viernes, 7 de enero de 2011

Nuevo año, nueva década

Editorial Ysuca
Nuevo año, nueva década








Cada año tiene sus propios desafíos. Y en El Salvador llevamos una buena serie de años con desafíos recurrentes. Cuando en 1996 la UCA dijo que nos estábamos convirtiendo en uno de los países más violentos del mundo, las voces oficiales y gubernamentales se dejaron oír rápidamente incluso acusando a esta casa universitaria de formar parte de un complot para desprestigiar a El Salvador, en alianza con el FMLN. Hoy, 15 años después, nadie niega lo que la UCA dijo. Al contrario, seguimos diciendo sistemáticamente que uno de los principales retos del país para cada año que comienza es superar el ambiente de violencia en el que llevamos demasiado tiempo inmersos.


Vencer la pobreza, especialmente la pobreza extrema, es otro de los grandes desafíos reiterativos en cada inicio de año. Pero la crisis, primero de alimentos, y después de la economía mundial, iniciada a mediados del año 2008, ha arrojado números negativos en la reducción de la pobreza. Al contrario, desde hace tres años ha crecido el número de pobres, especialmente en aquellos grados en los que falta incluso la adecuada alimentación. El hambre es una realidad en una proporción intolerable de hermanos y hermanas nuestras y hay que enfrentarla cuanto antes.


Este año 2011 tiene además el componente de ser el primero de una nueva década. Y de arrancar la nueva década con un Gobierno que tiene la bandera del cambio. Y que ganó con ella las elecciones del 2009 al partido que en 20 años creó un modelo de desarrollo tan vulnerable que no resistió los golpes ni de los desastres naturales, ni de la crisis mundial reciente. En ese sentido. este 2011 comienza como un año cargado de desafíos. No podemos terminar esta década diciendo dentro de diez años lo mismo que estamos diciendo ahora. El Salvador tiene el potencial humano suficiente para salir de los problemas actuales y construir un desarrollo integral, equitativo y que alcance a todos en el plazo de una generación. Es decir, en 15 años. Esta década debe ser el tiempo de despegue.


Para iniciar con fuerza el camino del desarrollo se necesita un diálogo más productivo entre todos los sectores de la población. El diálogo, que fue el gran éxito salvadoreño a la hora de finalizar una guerra civil, es ahora tan importante como hace 20 años. Y como decimos, un diálogo productivo. El gran acuerdo de fondo tiene que ser el de invertir en nuestra gente desde todos los ángulos posibles. El Gobierno debe invertir en desarrollo, la empresa privada en producción, las ONG´s en convivencia en los diversos ámbitos en los que se mueven, las iglesias en valores solidarios y de responsabilidad social, la ciudadanía y las organizaciones sociales en responsabilidad ciudadana, la Academia en producción de conocimiento abierto al desarrollo de todos. Los políticos tienen que tomarse en serio el reto del acceso al desarrollo en 15 años y dejar de mirar su conveniencias cortoplacistas. Llegar a acuerdos nacionales puede no ser fácil, pero es indispensable para no repetir aburridamente la misma y triste canción que solemos repetir cada fin de año y comienzo del siguiente.


Cómo se acierta a combinar el esfuerzo mancomunado de todos los sectores de la población puede ser difícil, pero es necesario. Y requiere voluntad política en todos los sectores de la población. El discurso que confía exclusivamente en los liderazgos de grupo, llámense empresariado o movimientos sociales de izquierda, no traerá soluciones. Como tampoco liderazgos personalizados o autoritarios podrían solucionar nuestros problemas. Sólo acuerdos nacionales pueden sacarnos adelante en medio de la crisis que vivimos. Es tiempo de diálogo productivo y es tiempo también de decisión política en favor de un nuevo El Salvador. Feliz Año. Y para que sea realmente feliz, que sea el comienzo de una nueva década, claramente encaminada a sacar al país del subdesarrollo.
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"Cuando la situación histórica se define en términos de injusticia y opresión, no hay amor cristiano sin lucha por la justicia" (I. Ellacuría, 1977)

16 de noviembre de 2010, XXI aniversario de los mártires de la UCA

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