Hace varios años el CSU aprobó una forma de incentivar al estudiante y alentarlo a que este concluyera sus estudios lo más rápido posible, para evitar así, el tiempo promedio de graduación que se encontraba entre 10 y 15 años, y a esto se le denomino, “plan de repitencia”.
Desde sus inicios, este plan de repitencia se aplicó de una forma general, ya que se planteaba en un contexto totalmente fuera de nuestra realidad, en el mismo, se asume que el prototipo de un estudiante, es el estudiante que es dependiente económico de alguien más, olvidando así, que la gran masa de los que hoy forman parte de esta casa de estudios están apegados a nuestra realidad, trabajan para el sostenimiento de sus familias y para el financiamiento de los recursos que requiere su educación superior.
Es de notar la preocupación del CSU por lograr la “excelencia académica” y la reducción del tiempo promedio de graduación como ellos lo denominan en los estudiantes, sin embargo, para lograr esa “excelencia académica” es más que necesario que ese plan de repitencia se aplique sobre los docentes, siendo evidente la deficiencia en muchos de estos catedráticos que a pesar de las “evaluaciones” que son realizadas con frecuencia en las diferentes unidades académicas, son totalmente desconocidas las ponderaciones que alcanzan cada uno de ellos y aún más grave, las acciones tomadas sobre esos resultados.
Es preocupante también que la mayoría de los docentes sean contratados por favores políticos o por aprecio y estima por parte de cada uno de los que dirigen las distintas unidades académicas olvidando así, que no es de esta forma que lograremos una “excelencia académica”, la misma sólo se logrará cuando los docentes sean sometidos a exámenes de oposición y estos lleven un proceso que demuestren la transparencia de los mismos.
Nuestra propuesta:
Habiendo expresado la inequidad que existe en nuestra universidad con el plan de repitencia, planteamos al CSU:
1.Exigimos se reforme el plan de repitencia y que el mismo no tenga efecto mientras es reformado.
2.Se realice la reforma al plan de repitencia, quedando anulado dicho plan para todas las personas que laboran comprendiendo que esta circunstancia dificulta la dedicación total a sus estudios, tomando en cuenta la realidad nacional y replanteando el prototipo de estudiante que hoy conformamos la mayoría.
3.Se impulse un plan real, que sea de conocimiento público en cuanto a resultados, de evaluaciones aplicadas a los docentes para que ellos demuestren que son capaces de lograr la excelencia académica integral que hoy ustedes pretenden.
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