contra los presidentes Abdala Bucaram y Jamil Mahuad en los años 1997 y 2000, respectivamente. Esta metodología, si bien con algunas protestas, fue tolerada en el resto del continente; no existieron reacciones desproporcionadas y como la siguieron soluciones aparentemente legales, se creó la ilusión del mantenimiento del régimen institucional democrático y, en consecuencia, tolerados por el resto de los países regionales. Las organizaciones regionales, como la OEA y el Grupo de Río, ni siquiera opinaron.

Ante el “éxito” logrado, en el año 2002 se intentó “repetir el ejercicio” para derrocar al molesto Presidente Chávez en Venezuela. Pero, de manera contraria a lo esperado, los principales líderes regionales reaccionaron de inmediato calificando lo ocurrido como un Golpe de Estado. Por el contrario, los EEUU y algunos colaboradores regionales lo consideraron como necesario y aún España y el FMI intentaron justificarlo dando la bienvenida a un Golpe de Estado afín con sus intereses. La coalición cívico-militar venezolana reaccionaria había consumado un golpe tradicional y autoritario que fracasó. El líder popular Hugo Chávez retomó su cargo repuesto por su pueblo.

Pese a este fracaso los EE UU intentaron repetir la metodología con un gobierno caribeño que había iniciado un acercamiento “peligroso” con el gobierno cubano que le ofrecía ayuda para combatir las enfermedades y el analfabetismo de su paupérrima población. En el año 2004 Jean-Bertrand Aristide, Presidente legalmente elegido de Haití, fue depuesto por un Golpe de Estado realizado por el embajador de los EE UU y tropas norteamericanas (en Haití no hay fuerzas armadas pues fueron disueltas por Aristide), que acompañaron a pequeños sectores policiales de ese país. Los elementos golpistas no repitieron un error cometido en Venezuela; en lugar de encarcelar al presidente Aristide en su país, lo trasladaron en un avión a la República CentroAfricana, previniéndose de algún intento de sus partidarios para reponerlo en su legítimo sitial. Aunque parezca mentira, el pilar político había sido ratificado, con la excepción de Venezuela, en la Carta Democrática Interamericana establecida en Lima, Perú, el 11 de septiembre del año 2001, en el 28º Período Extraordinario de la OEA.

En los días que corren, nos encontramos con un nuevo Golpe de Estado en el Continente, Honduras, donde se intentó repetir el “sistema” empleado para Haití; pero en forma tan burda que ha desatado una serie de reacciones desfavorables no sólo en la región sino también en el ámbito mundial. Nadie puede entender cómo se puede defender la democracia terminando con la democracia. Lo que ocurrió es que -para no avanzar hacia formas más avanzadas de la convivencia humana- se intentó reinstalar el demoliberalismo capitalista preexistente, con soluciones que se basan en la simulación y la falsedad, sin darse cuenta de que nada estable ni duradero se puede fundamentar en la mentira. Si se desean evitar males mayores será preciso que los golpistas comprendan que Honduras está viviendo horas de cambios decisivas y que de las soluciones que surjan dependerá un futuro que puede ser venturoso, si son capaces de proceder con grandeza o luctuoso, si no son capaces de resignar algunos de sus privilegios a fin de continuar con el proceso de redistribución del ingreso en forma algo equitativa. En última instancia, si creen tener razón ¿porqué no recurrir a un plebiscito popular y preguntar quién quiere el pueblo que gobierne? Es claro que mientras deban obedecer órdenes foráneas y servir a intereses ajenos a Honduras, es muy dudoso que ello ocurra. Habrá que considerar que en esas regiones está terminando el reinado de la burguesía y ha comenzado el gobierno de los pueblos. El final es, por ahora, (agosto de 2009) poco predecible ya que la situación se agrava rápidamente. Convendrá recordar que el Imperio -gestor del conflicto- cambia sus estrategias, pero no sus objetivos.

