domingo, 28 de noviembre de 2010

Un lío más en la Corte

Editorial YSUCA
Un lío más en la Corte








Los problemas en la Corte Suprema muestran una vez más la debilidad de nuestra cacareado estado de derecho. Cuando un grupo, en este caso la Sala de lo Constitucional, quiere que la Constitución funcione, quienes están acostumbrados al mal funcionamiento legal de El Salvador se ponen nerviosos. La Sala de lo penal en la Corte Suprema ha incurrido repetidas veces en lo que podemos llamar justamente retardo judicial. Y cuando el ciudadano ha acudido en defensa de sus derechos a la Sala de lo Constitucional, ésta le ha dado la razón contra el retardo de la Sala de lo Penal. Y ya están los magistrados de lo penal diciendo tonterías.


En efecto, uno de los magistrados ha dicho que la Sala de lo Constitucional va a llenar de criminales las calles. En realidad, si se cumplieran las leyes adecuadamente, quienes llenarían las calles de criminales son los magistrados de la Sala de lo Penal con su retardo judicial. Pero en la lógica de estos pobres magistrados, perezosos y lentos, violadores de la Constitución cuando le niegan el derecho a una pronta justicia al ciudadano, su mala función no puede ser juzgada por nadie. En otra palabras, que se constituyen en jueces absolutos por encima de la propia Constitución.


La Constitución, en efecto, es muy clara cuando dice en el artículo 17 que “habrá lugar a la indemnización por retardación de justicia”. Cualquier juez que caiga en este retardo tendría, según la Constitución, que hacerse cargo de al menos una parte de la indemnización. Y si él no pudiera, el Estado debería subsidiariamente pagar la indemnización. Hasta el momento los jueces se amparan, con una lógica totalmente antijurídica, en el hecho de que no hay ley secundaria que estipule cuánto es el pago de la indemnización. Pero dado que la ley primaria, la Constitución, es prioritaria sobre la ley secundaria, cualquier juez podría marcar, en ausencia de ley secundaria, un estimado de la indemnización que debería pagar el juez que cayera en retardo judicial. En otras palabras, que los magistrados de la Sala de lo Penal deberían estar agradecidos a los de la Sala de lo Constitucional porque éstos no les han impuesto una indemnización a quienes han sido víctimas de su retardo. Sería sin duda cómico escuchar la verborrea de uno de los magistrados más parlanchines de la Sala Penal defendiendo su bolsillo. Porque aunque ignorante, callado nunca se queda.


En El Salvador la Constitución ha sido violada por comisión y por omisión demasiadas veces. Francisco Flores se iba del país en ocasiones sin pedir permiso de la Asamblea. Los gobiernos de ARENA ocultaron el presupuesto del Organismos de Inteligencia del Estado desde que esa institución fue constituida por una ley de la república emitida por la Asamblea. El gobierno del FMLN lleva dos años haciendo exactamente lo mismo que ARENA en ese punto, en franca violación de la Constitución. La indemnización universal, garantizada por la Constitución, no la cumple ni el Gobierno. Sólo los magistrados frescos de la Corte Suprema se amparan en una ley, traicionando su espíritu, para llevarse una buena e inmoral compensación a costa del contribuyente cuando se retiran de un cargo que es de designación estrictamente temporal. Y eso, claro está, después de haber practicado impunemente el retardo judicial.


El problema de este tomarse las leyes a la ligera es que constituye una parte fundamental de la cultura del subdesarrollo. Y al mismo tiempo fomenta la permanencia en el mismo. Es cierto que tenemos un problema de serias deficiencias en la inversión económica y social. Pero si seguimos con esta cultura de desprecio a las leyes no iremos lejos. Desprecio a las leyes que está pesente en todos los niveles. Desde la Sala de lo Penal hasta en ese sistema de convivencia ciudadana que es el tráfico y donde simplemente impera la ley del más fuerte. Si aun encima atacamos a los que quieren cambiar esa cultura, como lo son los miembros de la Sala de lo Constitucional, tendremos subdesarrollo para rato.
--
"Cuando la situación histórica se define en términos de injusticia y opresión, no hay amor cristiano sin lucha por la justicia" (I. Ellacuría, 1977)

16 de noviembre de 2010, XXI aniversario de los mártires de la UCA

No hay comentarios: