El MOVIMIENTO SOCIAL DE IZQUIERDA EN ALTA VERAPAZ

HACE DEL CONOCIMIENTO NACIONAL E INTERNACIONAL DEL INCUMPLIMIENTO DE LOS ACUERDOS DE PAZ.


A quince años de la firma de los acuerdos de paz sin que los resultados sean visibles, lo cual significó nada más el cese al fuego, en tanto los acuerdos sustantivos quedaron como letra muerta para los distintos gobiernos de turnos que han estado a lo largo de los cuatro periodos, sin embargo el grupo oligárquico en Guatemala se ha fortalecido, haciendo prevalecer su ambición al poder y apoderarse de la riqueza a través de políticas neoliberales y modelos capitalistas y monopolista, mientras que la mayor parte de la población esta siendo sumergida en condiciones de vida tan precarias por la exclusión que persiste y que está sumisa a las políticas de dominación ejercida por los gobiernos, las empresas guatemaltecas y las transnacionales, actuando con total impunidad en perjuicio de la población.


Los factores que dieron orígenes al conflicto armado durante los treinta y seis años, no se han resuelto, se agravaron los problemas de tierras, se siguen vedando el derecho a la educación por la falta de atención y cobertura total para la población en todo el país, especialmente en el departamento de Alta Verapaz donde las comunidades siguen siendo excluidas del derecho a la educación y si las hay con mala calidad, al igual que la cobertura en cuanto a la atención en salud, siguen presentando altos índices de mortandad general por la falta de programas adecuadas de atención y la peor causas es la pobreza extrema. En el tema agrario, ninguno de los gobiernos ha asumido la responsabilidad de implementar mecanismos adecuados para a favor de las comunidades, mientras que el Fondo de Tierras, Registro de Información Catastral y la Secretaría de Asuntos Agrarios, son instituciones que simplemente están para favorecer intereses de los grandes terratenientes en Alta Verapaz, sobrevalorando el precio de las fincas sin vocación agrícola para los campesinos, mismos que no han podido salir de las deudas contraídas por ellos.


Es sorprendente que ante la llegada de los militares al poder, sin que las organizaciones de pueblos indígenas y organizaciones de derechos humanos se pronunciaran, creyendo en una democracia fachada lo cual no tiene nada de democracia sino que es una forma de dominación, manipulación y de neocolonialismo en Guatemala, donde el pueblo tiene que aceptar lo que es impuesto y ser sumiso, conformándose con el sistema de dominación, lleno de racismo y discriminación.


Ante esas situaciones HACEMOS UN LLAMADO:


A los pueblos indígenas, organizaciones sociales, campesinas, organización de mujeres, comerciantes y personas dispuestas a luchar contra la exclusión, inequidad, la falta de oportunidades, las injusticias, la represión política contra los pueblos, a que nos unámonos y solidarizamos con un pueblo oprimido durante quinientos años.


Exigir al gobierno militar y oligárquico a que respete los derechos humanos y de pueblos indígenas que se encuentran en proceso de reivindicación de su autodeterminación, sustentados en la misma constitución, convención americana de derechos humanos, convenio 169 de la OIT y la Declaración Universal de los Derechos Humanos.






¡Mientras haya pueblo habrá revolución!