Elecciones en la AEU / USAC.
Entrevista a los estudiantes Daniela
Salamanca y Sergio Lobos
“La AEU, en 17 años de estar en el poder, ha creado una estructura
mafiosa, corrupta, aliada con las autoridades universitarias. Hay que
recuperarla”
Marcelo
Colussi
La Asociación de Estudiantes Universitarios -AEU- de la
Universidad de San Carlos de Guatemala, es una vieja institución nacional.
Fundada en 1920, ha sido por casi un siglo un importante referente en la vida
política del país. Alcanzó momentos de gloria, siendo un verdadero semillero de
pensamiento crítico y de cuadros revolucionarios algunas décadas atrás pasando,
luego de una feroz represión de que fuera objeto, a estar secuestrada por
grupos políticamente de derecha, acríticos y absolutamente funcionales al
discurso neoliberal reinante en estos últimos años. Desde hace 16 años no
realiza elecciones, y sus dirigentes ya no son ni jóvenes ni estudiantes
universitarios. En medio de ese panorama, el 19, 20 y 21 de agosto próximos
habrá elecciones. Se presentan 4 listas: CREE (representando a la actual dirigencia,
sin ninguna propuesta de cambio), y tres grupos con claras intenciones de transformación:
MEUC -Movimiento Estudiantil Universitario
Consciente-, RETO-USAC y Frente Estudiantil. Las dos últimas muestran un
discurso sumamente crítico con la burocracia dominante, proponiendo
alternativas superadoras. Dos miembros de Frente Estudiantil: Daniela
Salamanca y Sergio Lobos, así ven el panorama.
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Pregunta: ¿Cómo se da
el proceso de las elecciones en este momento?
Respuesta: Las elecciones son necesarias en este momento, por lo que
representa la AEU. Esta es una institución histórica, muy importante. Es, de
hecho, la máxima representación estudiantil que tiene la Universidad de San
Carlos de Guatemala. Surgió en 1920 para botar al presidente Estrada Cabrera, y
a través de los años tuvo momentos de mucha trascendencia, como por ejemplo
durante la Revolución de 1944, siendo un importante soporte de los gobiernos de
Arévalo y de Jacobo Árbenz. Luego, durante los años de la guerra, la AEU
cumplió un papel crucial en el acompañamiento de todos los movimientos sociales
que se dieron, junto a sindicatos, al movimiento campesino, a la clase
trabajadora. Debido a su posición crítica, muchos miembros de la AEU fueron
asesinados. Un caso emblemático al respecto es el de Oliverio Castañeda, quien
luego de denunciar la masacre de Panzós, en 1978, fue asesinado brutalmente en
el Pasaje Rubio, en la ciudad de Guatemala. Por eso oficialmente la AEU lleva
su nombre: Oliverio Castañeda de León. ¿Qué pasa ahora? En el año 2000 fueron
las últimas elecciones, y allí llegaron unos estudiantes que, si bien fueron
elegidos democráticamente en su momento, luego se perpetuaron. Andando el
tiempo, se quedaron ahí, vinculándose luego con grupos mafiosos, terminando
dedicándose a actividades delictivas, como cobrarles extorsión a los mismos
estudiantes, o a los vendedores informales que se mantienen en el campus. Se
dice por ahí que controlan los bares que se encuentran en torno a la
Universidad, tienen café-internet, son los dueños de muchas de las
fotocopiadoras, se habla del tráfico de drogas que manejan. En 17 años de estar
en el poder han creado una estructura mafiosa, corrupta, aliada con las
autoridades universitarias. En realidad, se han convertido en su grupo de
choque, permitiendo así acallar la voz crítica del estudiantado, haciendo que
durante esos 17 años desapareciera el poder estudiantil de la San Carlos. Esa
ausencia de representación del sector de los estudiantes se da en todos los
espacios de la universidad pública. De hecho: fueron tomadas las distintas
Asociaciones de Estudiantes, fueron prácticamente suprimidas las Comisiones de
Evaluación, que son las encargadas de evaluar el desempeño de los catedráticos,
fueron mermados los Tribunales de Oposición, que deberían ser los encargados de
permitir, a través de concursos transparentes, la llegada de los catedráticos
más idóneos, se cooptó la representación estudiantil ante el Consejo Superior
Universitario… Es decir: se le quitó la voz a los estudiantes en todos los
espacios, por eso ahora es tan importante recuperar la AEU y todos estos
espacios cooptados por las mafias, para democratizarlos genuinamente. Y además
de eso, lograr que la AEU vuelva, como en el pasado, a estar vinculada con los
problemas nacionales, acorde a lo que debería seguir siendo el mandato
constitucional de la Universidad de San Carlos, involucrándose en esos
problemas y aportando soluciones.
Pregunta: En otros
términos, esta decadencia, esta derechización de la AEU, esta transformación en
grupos quasi mafiosos, como decían, ¿es funcional con el proceso de deterioro
general que ha venido sufriendo la Universidad de San Carlos en sus distintos
aspectos?
Respuesta: Lo que le sucede hoy a la AEU es, en definitiva, resultado
de la estrategia contrainsurgente que vivió el país años atrás. Las
autoridades, por supuesto que sí, han hecho parte de todos estos pactos
cuestionables que se han venido dando. Por ejemplo, esto de la Comisión
Transitoria que se formó en el 2012. Eso fue una jugada muy sucia: había que
convocar a elecciones, y la gente de la AEU eran todos unos viejos, perpetuados
en sus puestos desde hacía años; ya ni siquiera eran estudiantes
universitarios. Entonces, por arte de magia, se formó esta llamada Comisión
Transitoria, que no está avalada por ningún estatuto. Y ahí mismo el Consejo
Superior Universitario los reconoció como AEU legítima, y desde ese entonces no
se dio ningún proceso de elecciones. Eso significa desconocer la autonomía del
movimiento estudiantil. Ahora, afortunadamente, el Consejo tuvo que dar marcha
atrás y finalmente convocar a elecciones.
Pregunta: ¿Qué se
puede esperar de este proceso electoral en la AEU? ¿Cómo está la situación?
Respuesta: Lentamente se va dando un clima de mayor participación
estudiantil; se comienza a sentir el ambiente electoral. Ahora se han generado
más expectativas por parte de los estudiantes. Todo este movimiento arranca del
2015. Cuando se dan las manifestaciones de ese entonces, ahí inician las
demandas de luchas contra la corrupción. Sabemos que la corrupción es solo un
elemento de los tantos y más profundos que tiene la crisis estructural del
país. Pero la corrupción fue la demanda básica del momento, y eso también llegó
al movimiento estudiantil. Ahí se puede decir que se da un resurgimiento de la
idea de lucha, de movilización. Sin dudas, la USAC fue la que aportó la mayor
cantidad de gente para las movilizaciones aquí en la ciudad de Guatemala. En
ese contexto pedíamos la renuncia de los corruptos Otto Pérez Molina y Roxana
Baldetti, no queríamos elecciones con esas condiciones, pedíamos reforma a la
Ley Electoral y de Partidos Políticos, apoyábamos el llamamiento a una reforma
radical del Estado y la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente para
crear un Estado Plurinacional, y en ese contexto se nos ocurrió mirar hacia
dentro de la universidad, y nos planteamos entonces luchar contra la corrupción
también dentro de casa. El Rector no nos representa, la AEU tampoco; de hecho,
en esa representación estudiantil hay presencia de criminales. Entonces, en ese
clima de lucha contra el flagelo de la corrupción surge la idea de recuperar la
AEU, nuestra AEU cooptada por bandas mafiosas. En el 2015 se fue gestando la
idea. En el 2016 algunas Asociaciones democráticamente electas comenzaron a
preocuparse por esto, y la idea tomó forma. La tarea no era fácil, para nada.
