Por Hyrum López
Guatemala atravesó por un
periodo de conflicto armado interno durante treinta y seis años, el cual
ocasionó la ruptura de varios aspectos políticos tales como; la interrupción de
su etapa democrática la cual iniciaba en la revolución de 1944, la “época dorada”,
y con la contra revolución de 1954, el gobierno es tomado nuevamente por los
militares y empieza de este modo la carrera militar del país, teniendo sus mas
cruentos momentos a principios de la década de los años ochenta, principalmente
durante el gobierno del Gral. Ríos Montt, masacres, desaparecidos, pueblos
arrasados, entre otras acciones que ocasionaron, principalmente
la pérdida de identidad, eje central de nuestro análisis psico político, la
identidad como tal es considerada como “cuando el individuo discierne en quién
es, quién le gustaría ser y/o quién debiera ser. Se trata de una tarea
personal a la vez que social. Pero en este periodo se deja ver la
particularización del individuo y la pérdida
de identidad, por la represión, la cual se justificaba con el control de
la insurgencia en el país.
La identidad no se
construye en el aislamiento, sin embargo en este periodo muchas
poblaciones tuvieron que optar por aislarse a las montañas y algunas otras, al
excilio, abandonando sus comunidades y familias.
Chambers (1994) plantea “hemos
de aceptar que la complejidad de uno mismo (y del otro) no puede reducirse a
identidades-estanco y hay que abrirse a nuevas “poli-identidades cosmopolitas”
en las que cada individuo acaba siendo el cruce creativo de huellas culturales,
dialectos, costumbres, mitos, historias familiares, recuerdos históricos o,
incluso, preferencias culinarias. Dónde he nacido, dónde vivo y de dónde me
siento... pasan a ser preguntas todavía significativas para la propia
identidad. Son significativas porque permiten establecer un anclaje
identitario, es decir son punto de referencia para la construcción de la
identidad.
Los autores Bauman (2005) Berger y Luckmann (1983)
plantean que hay procesos de aculturación, que desarraigan de las poblaciones
las identidades, que se han creado como fruto de la cultura, la educación,
aspectos sexuales, territoriales, étnicos, éticos, etc. Llevándolos a una nueva
identidad, donde los individuos deben de readecurse, socializarse y volver a
comenzar, este proceso lo comparan con la conversión religiosa, donde se debe
negar la creencia que el individuo llevaba implícita y aceptar y adecurce a las
nuevas creencias, es así como en este proceso de construcción de la paz,
durante el conflicto se han de readecuarse a las poblaciones sobrevivientes, el
gobierno, desde el aspecto político, por su lado, busca implantar en la
población su forma de pensar y de actuar, tanto así que todo aquel que
estuviera en contra del régimen de gobierno, era fusilado, inclusive a la
primera sospecha de que la población apoyaba a la parte insurgente era
suficiente motivo para condenar y desaparecer a la población, sin siquiera
pasar por pruebas.
Al finalizar el periodo militar del país se vuelve
a la democracia con el ègobierno de Vinicio Cerezo, lo que abre la brecha para
la reconciliación de las poblaciones y las primeras negociaciones de paz, entre
el gobierno y la URNG, el génesis de la
construcción de la identidad de los pueblos indígenas y el camino para
transformar el pensamiento del gobierno militar, tratar de suavizar su
identidad sólida y rígida, al llegar la consumación de los Acuerdos de Paz, se
marca una nueva coyuntura histórica para el país.
Miquel Rodrigo Alsina escribe en su obra
Posmodernidad y pérdida de identidad; “si bien las identidades son
construcciones sociales, nos constituyen mediante las imposiciones del poder y
las identificaciones de la psique.” Sin embargo, también hay que constatar que
una da las características de nuestro tiempo es el aumento de modelos
culturales que tenemos a nuestra disposición. En este sentido, cuanto mayores
sean las posibilidades del individuo para “crear” su propia identidad, más rica
y compleja será ésta. Dotarse de una identidad pasa a ser una tarea creativa
que durará toda la vida; en el proceso, se perderán elementos de identidad
importantes para un momento determinado, pero vacíos de contenido en momentos
futuros; a la vez, se van incorporando nuevas facetas, nuevas posibilidades”,
así después de1996 y llegando a 2004, en el último informe de MINUGUA, es
evidente que los avances son mínimos y que principalmente el tema de la agenda
del cumplimiento de los acuerdos de paz, que constituye el eje central, de la
construcción de la paz en el país se ve, desarmada y poco tomada en cuenta, las
campañas publicitarias de distintos partidos políticos toman de referencia el
cumplimiento de los acuerdos de paz sin embargo después de mas de cuatro
periodos de gobierno civil post conflicto, en poco se ha avanzado, esto nos
lleva considerar los factores mencionados en la parte superior de este ensayo,
¿Cuál es el papel que el pueblo juega dentro de la construcción de la Paz?, y
¿Cuál es el seguimiento y rol por parte del Estado? Siendo el Estado el primer
actor en promover el cumplimiento de los acuerdos de Paz y el fortalecimiento
de la construcción de la misma, pero como mencionan los autores es muy
necesario evaluar la identidad de la población en este proceso, factores como
la presencia de la corrupción dentro de la empresa privada, la explotación
obrera en las maquilas, por ejemplo, las condiciones de vida de la población,
el control que el gobierno pueda tener en relación a la seguridad ciudadana,
puede considerarse como factores que llevan a la población a concentrarse en
subsistir, antes que involucrarse en los procesos socio políticos de la
construcción de la paz, en el marco del cumplimiento de los acuerdos, falta de identidad e integración.
La
integración y la identidad según los autores que hemos citado es en primer
plano responsabilidad del individuo, con importante influencia o
coacción de un poder, que en este caso es nuestro elemento político, un
gobierno que en primer lugar debe de buscar la integración de los pueblos
indígenas y el resarcimiento de las poblaciones afectadas principalmente por el
conflicto, esto ayudará a formar la identidad, que como bien hemos visto será
producto de años de construcción.
Otro de los factores es el viciado
proceso electoral y electorero que se da en la vida política del país, donde
los candidatos de mayor relevancia son aquellos capaces de financiar caras
campañas, lo que da lugar al génesis de la falta de identidad, ya que no
conforma una verdadera democracia por no ser un candidato que sale del pueblo,
para representar al mismo, sino de intereses sectarios y que provoca el
fenómeno guatemalteco de migrar de un partido a otro en cada elección, sin una
ideología clara y que constantemente fracciona la ideología y consenso lo que
indudablemente dará gran golpe al fortalecimiento de la identidad de la
población y por ende su compromiso hacía las tareas y deberes para la
construcción de la paz las cuales se verán seriamente afectadas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario