miércoles, 2 de noviembre de 2011

¿Para quiénes es la economía solidaria?

Lunes, 12 Julio 2010



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Por Aquiles Montoya (*)



Esta alternativa en materia económica, es acogida por sociedades de diversas procedencias y distintas motivaciones





SAN SALVADOR-Pues la economía solidaria es una opción válida, factible y deseable para quienes estén hartos de la pobreza, la injusticia, la desigualdad, la discriminación o de la degradación ambiental y otros muchos males como el desempleo, los bajos salarios, la falta de educación, de saludad, de seguridad ..... La economía solidaria es la esperanza en marcha en manos de muchas mujeres y hombres, tanto en el campo como en la ciudad. La impulsan muchas ONGs, asociaciones de campesinos, cooperativas, asociaciones de mujeres, ecologistas, desempleados, etc. Algunos porque están convencidos de la necesidad de generar un sistema alternativo al capitalista, otros, para aliviar los muchos males que genera el sistema, aunque en el camino, seguramente terminarán comprendiendo la necesidad de ser antisistema.





La economía solidaria ha dejado de ser una utopía, para convertirse en realidad, existe toda una serie de experiencias a nivel nacional, como a nivel centroamericano y latinoamericano. En Brasil, Ecuador, Bolivia y Venezuela cuenta, incluso, con el apoyo estatal. Apoyo que puede variar desde la promoción directa, hasta facilitar créditos, asistencia técnica, o bien compras a las empresas solidarias por parte de las instituciones del Estado o bien generar espacios, recursos y apoyos técnicos para una conveniente comercialización de los productos..





Ahora bien es importante señalar que si bien las empresas solidarias a menudo son microempresas o pequeñas empresas, las micro y pequeñas empresas no son necesariamente empresas solidarias, ya que entre otras muchas características que presentan las empresas solidarias cabe destacar la propiedad de carácter colectivo, o sea que las empresas solidarias son propiedad de los trabajadores y no de un micro o pequeño empresario que espera crecer, desarrollarse a costa de los trabajadores. Cuando una micro o pequeña empresa crece beneficia a su propietario y no a los trabajadores, los cuales seguirán siendo explotados y contribuyendo a que el empresario disfrute de su riqueza a costa de los trabajadores. A menudo los gobiernos contribuyen a generar nuevos ricos y a mantener la desigualdad en la distribución de la riqueza, ya que los trabajadores a parte de sus míseros salarios, no tiene ninguna participación en la distribución del excedente, la ganancia o la plusvalía generada por los trabajadores. Como los gobiernos no generan riqueza, sino que captan parte de la riqueza generada en una determinada sociedad mediante los impuestos, me parece que no está haciendo un uso debido de los recursos si los destina a subsidiar o apoyar a los empresarios privados, ya que en vez de socializar la riqueza lo que hace es privatizarla. Si el gobierno quiere impulsar políticas solidarias deberá destinar una mayor cantidad de recursos a generar empresas propiedad de los trabajadores y o a apoyar a las ya existentes, las cooperativas agropecuarias, por ejemplo. Bueno, sería que CONAMYPES y el Ministerio de Economía reparan en este punto.





Para finalizar este artículo quisiera señalar algunos prejuicios acerca de la Economía Solidaria





o La economía solidaria desmoviliza políticamente a los sectores populares.





Esta opinión prejuiciada seguramente tiene su origen en el hecho de que en el pasado las organizaciones de trabajadores tendían a ser manipuladas por los partidos políticos y sencillamente actuaban según la línea que les llegaba de las cúpulas partidarias. En las experiencias actuales de los movimientos sociales y particularmente de las comunidades organizadas, lo que observamos y lo que manifiestan sus dirigentes es que son autónomos, lo cual obviamente no significa una desmovilización política, sino una manera diferente de hacer política. Hay luchas que las dan solos, otras junto con otros movimientos sociales y algunas junto con los partidos políticos, particularmente, con el FMLN .





o Son proyectos sin ninguna viabilidad futura, en el momento en que incursionen en el mercado capitalista serán arrasados por la competencia.





Lo primero que habría que señalar es que el mercado capitalista es tan sólo uno de los mercados y que existen otros mercados en los que es posible realizar las mercancías. Pero es mejor mostrar donde realiza sus mercancías el Grupo Bajo Lempa: a) Comercio justo y orgánico b) Hospitales públicos y hoteles c) Embajadas, comercios y d) al interior del Grupo. Como es evidente ya han incursionado en el mercado capitalista también y no les ha ido mal.





Por otra parte lo que posibilita competir en cualquier mercado es la calidad, el precio, lo novedoso del producto y la buena imagen del mismo.





o Funcionan mientras reciben donaciones, pero en el momento que estas se corten, van a desaparecer.





Ciertamente las donaciones posibilitan el arranque y el despegue de los proyectos de la economía solidaria, pero una vez que superan el punto de equilibrio no existe razón lógica para suponer que no puedan mantenerse y crecer. Existen en diferentes partes del mundo experiencias exitosas de economía solidaria, que refutan tal percepción viciada y antojadiza.





o Parece bonita en teoría, pero en la práctica... Lo cierto es que las personas son individualistas, egoístas y envidiosas.





Precisamente la experiencia empírica está demostrando que las personas no son individualistas, egoístas, ni envidiosas por naturaleza. Tales prácticas tienen una determinación social y no natural. Es el capitalismo el que promueve y fomenta tales anti-valores y sin embargo, en las comunidades organizadas se vive la cooperación, la unidad y la solidaridad.







(*) Académico y economista de ContraPunto

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