Del 18 al 22 de mayo, celebramos el 30 Aniversario de los Estudiantes Mártires de la UCA, que pertenecían a las Fuerzas Universitarias Revolucionarias 30 de julio, mejor conocida por sus siglas: FUR-30. Tanto el Colectivo Utopía como el Comité Roque Dalton (ambas organizaciones estudiantiles de la UCA), nos dimos a la tarea de preparar conferencias, en las que nos acompañaron ponentes como Doris Montenegro de CEMUJER; Sonia Ivéth ex estudiante de la UCA y ahora investigadora independiente; Josué Carranza estudiante de la UCA y Marta Merlos, quien colaboró en sus tiempos de estudiante con las FUR. Nos acompañaron también, el Grupo “Pueblo Canta”, muchachos que nos deleitaron con sus estupendas voces al ritmo de la música popular. Finalizamos el 22 con una celebración eucarística, en la capilla de nuestros mártires jesuitas, presidida por el Padre Tojeira, haciéndonos un atento llamado a celebrar la vida como triunfo sobre la muerte y a recordar a nuestros mártires como testimonio de la justicia y la verdad.
Breve reflexión histórica
Pero, ¿quiénes son estos Estudiantes Mártires? Para responder esta pregunta, es preciso remitirnos a la historia de nuestro país y ubicarnos en el 8 y el 22 de mayo de 1979.
Los sectores aglutinados en el BPR (entre los que se encontraban las FUR-30) convocaron a una manifestación, ese 8 de mayo, como medida de presión, para que los gobiernos de Costa Rica y Francia intercedieran ante el gobierno salvadoreño para la liberación de cinco de sus compañeros. Las personas capturadas eran: Facundo Guardado y Numas Escobar del BPR; Marciano Meléndez (FTC), Oscar López (UPTC) y Ricardo Mena de la UCA .
El pronunciamiento del Gobierno Militar del General Carlos Humberto Romero, ante tal situación, fue el preludio de la masacre del 8 de mayo: “Mi paciencia está por terminarse. Estoy dando la última oportunidad antes de tomar medidas que tengamos que lamentar posteriormente” .
La marcha se desarrolló en forma pacífica, hasta que los cuerpos de seguridad comenzaron a disparar a las personas que se encontraban en las gradas de la Catedral Metropolitana.
El tiroteo comenzó alrededor de las 12:45 PM, dejando un saldo de entre 19 y 22 personas muertas, entre quienes figuraban: José Roberto Sarmientos Claros (estudiante de psicología) y José Fidel Castro (estudiante de ingeniería), ambos de la UCA.
Los hechos del 22 de mayo de 1979, están vinculados con los anteriores; es decir, la protesta del 8 de mayo (que pretendía la liberación de las personas capturadas) con la toma de la Embajada de Venezuela, que comenzó el 11 de mayo.
Se organizó una marcha con el propósito de llevar medicinas y alimentos a las personas que ocupaban la Embajada. No obstante, todo terminó en represión. El resultado fue la muerte de aproximadamente 14 personas, entre las cuales se encontraban: Delfina Góchez Fernández (estudiante de psicología), Antonio Girón Martínez (estudiante de ingeniería mecánica) y Mauricio Scaffini Siryani (estudiante de ingeniería eléctrica).
Caso especial fue el de Antonio, quien fuera herido de bala el día 22, amaneciendo asesinado al día siguiente con señales de golpes y tortura.
El legado de nuestros mártires
No hay duda que para los y las estudiantes en la actualidad, representan ejemplo insigne de compromiso político y valentía para enfrentarse a la difícil realidad que aquejaba a nuestro país. Sabían combinar con mucha responsabilidad su vida personal con sus obligaciones académicas y laborales, con el compromiso que el pertenecer a las FUR-30 les demandaba.
“La nueva sociedad viene y viene con prisa” , nos dijo Monseñor Romero, haciendo mención al arduo trabajo que desempeñaban todas las personas que querían un cambio y una transformación real de la sociedad; y el trabajo que debemos de desempeñar todos y todas, en la actualidad, por hacer posibles esos ansiados cambios, en los que se ponga por delante las necesidades de las mayorías empobrecidas.
Como estudiantes debemos de tomar en serio que la nueva sociedad que se viene construyendo nos necesita para trabajar por ella, y no necesariamente desde el campo profesional, sino organizándonos en espacios (no para que nos utilicen como anuncios comerciales y nos den dádivas para obtener lujosos objetos) en los que seamos verdaderos impulsores de los cambios que urgen en este país.
Y los ya organizados, que recuperemos la conciencia de la necesidad de formarnos en todas las áreas del conocimiento, para que seamos criticados — por el sistema al que combatimos — por nuestra lucha intelectual y nuestro actuar responsable como nos lo enseñaron nuestros mártires del FUR-30.
En la UCA, el Colectivo Utopía y el Comité Roque Dalton, te esperamos para que te organices con nosotros y nosotras, y celebremos permanentemente la lucha por la vida y la justicia.
Puedes escribirnos a las siguientes direcciones de correos electrónicos: colectivo.utopia@gmail.com y crdcuba@gmail.com.
Oscar Meléndez
Colectivo Utopía UCA
ESTE ARTICULO SERÁ PUBLICADO EN LA REVISTA "CARTA A LAS IGLESIAS" DEL CENTRO PASTORAL DE LA UCA EL SALVADOR
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