2. Pilar económico: Consistió en poner en funcionamiento un sistema económico neoliberal globalizado: “Asociación de Libre Comercio para las Américas” (ALCA). Nació bajo el gobierno de Bush padre en 1991 con el nombre de “Iniciativa de Libre Comercio para las Américas” y fue lanzado en la Primera Cumbre de las Américas en el año 1994. Fue rechazado definitivamente en la Cumbre de Mar del Plata, Argentina en 2005. Pero de alguna manera se ha impuesto a través de los Tratados de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA), de América Central, más República Dominicana (CAFTA); Plan Puebla Panamá, y los tratados bilaterales (TLC). Pero como expresamos anteriormente habrá que estar muy atentos puesto que el Imperio puede cambiar sus estrategias pero no sus objetivos ya que el sistema económico globalizado que intenta instaurar les permitirá detectar , tal cual lo expresan, en la “Estrategia de Seguridad para las Américas” todo “signo de inestabilidad” en la región. Prueba de ello es el relanzamiento del ALCA, el 24 de septiembre de 2008, bajo el nombre de “Iniciativa de Caminos Hacia la Prosperidad “.

3. Pilar militar: Consistió en la actualización de sus previsiones militares para mantener un sistema de seguridad colectivo que garantice la libre disponibilidad, para EE UU, de los recursos naturales con valor estratégico de la región.

Este sistema debía diferenciarse del anterior (Doctrina de la Seguridad Nacional) a través de tres elementos constitutivos:

1. Un primer nivel de conducción política de las futuras operaciones militares encarnado en las llamadas “Reuniones de los Ministros de Defensa de las Americas” a las que se las dotaría de un nuevo órgano de trabajo conocido con el nombre de “Comisión de Seguridad Hemisférica” y de una entidad de preparación de civiles en los problemas de la defensa denominada “Centro de Estudios Hemisféricos de Defensa”. Ambos con sede en EE UU y bajo la supervisión del Departamento de Defensa norteamericano O sea, reemplazar las dictaduras militares - de procedimientos sangrientos y autoritarios- por gobiernos de democracias “de baja intensidad”.

2. Un segundo nivel, de ejecución militar de lo planificado, conformado por la conducción política antes citada y compuesto por las ya existentes “Reuniones de Comandantes en Jefe de las Américas”, (en estos días, agosto de 2009, se está efectuando una en Bogotá, más vale no imaginarse los temas que se están tratando), y que mantienen, como órgano de trabajo, a la Junta Interamericana de Defensa (a la que se dio, en 2007, carácter institucional en el marco de la OEA) y trasladando la macabra “Escuela Militar de las Américas” de Panamá a territorio estadounidense (Fort Benning). Todo ello regulado por el increíblemente sobreviviente TIAR el mismo que patentizó la traición en la guerra del Atlántico Sur.

3. Una aceptación de enemigos comunes : el narcotráfico, el terrorismo, la posesión de armas de destrucción masiva, el tráfico de armas, las corrientes migratorias, los desastres naturales y los desbordes religiosos o nacionalistas.

Conjugados todos estos factores, en 1995, EE UU dio a conocer los documentos “STRATEGIC ASSESSMENT 1995 - US CHANGES IN TRANSITION” y “US STRATEGY SECURITY FOR THE AMERICAS” que condensan esos aspectos .

Fue así como el 25 y 26 de julio de 1995 se realizó en Williamsburg, EE UU, la primera Reunión de los Ministros de Defensa de las Américas para iniciar el planeamiento del sistema común de defensa que, determinaría la forma de enfrentar a los enemigos comunes. Estas Reuniones se han continuado cada dos años en distintos países. La última se desarrolló en 2008 en Banff (Canadá) y la próxima se efectuará en 2010 en Bolivia.

Se comenzó el entrenamiento de las fuerzas militares del área mediante la realización de ejercitaciones combinadas a fin de “afianzar la seguridad en forma colectiva”. Se establecieron bases militares de manera que los efectivos pudieran controlar , sin grandes desplazamientos, las zonas con disponibilidad de recursos naturales estratégicos (agua potable, biodiversidad, hidrocarburos, minerales). Como dato aleccionador el 31% del territorio de Honduras está en manos de transnacionales mineras, especialmente canadienses, que son las mismas que operan en Argentina. A las bases de Guantánamo en Cuba; Roosevelt Roads y Fort Buchanan en Puerto Rico; Soto Cano en Honduras; Comalapa en El Salvador; Curazao y Aruba, se agregaron, con la implementación del “Plan Colombia”, complementado durante 2008 con la “Iniciativa de Mérida”, y la “Iniciativa Regional Andina”( hoy dejada de lado), la gigantesca base de Manta en Ecuador; la del Valle de Huallaga en Perú; donde el presidente Alan García permitió la entrada a su territorio - en el año 2008 - a 1.000 efectivos del ejército de los EE UU en la zona de Ayacucho y firmó un convenio para que la IV Flota del Comando Sur utilice libremente sus puertos sobre el Pacífico y donde, en la frontera de 1.400 kilómetros en la zona amazónica compartida con Colombia, realizan continuos “ejercicios combinados”; las de Tres Esquinas, Puerto Leguizamo, Villavicencio, y la de Hacienda Larandia (donde el Comando Sur efectúa la “inteligencia técnica) en Colombia; la ya reclamada y devuelta al Brasil de San Pedro Alcántara, próxima a Manaos… Además se ha elaborado un plan para instalar “presuntas estaciones de detección de explosiones subterráneas atómicas ilegales”, ocho de ellas en territorio argentino.

Con el advenimiento del gobierno popular del Presidente Correa, en Ecuador se
determinó -como obligación constitucional- el desalojo de la base de Manta, que se inició durante el mes de julio de 2009. Pero el Sistema reaccionó rápidamente y Manta, que era un eslabón clave del sistema instituido, fue reemplazada por la ocupación, en forma conjunta, de efectivos militares de EE UU y Colombia, de otras bases colombianas. El reemplazo de Manta será la base de Palanquero, complementada, al norte, por la de Malambo, y al suroeste por la de Apiai., además, y como agregado, se ampliarán las instalaciones de Tolemanda en la zona central y Larandia en el sureste del país. El presidente de Colombia – Uribe - anda en estos días de gira por los países del UNASUR para explicar lo inexplicable

Hasta la fecha se han realizado múltiples ejercicios militares combinados. Basta mencionar además de los célebres UNITAS, CABAÑAS, y AGUILA, otros no tan populares como: Fuerzas Unidas, Cruz del Sur, Ceibo, Fraterno, Fluvial, Tamba, Sar, Araex, Apoyo Humanitario, y tantos otros. Tómese nota de que ellos ocurrieron siempre en nuestros territorios y próximos a los lugares con recursos naturales estratégicos, nunca en territorio de EE UU. Su verdadera finalidad la expresó el ex - Presidente argentino De La Rua, cuando, al pedir autorización al Congreso para la entrada de tropas extranjeras, puntualizó en su Proyecto de Ley: “preparar los efectivos para la lucha en un campo de batalla compuesto por civiles, organizaciones no gubernamentales y agresores potenciales”(SIC). ¿Dónde quedaron el terrorismo, el narcotráfico, las migraciones, etc.?

Para monitorear y conducir todo este sistema organizado por el SIAD se instaló el Comando Sur con sede primero en Panamá y ahora en Miami. Este Comando, con jurisdicción en toda América Latina y el Caribe (menos Méjico), tiene la misión de: conducir las operaciones militares y promover la cooperación de seguridad para alcanzar los objetivos estratégicos de los EE UU. Forma parte de los comandos unificados estadounidenses desplegados por todo el orbe, con áreas geográficas de responsabilidad y que operan como verdaderos virreyes imperiales, reportando directamente al Presidente a través del Secretario de Defensa sin dependencia de los embajadores en los distintos países donde se emplazan. Su Comandante, en conjunción con los “Comandantes de las FF AA de los países de la región, constituyen una verdadera “diplomacia paralela” con poder de decisión, como lo ha demostrado lo ocurrido en Honduras. Los otros Comandos son: el Norte, el Central, el Europeo y el del Pacífico. Recientemente ha sido creado el Africano. Los otros medios son los llamados Comandos Funcionales: Fuerzas Especiales, Transporte, Operaciones Especiales y el Estratégico .

El Comando Sur tiene la siguiente orgánica general:

1. Componente Terrestre (USARSO), Houston (Texas) y en Fort Buchanan en Puerto Rico.
2. Componente Aéreo (AFSOUTH), Davis Montan (Arizona) 12º Fuerza Aérea.
3. Componente Naval: Comando Meridional de las Fuerzas Navales (USNAVSO), Mayport (Florida). Es el agente ejecutivo para las operaciones navales en la base de Comalapa (El Salvador). A sus efectivos se ha agregado recientemente la IV FLOTA reorganizada.
4. Componente de Infantería de Marina (USMARFORSOUTH), Miami.
5. Comando de Operaciones Especiales del Sur, Miami (Florida). Controla todas las “operaciones especiales” de la región.
6. Tres Grupos de Trabajo Comunes (JTF)

a) Grupo Bravo Común. Localizado en la base aérea de SOTO CANO (Honduras). Organiza ejercicios multilaterales en la región.

b) Grupo de Trabajo Común. Guantánamo (Cuba). Conduce las operaciones contra el terrorismo. Se encarga de la detención e interrogatorio de detenidos.

c) Fuerza Sur Común. Key West Florida. A cargo de las operaciones antidrogas.