Los estatutos dicen que en ausencia de una representación legítima, tal como es
el caso, 6 Asociaciones democráticamente elegidas pueden juntarse y pedir
elecciones transportes. Entonces se hizo: con las primeras 6 Asociaciones se
empezó a trabajar en búsqueda de elecciones, a lo que posteriormente se le
fueron sumando 5 Asociaciones más, llegando a ser 11 en total. De esa forma, un
numeroso grupo de estudiantes hizo lectura de un documento frente a la sede de
la AEU donde públicamente se la desconoce por ilegítima e ilegal. De esa
manera, esas Asociaciones movilizadas pudimos conformar, siguiendo los
estatutos, un Consejo Electoral, y luego hacer la convocatoria a elecciones
democráticas y transparentes. Como no había nada claramente normado en relación
a elecciones, ese Consejo Electoral se dio a la tarea de redactar el
correspondiente reglamento electoral.
Pregunta: ¿Qué papel
jugó el Consejo Superior Universitario en todo esto?
Respuesta: No dijo ni una palabra. Pero en realidad no puede decir
nada al respecto, porque en el ámbito de los estudiantes hay total autonomía
para la elección de sus propias autoridades. Por eso, el Consejo Electoral
siguió adelante y convocó a elecciones. Eso fue para febrero de este año. Pero
no se pudieron hacer en esa fecha, porque las autoridades no nos podían dar el
padrón electoral en ese momento, pues no estaban terminadas aún las
inscripciones, y se nos propuso el mes de agosto. Eso produjo un cierto bajón
en los grupos que nos habíamos movilizado: en enero, el mes de agosto se veía
como muy lejano. Pero en definitiva estuvo bien, porque permitió un mejor
trabajo organizativo y de concientización del estudiantado. Ahora los
candidatos de cada lista se eligieron democráticamente en asambleas; por eso,
la postergación para agosto finalmente fue positiva. Ahora quedaron cuatro
listas: RETO-USAC, que fue la primera lista en inscribirse. Luego se inscribió
el Frente Estudiantil, que recupera el nombre del grupo que fuera de Oliverio
Castañeda. Posteriormente apareció MEUC -Movimiento Estudiantil Universitario
Consciente- y por último CREE, que aunque juren y perjuren que no son la vieja
estructura mafiosa y corrupta de la AEU, hay pruebas que demuestran que sí lo
son. Entendemos que las dos listas más reconocidas por los estudiantes son RETO-USAC
y Frente Estudiantil, las que presentan propuestas de superación de la vieja
mafia burocrática.
Pregunta: En estos
años hubo algunos intentos de recuperar la AEU, ¿verdad? Por ejemplo, el
esfuerzo de EPA, Estudiantes por la Autonomía, en el año 2012. ¿Qué pasó con
esa iniciativa?
Respuesta: Ese fue un buen intento, y marcó rumbo. Quedó gente de esa
en la universidad, y hoy día han trabajado con RETO-USAC. Pero recientemente
hubo una pelea interna, y los viejos miembros de EPA se fueron. En realidad,
EPA ya no existe como tal; cuando pudo movilizar estudiantes y cerrar la
universidad por varios meses, allá por el 2012, sus dirigentes eran estudiantes
de los últimos años. Ahora ya la gran mayoría se ha graduado y dejó la
universidad. En su momento su intento fue bueno, pero en varios años de estar
apoyando la Reforma Universitaria, debido a los obstáculos que le fueron
poniendo las autoridades, no se pudo avanzar prácticamente nada. Los
entramparon, los cooptaron, les negociaron plazas, y así los fueron acallando. Esa
Reforma nunca avanzó, y nadie supo nunca nada de cómo iba. En realidad, se
fracturó la EPA, por las negociaciones en que los metieron. Los dirigentes
terminaron con plazas de docente, y todo se vino abajo.
Pregunta: Viendo los
tiempos que corren, de derecha omnímoda que todo lo compra, que todo lo frena
con dinero, o con balas cuando es necesario, ¿en qué medida es posible
recuperar la AEU y la universidad en su conjunto para un discurso alternativo,
para una propuesta de transformación político-social?
Respuesta: Es difícil, pero no imposible, por supuesto. A la EPA la
acorralaron y la llevaron a su quiebre. Prácticamente les obligaron a cometer
esos errores políticos en que terminaron. Había comenzado bien, con mucha
fuerza, pero en el camino la cooptaron. Visto ahora a la distancia, de nada
valió tener tomada la Rectoría por cuatro meses. Distintamente, el movimiento
que arranca en el 2015 y se va solidificando durante el 2016 sí pudo apegarse a
los estatutos universitarios, y de momento ha seguido con transparencia todo
este proceso de recuperación de la AEU. No es el primer intento, por supuesto,
pues ya hubo varios, pero el actual es el intento que llegó más lejos. Por eso
lo vemos con mucha potencialidad, porque ahora están sucediendo cosas
positivas. En realidad, lleva tras de sí todas las experiencias de estos
últimos años, y ahora sí hay más fuerza que hace algunos años. Por supuesto que
la política contrainsurgente de años atrás dejó huellas. En otro tiempo, ser
miembro de la AEU era casi firmarse una sentencia de muerte. Por eso la AEU
cayó tan bajo. La última con propuestas alternativas fue en 1989. Después hubo
un largo silencio, acallándose todo. El discurso de la no participación se
impuso, el “no te metás”. Ahí fueron modificándose los planes de estudio,
quitándose prácticamente todas las cuestiones sociales. Se fue imponiendo el
discurso neoliberal, todo pensando solo en el mercado capitalista y la salida
personal, individualista. La preocupación político-social salió de escena.
Pregunta: ¿Cómo es
posible, entonces, recuperar esa preocupación por lo social, volver a
transformar el movimiento estudiantil en un agente político que se plantee
seria y críticamente alternativas para el país, para la sociedad global, en
medio de este clima de “sálvese quien pueda”?
Respuesta: El desafío es grande, enorme. Hay que empezar por
recuperar a los estudiantes. Recuperando el movimiento estudiantil, volviéndolo
a hacer que se interese por los problemas de la sociedad y deje de pensar solo
en el supuesto “éxito personal”, podremos ir construyendo un opción de poder
alternativo. A partir de ahí podremos recuperar otros espacios.
Institucionalizar la AEU es el primer paso; luego podremos intentar revitalizar
la academia, que está muy caída, muy desprestigiada. Los estudiantes, según el
carácter de gobierno tripartito de la Universidad de San Carlos, somos parte de
la dirección de toda la casa de estudios. Pero estos últimos años nos han hecho
olvidar de eso, nos han amansado. Sin embargo, los estudiantes debemos estar
presente en la toma de decisiones universitarias a todo nivel. Debemos
recuperar eso, que ha sido borrado de nuestras agendas. Por eso ahora vamos
tras la democratización de todos los espacios estudiantiles. Debemos recuperar
nuestro papel protagónico. Así, podremos volver a tener injerencia en la
elección de los catedráticos, y así volver a recuperar un nivel académico que
se ha ido perdiendo. De hecho, hoy día no hay concursos de oposición; la
elección de los docentes es hecha totalmente a dedo, por roscas.
Pregunta: ¿La
corrupción ha ganado todos los espacios?