7. Ubicaciones para operaciones adelantadas en Manta, ( ahora pasará a Palanquero y a las Antillas Holandesas (Aruba y Curaçao).

Hasta aquí hemos intentado presentar un panorama de los fines, y organización del llamado SIAD (Sistema Interamericano de Defensa) instalado por los EE UU para asegurar la libre disposición de los recursos naturales que le permitan continuar siendo la superpotencia dominante. Lo descrito no involucra todos los medios y sistemas que hemos denominado “militarización” pues nuestros elementos de información son escasos y este sistema es dinámico, se transforma y renace con distintas denominaciones utiliza la cooperación de múltiples medios regionales, ya sea por ignorancia o - lo que es más común - por corrupción. Nadie en su sano juicio podrá creer que semejante estructura militar desplegada para la región sirve para combatir el narcotráfico, ya que si así fuere , esa lacra ya no existiría y en cambio hoy tiene un espectacular desarrollo -incluso en los EE UU - y hay sectores que aseguran que la CIA lo monitorea destinando las “ganancias” para financiar sus operativos.

Nadie puede pensar que realmente se combate el terrorismo, cuando éste cada día se muestra más activo y amenaza lugares que antes eran refugios inalcanzables parra ellos.

Quién puede creer que las migraciones son uno de nuestros enemigos comunes, cuando la potencia dominante y sus aliados son los que originan las condiciones ideales para que ellas se produzcan y estos responsables son los únicos que hoy se sienten amenazados por ese fenómeno. ¿Algún habitante de la región pude asegurar que los migrantes desesperados amenazan las fronteras de nuestros países?

Sí es cierto que los nacionalismos pueden ser opositores del sistema imperial, pues ellos tratan de proteger los recursos autóctonos para que estén disponibles para nosotros.

Si es cierto que algunas religiones - no todas - pueden oponerse pacíficamente al injusto sistema de distribución de las riquezas, pues han tomado la opción por los pobres.

Todo lo expuesto explica lo ocurrido actualmente en Honduras. Un gobierno totalmente afín con la potencia dominante, descubre que en la región algunos países ensayan la cooperación en reemplazo de la confrontación salvaje, que están dispuestos a paliar las necesidades de los más pobres en forma desinteresada, que les ofrecen ayuda para terminar con las lacras de las enfermedades y con el analfabetismo, y planes para venderles elementos básicos para su desarrollo industrial a precios muy inferiores a los del “mercado” y que esta conducta no tiene ningún punto de contacto con la desarrollada por la superpotencia para la que “todo es mercadería” y como tal hay que aceptar el precio que nos impone a través de las empresas transnacionales y las “leyes del mercado”; y que históricamente ha rapiñado los escasos recursos disponibles para su propio consumo o para generarse divisas, y que trata de mejorar su imagen con “planes de ayuda” que sólo reintegran una ínfima parte de lo que se han robado. Con ese panorama el gobierno hondureño decidió modificar sus relaciones políticas y comerciales y esa actitud ha constituido un peligro supremo para el Imperio que advierte que, de propagarse esta conducta, los recursos de la región podrían no quedar “disponibles” como lo han estado hasta la fecha. Así se puso en marcha la nueva metodología para los golpes de estado que explicamos y que puede servir para que otros gobiernos queden advertidos y no sigan sus pasos

Recordemos, una vez más, que el Imperio cambia sus estrategias pero no sus objetivos y permanezcamos atentos para enfrentar en forma conjunta, las nuevas amenazas que se pueden desplegar para “escarmentarnos” como hoy les ocurre a Venezuela y Ecuador, en cuyas fronteras se está instalando el poder militar más importante de la región; al igual que Bolivia con lo que ocurre en sus fronteras occidentales.

http://www.cubadebate.cu/especiales/2009/08/06/la-crisis-de-honduras-y-los-tres-pilaresdel-nuevo-sistema-interamericano-de-defensa/

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