Respuesta: Exactamente: la corrupción está por todos lados. Por eso
es imprescindible recuperar democráticamente todos los espacios, ganados hoy
por la corrupción y la impunidad. No hay concursos, hay catedráticos
atornillados a sus puestos, docentes que no avanzan en su producción académica
y repiten lo mismo y lo mismo desde hace años, hay mafias que deciden todo, los
catedráticos se contratan cada vez más como interinos según los acomodos
políticos de las roscas que existen. Pero todo eso se puede cambiar. Hay ejemplos:
ya nos hemos movilizado muchas veces, y hemos logrado mover docentes
ineficientes y corruptos. Buscamos catedráticos idóneos. Todos esos ejercicios de
poder estudiantil cuestionador ya se han hecho en muchas oportunidades. Por eso
hay que devolver la confianza, la credibilidad de los estudiantes y de la
academia. Eso se logra solamente con transparencia, con democracia directa, con
participación. Hay que lograr que los estudiantes se sientan protagonistas, se
sientan parte de los problemas y de las soluciones. Por ejemplo: las Escuelas
no tienen voto en el Consejo Superior, y de hecho, las Escuelas, que son las
que están vinculadas con el campo social (Psicología, Historia, Ciencia
Política, Pedagogía, Ciencias de la Comunicación), representan la mitad de la
universidad. Eso es inadmisible, y hay que cambiarlo. Los estudiantes deben
involucrarse en estos asuntos.
Pregunta: ¿Existe en
este momento algún sondeo de opinión para saber cómo van las listas?
Respuesta: No, no lo hay. Pero tenemos la esperanza que el
estudiantado masivamente se vuelque a las urnas. Esperamos que haya muchos
miles de votos, 50,000 tal vez, más que aquellos con que se eligió al Rector. Eso
sería una lección de democracia. Si recuperamos la AEU deberíamos reconstruir
todo esto, modificar los estatutos, lograr una activa participación democrática
del movimiento estudiantil.
Pregunta: ¿Hay temor
que la lista oficial, más allá que ella se diga que no lo es, pueda apelar a
manejos antidemocráticos para alzarse con la victoria en las urnas?
Respuesta: Por supuesto que existe ese temor. Los manejos turbios
siguen estando. Recientemente hubo el intento de crear un Consejo Electoral paralelo
por parte de la AEU tradicional, para manipular las elecciones obviamente, con
la venia de las autoridades. Con la inmediata movilización de los estudiantes,
se pudo parar eso, y el Consejo Superior no tuvo más alternativa que dejar
seguir adelante el Consejo Electoral legítimo, porque habría sido demasiado
descarado no aceptarlo. Pero no hay dudas que podemos ver cualquier manejo no
transparente. Por eso hay que estar muy atentos, muy movilizados para impedir
cualquier cosa de esas. Hay que fiscalizar todo el proceso, con mucha atención.
También hay grupos de sociedad civil acompañando las elecciones, además de la
Procuraduría de Derechos Humanos y COPREDEH. Es complicado, porque es un
proceso de tres días: sábado 19, domingo 20 y lunes 21. Hay que estar muy
atentos, por supuesto. No vamos a permitir que nos boicoteen todo el esfuerzo
que hemos estado haciendo. Esto es un esfuerzo estudiantil legítimo, autónomo,
y no hay involucrado ningún partido político detrás. Quizá aparezca cuando esté
la lista ganadora, pero de momento no han aparecido. De momento hablamos de una
democracia real, de base, participativa. Es un movimiento genuino.
Pregunta: ¿Algo más
que querrían agregar, ya para finalizar?
Respuesta: Invitar al estudiantado que haga un estudio consciente de
las planillas que se presentan, de conocer a fondo las propuestas y los planes
de trabajo para que puedan elegir con conocimiento, con precisión. Hay que
recuperar el protagonismo del movimiento estudiantil y buscar una buena
formación en las aulas al mismo tiempo que una sensibilización con los grandes
problemas del país. Hay que bregar por un alto desarrollo científico,
artístico, cultural y deportivo, siempre enmarcados en la autonomía universitaria.
La legitimidad de todo este proceso la va a dar la amplia participación de los
y las estudiantes. Lo importante hoy es recuperar la AEU. Invitamos a todo el
estudiantado a volcarse a esa tarea.
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